El padre Murillo es asignado a Notra Dame en Price

Friday, Jul. 24, 2015

RICHFIELD – Cerca de un año y medio  fue cuando el Padre Rafael A. Murillo Ventura comenzó su primer día en l aparroquia de Saint Elizabeth en Richfield, una asignación que al principio era temporal pero que se convirtió en permanente.

Ahora el Padre Murillo ha sido asignado a la Parroquia de Notre Dame the Lourdes en el condado de Carbón; esto a partir del 15 de agosto, Día de la Asunción de la Virgen María.

Originario de San Vicente en El Salvador, el Padre Murillo fue ordenado al sacerdocio en 1996 en El Salvador por el Reverendísimo Monseñor José Oscar Baraona Castillo.

“Uno de los más grandes incentivos que tengo es el saber que uno puede ayudar; que podemos ayudar y ser parte de una familia muy extensa”, dijo el Padre Murillo, quien ingresó al seminario al los 18 años de edad.

Su familia fue un gran apoyo a pesar de que sintieron entre una mezcla de felicidad y tristeza al enterarse de su vocación sacerdotal.

“Alegría porque para una familia que haya un sacerdote en ella es un regalo, es muy especial, es una gran alegría. Tristeza porque en esta vocación de alguna manera renuncias a tu familia, pero no totalmente, ya que uno nunca se olvida de ella pero uno se da cuenta de que al elegir este camino uno pasa más tiempo con su familia eclesial,” dijo el Padre Murillo.

Su primera asignación fue en Tilobasco Cabañas en El Salvador, en donde ejerció por cerca de 15 meses. Después de eso se fue a Roma para completar estudios avanzados en teología en la Universidad Pontificia Gregoriana.

“Para mí fue una experiencia maravillosa y única. Estuve allí cuando Juan Pablo II fue Papa”, dijo el Padre Murillo.

Después de haber terminado sus estudios, el Padre Murillo pasó un tiempo en la Arquidiócesis de Baltimore para entonces regresar a su natal El Salvador.

La invitación a Salt Lake nació de sus compañeros sacerdotes salvadoreños quienes se encuentran en Utah. 

La Diócesis Católica de Salt Lake City cuenta con cinco otros sacerdotes quienes también son originarios de El Salvador. Cuatro sacerdotes de la diócesis de Salt Lake City son de El Salvador (El Padre José Barrera-Hernández, Vicario Parroquial de la catedral de la Magdalena quien, a partir del 15 de agosto, será el Vicario Parroquial de Santa Teresita del Niño Jesús, en Midvale;  el Padre Marco Tulio López, Administrador de la parroquia de Saint Andrew  en Riverton; el Padre José Fidel Barrera-Cruz, Administrador de la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe en Salt Lake City; El Padre Fernando Velasco, Vicario parroquia de San Francisco de Asís y el Padre Oscar Hdz. Administrador de San Felipe en Wendover).

“Creo que como sacerdotes siempre debemos estar en donde nuestra iglesia nos necesite, tenemos un compromiso con la Iglesia Universal”, dijo el Padre Murillo.

Entre sus metas está el llegar a descubrir las necesidades de la Iglesia en su nueva área.

“Quiero acompañar a las personas ya que todos tienen el derecho de tener sacerdotes. La fe siempre es la misma en todos los lugares; los migrantes tienen el derecho a la asistencia pastoral de la Iglesia.”

El Padre Murillo siempre se ha preocupado por que la comunidad siempre pueda mantener vivo el tesoro de la fe 

“Tenemos que mantenerla y fortalecerla. Sabemos que todo lo que hacemos es un don de Dios. Nuestro ministerio y trabajo pastoral de nosotros los Sacerdotes, está siempre en las manos de Dios; la obra es de Él, y Él la hará germinar. Donde quiera que vayamos, donde quiera que estemos, nuestro ministerio es el mismo. Dios bendiga siempre nuestro ministerio”, dijo el Padre Murillo.

Agradeciendo a la comunidad de Saint Elizabeth, les quiere decir que siempre se encomienda a sus oraciones.

“Siempre estaremos unidos a través de la fe en el Único Dios que nos ama y cuida de cada uno de nosotros sus Hijos”, dijo el Padre Murillo.