El trabajo del Obispo Solis en la Oficina del Ministerio de Etnias es recordado cariņosamente

Friday, Feb. 03, 2017
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El obispo Solis, junto a miembros de la comunidad filipina de la arquidiócesis de los Angeles, enfrente de una de las exhibiciones de la Conferencia de Educación Religiosa del 2009.

Traducción: Laura Vallejo
Intermountain Catholic
SALT LAKE CITY — El obispo Oscar Solis marcó la historia nacional cuando el 10 de febrero del 2004 se convirtiese en el primer obispo de origen filipino en ser ordenado en los Estados Unidos. Con el título llegaron nuevas responsabilidades ya que fue designado como vicario de la Oficina del ministerio étnico de la arquidiócesis de los Ángeles, posición que sostuvo hasta el 2009.
Marija Newsom, quien fuese una de las voluntarias de la Cámara de Directores de la OEM cuando el obispo estuvo como vicario fijo que no hubo casi ninguna alma que el obispo no hubiese impactado. “Fue un líder maravilloso. Se le aprecio mucho... No, no solo fue apreciado, fue muy querido,” 
Michael Lau, quien fuese presidente de la cámara de directores del OEM durante la administración del obispo Solis, dijo que la meta del OEM fue construir un ministerio que sirviera a todas las etnias entablando puentes entre los diferentes grupos. Tanto Lau como Newsom concordaron en que el obispo Solis personificó esa meta.
Lo que más me impresionó del obispo Solis fue como para la cada etnia era importante, a pesar del tamaño de sus miembros,” dijo Newsom. “Respetaba a cada grupo étnico y asistía a casi todos los eventos que estos realizaban.”
“Como vicario del OEM, revitalizó todo el ministerio,” ella dijo. De hecho, la influencia del obispo Solis y su trabajo en el OEM hasta el día de hoy se sienten en la arquidiócesis de Los Ángeles.
Por ejemplo, poco después de que el obispo Solis fuera asignado como Vicario, se suscitó un conflicto acerca del día anual del migrante del OEM, sin embargo, el día del Migrante no era totalmente inclusivo. Lola Loudd, presidenta del OEM y representante de la comunidad  áfrico-americana de la arquidiócesis de los Ángeles lo resumió en una frase: ‘yo no soy inmigrante’.
Otras comunidades étnicas como la india-americana, nunca migraron a ninguna parte y también fueron dejadas fuera de las celebraciones.
Cuando se suscitó la controversia, Loud recuerda que pensó ‘OK, vamos a tener que ir a nuestros hogares y ponernos a rezar.”
La respuesta a las oraciones llegó cuando el pro-blema llamó la atención del obispo Solis, el cual ofreció una solución. “El sugirió que el nombre de la cele-bración fuese cambiado a Celebración Cultural; la cual era más inclusiva de cada comunidad del OEM. La celebración, incluyendo su nuevo nombre, es reconocida por la arquidiócesis de los Ángeles y es celebrada cada año.
‘El obispo Solis, siempre fue muy sensitivo a las neecsidades de todos,” dijo Loudd.
Aunque los cambios que el obispo Solis realizo fueron importabntes, el amor y respeto de las personas de la oficina del ministerio étnico llegó con el corazón amable y la naturaleza amorosa del obispo Solis, lo dieron a quererse en la arquidiócesis de Los Ángeles,” dijo Lupe Garrido, su secretaria personal.
“Era como ir a Disneylandia cada día, era muy divertido trabajar para él,” dijo Garrido.
Él sabía exactamente lo que se necesita hacer,” dijo Lau. “Es un hombre muy inteligente y con quien es muy fácil trabajar. Él sabe escuchar.”
“Él siempre nos apoyó,” dijo Eva Walters, representante de los Indio-americanos de la OEM. “Si tenías problemas, él estaba siempre dispuesto a escuchar y ayudar en lo que pudiese.”
Su sentido del humor también era muy valorado.
Butch Geraldez, quien fungió como tesorero y vice presidente del OEM dijo que una de las maneras favoritas en que el obispo Solis saludaba a las personas era decir en Tagalog, “hindi naman ako hihingi ng donasyon.” lo cual traducido quiere decir “no tengas miedo de acercarte ya que no te pediré una donación.”
Lau recuerda una ocasión en la que la naturaleza de luz del obispo Solis deslumbro: el obispo frecuentemente les decía a los miembros de la OEM que necesitaban trabajar en equipo y que no siempre debían de escuchar lo que el como obispo les decía. 
“Así es que en una ocasión, mientras estábamos trabajando. El obispo Solis me decía que hiciera esto y aquello, y yo le dije ‘Obispo tiene que dejar de controlar de forma excesiva’, y luego pensé ; Híjole, no debí de haber dicho eso. Pero el obispo Solis me respondió ‘Michel tienes toda la razón,” dijo Lau agregando que el obispo Solís nunca tuvo miedo de poner en funciones sus consejos dejando de lado el orgullo.
Al despedirse le obispo Solis Newson dijo que lo van a extrañar entrañablemente.
Garrido dijo que a pesar de eso o todos están muy contentos por él. 
“La diócesis de Salt Lake City es muy afortunada ha recibido una gran bendición. El obispo Solis está en mis oraciones. Y también oro porque las personas de Salt Lake City reciban el don de trabajar junto al obispo Solis. El es una gran bendición de Dios.”

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