Linda Petersen
Traducción: Laura Vallejo
Intermountain Catholic
SALT LAKE CITY — Durante la Cena de Premios Humanitarios 2023 realizada el 7 de noviembre en el Hotel Little América, Catholic Community Services reconoció a los voluntarios y donadores que han tenido un impacto en las comunidades de refugiados e indigentes.
Entre los asistentes a la cena estuvieron el Obispo Oscar A. Solis; Monseñor Colin F. Bircumshaw, vicario general; Monseñor J. Terrence Fitzgerald, vicario general emérito; y por parte de la Iglesia de Jesucristo los Santos de los Últimos Días el Elder D. Todd Christofferson, miembro del Quorum de los doce apóstoles y el Obispo presidente Gérald Caussé, junto con sus esposas.
Durante el evento el Presidente de la Cámara de CCS Katherina Holzhauser, quien inmigró de Europa cuando niña por la II guerra mundial, compartió información sobre los programas de la organización así como de sus éxitos a lo largo de los años.
“CCS sirve a refugiados como yo de países como Burma, Somalia, Afganistan, Venezuela, la Republica democrática del Congo así como de otros países,” dijo Holzhauser.
El año pasado los servicios de migración y Refugiados de CCS sirvió a 852 nuevos refugiados, mientras que el programa de cuidados para refugiados colocó a 33 jóvenes con familias. Holzhauser dijo que además el Centro de Recursos Weigand, un centro para indigentes en Salt Lake City brindó a 2,489 indigentes un lugar para bañarse, lavar su ropa y guardar algunas de sus pertenencias, así como manejo de casos y un laboratorio computacional.
Holzhauser agregó que el centro próximamente, también ofrecerá cuidados de salud mental.
En el comedor de St. Vincent de Paul se sirvieron 453,000 comidas, mientras que los más necesitados en Ogden recibieron 2.2 millones de libras de alimentos a través del Banco de Alimentos Joyce Hansen. El programa Bridging the brindó 58,000 comidas los fines de semana a los estudiantes.
Después de los comentarios de Holzhauser, Carole Mikita, reportera de KSL-TV News, quien por muchos años ha sido la maestra de ceremonias del evento, presentó a cada uno de los premiados.
La Empleada del Año fue Kyle Mortensen, supervisora de manejo de casos para servicios de cuidados temporales para refugiados, quien por los últimos cinco años ha trabajado en la organización.
“Kyle es muy importante para el programa de cuidados temporales de refugiados y su dedicación al programa no es nada más que pura inspiración,” dijo Mikita.
Voluntarios del Año
Anna Neumann y Teresa Hislop junto con sus fami-lias, apoyaron a una familia de 12 personas que llegaron de Afganistán en el 2022. “Los Neumann y los Hislops fueron exactamente el tipo de voluntarios que esta fami-lia necesitaba para apoyarlos en su vida en los Estados Unidos. Ellos estuvieron dispuestos a aprender sobre la complejidad del reasentamiento para refugiados y de la cultura de los clientes, para así poder hacerlos sentir bienvenidos y cómodos,” dijo Mikita.
Premio por una Vida de Servicio
Jeanne Audiss, empleada jubilada de CCS y miembro del Consejo Nacional de Mujeres Católicas, “se aseguró de siempre resaltar a CCS, bien fuese a través del personal o de los clientes o como ponente en las conferencias y eventos o guiando donaciones y proyectos y servicios en dirección hacia CCS,” dijo Mikita.
“CCS es la mejor agencia con la que una persona se puede involucrar,” dijo Audiss al aceptar el premio. “Todo lo que uno tiene que hacer es entrar por la puerta principal o la lateral y uno se da cuenta del por qué. No importa cual puerta cruces, la del edificio en Ogden, la cocina, el centro Weigand, el edificio de cuidados temporales, o el edificio administrativo de reasentamiento, ustedes pueden ver el rostro de Cristo, en donde sea que vayan, uno ve el rostro de Cristo en los clientes a los que se sirven.”
