Coordinadora pastoral de la parroquia de San Francisco de Asís entre las 40 personas fabulosas del Valle de Utah

Foto cortesía/Dave Blackhurst, revista 'Utah Valley'

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Traducción: Laura Vallejo

OREM—Julie Boerio-Goates ha tenido varios papeles a lo largo de su vida, - hija, hermana, estudiante, esposa, madre, profesora, ministro, tan solo por nombrar algunos – pero el que puede llegar a alegrarla más es el reciente título que le dio la revista Utah Valley: una de las 40 personas fabulosas del Valle de Utah. La revista acepta nominaciones a lo largo del año. Este año entre las personas reconocidas estuvieron una familia con niños pequeños, un video-grafo de 13 años de edad con casi 10 millones de vistas e los medios sociales, y un nativo de Orem de 84 años de edad quien ha sido parte de los Boy Scouts por 45 años.

“Creo que es muy divertido,” dijo Boerio-Gotes acerca de su reconocimiento. “Realmente soy la química del estereotipo: no uso maquillaje ni me pinto las uñas. No me preocupo por nada de eso. Soy realmente no gla-morosa.”

Boerio-Gotes creció en el oeste de Pennsylvania, literalmente en el vecindario del Sr. Rogers. Ella y su gemela Bibiana pasaron muchas horas de verano en la alberca y en las canchas de tenis construidas por la familia de Fred Rogers en la comunidad. (Hoy en día Bibiana Boerio es candidata demócrata por el distrito congresional 14.)

Boerio-Gotes asistió a escuelas Católicas a lo largo de su vida y se graduó del Colegio Seton Hill (ahora conocido como la Universidad Seton Hill) en Greensburg, Pensilvania. Después de obtener su título como Química, se fue a obtener un Doctorado en química de la Universidad de Michigan y un trabajo de post doctorado del Laboratorio Nacional Argonne.

En sus primeros años en Setin Hill Boerio-Gotes fue seleccionada para trabajar en la IBM de Vermont. Ahí fue donde conoció a Steven Goates, un estudiante mormón de la Universidad Brigham Young. Salieron juntos por tres años antes de decidir contraer matrimonio en 1976, lo cual hicieron bajo una ceremonia Católica en la iglesia de Seton Hill.

En 1982 la pareja se mudó a Utah en donde pudieron pasar tiempo cerca de sus abuelos y criar a sus hijos: Sara, director de pólizas de la legislación para la Red de Salud para Mujeres. James, quien se graduó de BYU con un título de psicología.

Boerio-Gotes dice que usa un guión en su nombre solo para evitar la confusión ya que ella su esposo y su suegro todos son químicos, quienes trabajaron en la facultad de BYU en el mismo año, siendo así la primera mujer instructora en el Colegio de Ciencias Físicas y Matemáticas. Allí recibió su tenura y se convirtió en profesor de tiempo completo, enseñando química y bioquímica por 30 años.

En el 2005 recibió el premio Karl G. Maeser Distinguished Faculty.

Feligrés de la parroquia de San Francisco de Asís, Boerio-Goates siempre ha participado en los ministerios de la misma. Sirvió en el Comité del Consejo Pastoral Diocesano bajo el Obispo  George H. Niederauer y el Obispo John C. Wester, y fue la presidenta del Comité de Hospitalidad en la conferencia Litúrgica del Suroeste en el 2011.

Ella también fue instrumental en la visita del director del Observatorio del Vaticano, el Hno. Guy Consolmagno, quien visitó la preparatoria Católica de Juan Diego y fue invitado a ofrecer una charla en BYU.

En la parroquia de San Francisco ha sido parte del consejo parroquial y directora de liturgia.

Cuando la nueva edificación de la Iglesia fue dedicada en el 2012, el párroco le pidió a Boerio-Goates presidir el comité de construcción. El padre David Bittman le pidió ser el vínculo del proyecto ya que ella estuvo involucrada cuando BYU construyó su nuevo edificio de química.

Así es que Boerio-Goates se dirigió a la administración de BYU y les dijo que quería hacer un servicio de misión para ayudar a la construcción de la parroquia. Se rieron y le dieron un contrato reducido de tres años. Más antes que tarde, ella pasó muchas horas cada semana en la parroquia y lo amó. Como resultado, al retirarse de BYU en el 2015, Boerio-Goates se convirtió en la coordinadora pastoral de la parroquia. También asistió al programa de cuatro años para ser una ministro laico certificada.

Cada semana pasa muchas horas en la parroquia rea-lizando una variedad de actividades: coordinando los múltiples horarios; administrando el edificio, trabajo computacional, y trabajando con los ministros litúrgicos y enseñando RICA. También ayuda a organizar los múltiples eventos que suceden en la parroquia.

Las horas que pasa no son muy diferentes a las que un químico invierte, y ella ha encontrado su llamado. “me veo como una facilitadora; una persona que construye puentes entre comunidades.”

Una manera en que hace esto es coordinando los varios conciertos que cada año se realizan en la parroquia por diversos coros. La parroquia abrió sus puertas a grupos dedicados a la música sacra. Recientemente cantantes de BYU y del Ensamble Barroco realizaron un concierto de Vivaldi allí; más de 1,000 personas asistie-ron al mismo.

“Por supuesto que el 90 por ciento de los mismos eran LDS,” dijo Boerio-Goates.

“Pero esas 900 personas que vinieron, muchas se quedaron después e hicieron varias preguntas. El hacer caer esas barreas es un componente muy importante en lo que hago.”

Boerio-Goates ama Utah y las raíces y el sentimiento de estar con los pies en la tierra que la parroquia tiene.

“Como dice el padre Dave, somos una iglesia misión aquí en Utah. Cuando lo eres tienes varias perspecti-vas,” dijo Boerio-Goates.

Ella fue nominada por varios de sus ex estudiantes para el reconocimiento de las 40 personas fabulosas. Ella especula que una de las razones por la que lo hicieron fue porque ella respeto todas las religiones que formaron sus clases y siempre les enseñó la relación simbólica que tiene la fe y la ciencia.

El tema de este año de la revista fue la aventura, lo cual parece muy concordante.

“Para ser la primera profesora de ciencias en BYU se tiene que tener un sentido de aventura,” dijo Boerio-Goates.