Celebrando a Nuestra Seņora de Guadalupe

Friday, Dec. 16, 2016
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Alumnos de las clases de catequesisi de la Catedral de la Magdalena, vrepresentaron a San Juan Diego y a Nusatra Seņora de gUadalupe durant la celebración que comenzó el domingo 11 de diciembre por la noche.
By Laura Vallejo
Intermountain Catholic

SALT LAKE CITY — El 11 de diciembre parroquias a lo largo y ancho de la Diócesis Católica de Salt Lake City comenzaron las celebraciones por el 485 avo aniversario de la aparicion de la Virgen de Guadalupe ante San Juan Diego.
A pesar del intenso frio de esa velada, cientos de personas acudieron a la Catedral de la Magdalena, católicos, no católicos hispanos y anglos por igual.
Los fieles de todas las edades llegaron con flores y con oraciones para celebrar a Nuestra Señora de Guadalupe, quien en 1531 se apareció cuatro veces ante San Juan Diego en el cerro de Tepeyac en México. La Virgen le pidió que fuera donde el Obispo para pedirle que en aquel lugar se le construyera un templo. Juan Diego se dirigió a la casa del obispo Fray Juan de Zumárraga y le contó todo lo que había sucedido. El obispo oyó con admiración el relato del indio y le hizo muchas preguntas, pero al final no le creyó.
De regreso a su pueblo Juan Diego se encontró de nuevo con la Virgen María y le explicó lo ocurrido. La Virgen le pidió que al día siguiente fuera nuevamente a hablar con el obispo y le repitiera el mensaje. 
Esta vez el obispo, le dijo que debía ir y decirle a la Señora que le diese alguna señal que probara que era la Madre de Dios y que era su voluntad que se le construyera un templo. De regreso, Juan Diego le narró los hechos a la Virgen. Esta le pidió que regresara al día siguiente al mismo lugar pues allí le daría la señal. Al día siguiente Juan Diego no pudo volver al cerro pues su tío Juan Bernardino estaba muy enfermo. 
La madrugada del 12 de diciembre Juan Diego marchó a toda prisa para conseguir un sacerdote a su tío pues se estaba muriendo. Al llegar al lugar por donde debía encontrarse con la Señora prefirió tomar otro camino para evitarla, pero de pronto María salió a su encuentro y le preguntó a dónde iba. El indio avergonzado le explicó lo que ocurría. La Virgen dijo a Juan Diego que no se preocupara, que su tío no moriría y que ya estaba sano.
Entonces el indio le pidió la señal que debía llevar al obispo. María le dijo que subiera a la cumbre del cerro donde halló rosas de Castilla frescas y poniéndose la tilma, cortó cuantas pudo y se las llevó al obispo.
Una vez ante Monseñor Zumárraga Juan Diego desplegó su manta, cayeron al suelo las rosas y en la tilma estaba pintada con lo que hoy se conoce como la imagen de la Virgen de Guadalupe.
La Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe es la basílica católica más visitada del mundo. Juan Diego fue canonizado en el 2002; en 1945 el Papa Pius XII decreto a Nuestra Señora de Guadalupe como la Patrona de las Américas. Su día festivo es el 12 de diciembre, pero las celebraciones comienzan desde el 11 de diciembre para que a las 12 a.m. se le puedan cantar las tradicionales mañanitas.
“Nos hemos reunido hoy aquí para honrarla y agradecerle todo el amor y cuidados que ella nos da,” dijo Clara Gálvez, quien además de ser feligrés de la catedral de la Magdalena, es una de las maestras de catequesis.
La celebración comenzó con el Rosario en español.
Docenas de niños vestidos en trajes típicos de México y quienes son estudiantes de las clases de catecismo de la catedral, además de representar a la Virgen y a Juan Diego estuvieron presentes durante todo el Rosario en el frente del altar.
Cerca de las 9:30 p.m una procesión por las calles aledañas a la catedral se llevó a cabo. Algunos feligreses cargaron una gran imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, otros más caminaron cantando y orando. Después e la procesión la catedral fue inundada por la música del mariachi y las voces del coro hispano.
El padre Martin Díaz, rector de la Catedral de la Magdalena, presidió la Santa Misa. Dando la bienvenida a los presentes el padre Díaz les recordó acerca de la importancia de ser misericordiosos.
La celebración de Nuestra Señora de Guadalupe no es solo una tradición hispana sino una celebración de la inclusividad de los católicos en la Diócesis dijo Carmen Olviera, feligrés de la Catedral.
“Creo que es importante celebrarla ya que seguimos con la tradición. Esta la podemos pasar a las generaciones venideras, y especialmente a nuestros jóvenes, a nuestros pequeños y a las familias para que sepan de la importancia que Nuestra Señora de Guadalupe tiene en nuestra iglesia y en el mundo,” dijo Olviera.
“A pesar de todas las situaciones por las que estamos pasando, (celebrar) a Nuestra Señora de Guadalupe es una ocasión de alegría ya que ella nos da mucha espe-ranza,” dijo Francisco Peña, quien llegó a la catedral con un ramo de rosas para ofrecérselas a Nuestra Señora.

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