Humanitarios del Año 2023
“Paul y Ruth Cherecwich, por muchos años han apo-yado grandemente a CCS, apoyando no solo con donativos económicos sino al involucrar a su círculo de amigos de la Iglesia Episcopal para que ellos aprendan acerca y se involucren con los programas de CCS,” dijo Mikita.
Paul Cherecwich dijo que él y su esposa estaban muy contentos de recibir el premio, pero que ellos eran solo dos de los incontables voluntarios que han participado para el éxito de CCS. “Me gustaría pedirles ver a su alrededor, ver al gran número de personas que hoy están aquí reunidas… Además de las personas que ustedes ven, hay un sin número más que no están aquí. Todos trabajamos separados y juntos. Todos apoyamos a CCS con nuestro tiempo, talentos y tesoros.”
Socio del Año
La firma Arquitectónica FFKR, la cual patrocina el evento de Empty Bowls , en donde los artistas comunitarios donan tazones hechos a mano para colectar fondos para el comedor de St. Vincent de Paul, fue reconocido como el Socio del Año 2023. Amelia Roper, directora de recursos humanos de FFKR, acepto el premio.
“Debido a la gran sociedad a lo largo del estado que realizan donativos encontramos la felicidad y apreciación de lo que tene-mos cuando servimos a los demás.” Roper dijo. “Cuan-do servimos a los demás, mostramos compasión y empatía ante quienes nos rodean. Me gusta mucho las conexiones y redes que se realizan entre las personas que esperan ayudar a los demás a través de Empty Bowls el cual es un evento en el que todos podemos participar. Cada año esperamos que Empty Bowls sea más y más grande.”
Parroquia del Año
“Los feligreses de la parroquia Católica de St. Thomas More ha jugado un papel muy importante en el apoyo de los programas de CCS mes con mes,” dijo Mikita. Por más de 20 años han sido voluntarios del comedor de St. Vincent de Paul y cada año patrocinan una “gran colecta de ropa y artículos de higiene,” para el programa Gift to the Drummer. “Ellos también ofrecen grupos que apo-yan con la preparación y servicios de alimentos. Muchos feligreses se han convertido en voluntarios permanentes que ayudan en el departamento de servicios migratorios y para refugiados trabajando con las familias.”
El padre John Evans, párroco de la Iglesia de St. Thomas More y anterior presidente de la Cámara de CCS, aceptó el premio a nombre de su parroquia.
“Este es un gran honor para nuestra parroquia,” dijo el padre. “Estoy muy contento porque los miembros de la comunidad han sido reconocidos, ya que yo siempre soy quien es reconocido, pero lo que ellos hacen es por amor a sus hermanos y hermanas en la comunidad.”
Durante sus comentarios al final de la velada, el Obispo Solis alabó al personal y voluntarios de CCS.
“Agradezco a quienes donaron, a los benefactores y a los voluntarios que siguen contribuyendo con lo que pue-den, para que la misión de Catholic Community Services permanezca como una extensión y manifestación del amor de Dios entre nosotros,” dijo el Obispo. “Lo que la Diócesis de Salt Lake City exhibe a través de Catholic Comunity Services sigue siendo el estándar para su misión y visión. Debemos de llegar y acompañar a todas las personas sin prejuicios o discriminación por raza o afiliación religiosa, todo por nuestro amor a Dios.”
El trabajo que CCS realiza es “la manera Cristiana,”dijo el Obispo. “Servir al pobre nos da más amor, alegría y un profundo significado a la vida. Por su esencia; por si esencia pura, la personificación de nuestra propia existencia.”
“El propósito del ser humano es vivir y existir en este mundo. En otras palabras, el valor de la vida se mide por las vidas que tocamos, y cuando nuestra vida se encuentra con otra vida, nos enriquecemos, al admitir que la palabra de Dios se nos ha otorgado.”
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