El valor de la Amistad

Hace algunas semanas viaje a Chicago para participar en la 5k/15k Hot Chocolate’ para recaudar fondos para el programa de voluntarios lasallistas.

Durante mi estancia pude ver a varios amigos a quienes no había visto desde hace mucho tiempo. Reflexionando sobre el fin de semana que pase con ellos, estoy llena de gratitud por contar con amigos tan maravillosos en mi vida!.

El grupo de amigos con el que me reconecte en Chicago es muy diverso: tengo amigos que tienen 20 tantos años de edad quienes apenas comienzan sus carreas profesionales y amigos en sus 70’s a punto de retirarse; tengo amigos que viven en diferentes ciudades a lo largo del país y quienes tienen una variedad de profesiones; tengo amigos con dife-rentes culturas y pasiones que son muy diferentes a las mía.

Cuando veo por fuera a este grupo pare raro que más del 60 por ciento de nosotros viajáramos horas para reunirnos para una carrera en Chicago, pero viendo más a fondo en los lazos de nuestra amistad, para mí, todo toma sentido completo. Todos nos encontramos por nuestra dedicación para ofrecer educación de calidad a los que más la necesitan.

Debido a esta base cristiana de nuestra amistad, fácilmente nos pudimos reunir e identificar. Conforme el fin de semana pasó no sentí más que apoyo y ánimo del grupo.

No hubo rivalidades con la que se encuentran en algunas relacione, solo amigos escuchando y abriendo sus corazones y mentes ante las historias de los otros amigos.

Algunas de las historias eran acerca de los recientes logros y algunas de retos, pero todos nos reunimos apoyándonos y deseando solo lo mejor para los otros.

Quiero compartir esta experiencia con ustedes para enfatizar la importancia de rodearse con amigos que creen en ti que te inspiran a ser una mejor persona. Regrese del fin de semana en Chicago con un espíritu renovado y con mucha energía.

Esto es lo que los verdaderos amigos hacen por tí – te ayudan a creer en ti mismo, están contigo en las buenas y en las malas y te inspiran a vivir tus valores.

En la letra a los Filipenses de San Pablo nos da un gran modelo de una verdadera amistad.

"Pues Dios me es testigo de cómo os añoro a todos vosotros con el profundo amor de Cristo Jesús. Y ésta es mi oración: que vuestro amor abunde aún más y más en conocimiento y en todo discernimiento, para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprensibles en el día de Cristo, llenos del fruto de justicia, fruto que viene por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios".

Después de haber leído y reflexionado sobre este pasaje, pregúntate: ¿quienes son mis verdaderos amigos?, ¿me ayudan a conservar los buenos valores?, ¿de quién soy un verdadero amigo?,¿cómo puedo ser a mayor semejanza de Cristo con mis amigos?