Cientos se reúnen renovando su espíritu

Intermountain Catholic

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Ic Foto/Laura Vallejo

LAYTON — El 8 y 9 de febrero, cientos de fieles católicos se dieron cita en la parroquia de Santa Rosa de Lima en Layton para celebrar un retiro de dos días.

El Padre José Barrera, Vicario Parroquial de la Catedral de la Magdalena; el Padre Raúl Cervantes, Vicario Parroquial de l iglesia de St. Joseph en Ogden; el Padre Clarence Sandoval, párroco de Santa Rosa de Lima; el diácono Manuel Trujillo y el feligrés de Santa Rosa de Lima Don Esteban Álvarez junto y con el apoyo de docenas de voluntarios fueron los encargados tanto de las charlas, como de las confesiones y de la Santa Misa.

Enfocándose en el tema ‘Renovación Espiritual’ la meta del retiro fue llevar a la gente a una vida plena con Jesucristo y con la Iglesia a través del Espíritu Santo.

De acuerdo con el Padre Sandoval el retiro fue realizado en el tiempo preciso ya que su parroquia se encuentra realizando esfuerzos para educar más a sus feligreses "demostrándoles lo que es el poder de la oración y lo que es orar de manera carismática".

Personas de toda la diócesis se dieron cita en el retiro.

"Comenzamos con el reconocimiento de que todos somos amados por Dios a pesar de nuestros pecados, esa fue la primer parte del retiro y después reconocer que todos somos pecadores y así encontraremos el camino para la sanación", dijo el Padre Sandoval.

Durante el evento algunos de los voluntarios presentaron un retiro para los niños.

Álvarez fue quien se encargó de la organización del evento. También ofreció charlas basándose en los diferentes aspectos de la Biblia describiendo las promesas.

El Padre Cervantes se enfocó en ayudar a que las personas desarrollaran el sentido del pecado y aprendieran las consecuencias que estos conllevan, también ayudo a que los feligreses encontraran paz y fueran tocados por el Espíritu Santo a través de la meditación ejercicios, y ejemplos de vida, pero más que nada asegurándose de que todos entendieran que Jesús ama a todos y es a través de su divina misericordia que está siempre presente.

En lugar de poner se ha hablar de los demás "necesitan detenerse, necesitan crecer, y dejar a los demás en paz… ustedes tienen que caminar, tienen que trabajar, tienen que ser las estrellas que quien a las personas", dijo el Padre Cervantes a los participantes del retiro los cuales fueron invitados a sentarse en el piso y cerrar sus ojos para meditar.

Mientras tanto algunos feligreses entraron al salón cargando un gran crucifijo el cual ubicaron enfrente de todos.

"Abran sus ojos… vean a quien les presentará el tema siguiente", les dijo el Padre Cervantes. "Yo lo invité a yer y le pedí que estuviera aquí con nosotros".

El Padre Cervantes siguió diciéndole a los participantes "Le dije: Señor pero han pecado…El respondió ‘quiero estar con ellos’. Le dije: Señor pero las personas no creen en ti", él me dijo ‘Quiero estar con ellos. Quiero estar con ellos’…. Él esta aquí con nosotros. Nos ama a pesar de todo. Él nos verdaderamente sabe quiénes somos. Él nos da toda su misericordia si nos acercamos a Él, le dijo el Padre Cervantes mientras les pedía que cada uno pusiera sus pecados ante Dios.

Una a una las personas fueron tomando un poco de lodo con sus manos para frotarlo en la imagen del crucifijo como un símbolo de sus pecados.

"Díganle sus pecados. Pídanle que los perdone, El Señor los recibe, recibe todo su coraje, todos sus malos pensamientos, todas sus prisiones, todas sus envidias…. Dejen sus miedos aquí", les dijo el Padre Cervantes.

Para algunos de los participantes el retiro fue una experiencia muy poderosa.

"He ido a varios retiros, pero hoy fue diferente; realmente sentí el amor de Jesús; me arrepentí de todos mis pecados y sentí la presencia del Espíritu Santo", dijo Hugo quien no quiso compartir su apellido debido a su emoción.

El retiro culminó con el compromiso de cada uno de los participantes para servir en alguna manera significativa en sus parroquias.