El padre Joshua comienza su ministerio en Utah

Foto de cortesía.

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Padre Jose Emilio Santos

SALT LAKE CITY —A principios del mes de septiembre, el padre Jose Emilio Santos llegó  para comenzar su ministerio como sacerdote en la diócesis de Salt Lake City.

El padre Santos nació en  Quezon City, Filipinas.

El 26 de junio del 2008, fue ordenado por el Instituto Religioso de Misioneros marianos de la Santa Cruz en  la Diócesis de  Balanga, Filipinas.  

El padre Joshua, como refiere ser llamado, desde el 2013 sirvió en la Arquidiócesis de Los Ángeles en la parroquia de Holy Family en Artesia, California, en donde conoció al reverendísimo Oscar A. Solis, quien en ese entonces era Obispo Auxiliar de la arquidiócesis antes de ser nombrado el 10 Obispo de la diócesis de Salt Lake City. Esa amistad hizo que la invitación a Utah fuese una realidad.

“Cuando le pedí [al Obispo Solis] que si podía servir en la Diócesis de Utah, no hubo duda alguna,” dijo el padre Joshua.

Su llamado al sacerdocio llegó cuando cursaba primer año de primaria.

“Inicialmente no fue Cristo quien me llamó... creo que fue Superman,” dijo el padre Joshua soltando una carcajada demostrando así su buen sentido del humor.

El padre creció viendo caricaturas de superhéroes, así es que cuando visito la Iglesia, la primera cosa que notó fue el la vestimenta del sacerdote.

“Mi papá servía en la Iglesia como asistente del sacerdote, así es que la primera vez que fui a la iglesia y vi al sacerdote cuando este se volteo pensé que vi una capa, y me dije yo quiero ser como el,” dijo el padre Joshua.

Cuando en segundo grado de primaria el padre comenzó a servir como monaguillo y de ahí su relación con Dios se volvió muy cercana.

“Pude ver la belleza de la Misa. Ya no era solo por la capa, era sobre el servicio; me dije ‘esto es lo que quiera hacer por el resto de mi vida’.”

Este año marca su 10 aniversario como sacerdote.

Después de su ordenación, sirvió en las Filipinas por algunos años en donde su superior le pidió estar a cargo de la juventud. Cuando este término llego a su conclusión se el pidió la construcción de un centro comunitario.

“Me pidieron ser constructor,” dijo el padre Joshua volviendo a demostrar su buen sentido del humor. “Me pidieron construir un centro comunitario para la comunidad.”

Al mismo tiempo se preparaba para llegar a los Estados Unidos; para la sorpresa de su superior el padre concluyo el centro antes de comenzar su viaje al nuevo continente.

Cuando Monseñor Colin F. Bircumshaw, vicario general de la Diócesis de Salt Lake City le pidió que llegará a Salt Lake City durante los primeros días del mes de septiembre, el padre Joshua escogió el 8 de septiembre.

 ”Este día es muy simbólico para mí, el 8 de septiembre es el cumpleaños de Maria, y es el nacimiento de mi nueva vida en esta diócesis con el Obispo Solis,” dijo el padre Joshua.

 Por el momento se encuentra sirviendo en una asignación temporal en la parroquia de  St. Ambrose en donde espera su asignación oficial.

Para él, el ser sacerdote es tener una relación más cercana con Dios.

“Yo no me veo como alguien más que una persona laica. Yo me veo como alguien quien camina junto a las personas,” dijo el padre. “Me veo como un siervo. Esta es una oportunidad de servir al Pueblo de Dios, y al hacerlo siento que mi relación de amistad con Dios es cada vez más cercana.”

El padre Joshua habla filipino, español e inglés, y mientras en Los Ángeles comenzó a estudiar portugués.