Elizabeth Smart recuerda que la cena en el comedor de St. Vincent de Paul 'fue una bendición'

Friday, Nov. 11, 2016

Traducido por: Laura Vallejo

Intermountain Catholic

SALT LAKE CITY — Hace catorce años, Elizabeth Smart-Gilmour experimentó lo que ella describe como la época más obscura de su vida. A los 14 años de edad, fue secuestrada, captiva y violada varias veces en un período de nueve meses. 

A pesar de las circunstancias, la bondad de desconocidos en ocasiones le daban luz a sus tinieblas; uno de esos momentos sucedió cuando sus captores la llevaron al comedor de CCS St. Vincent de Paul ubicado en el centro de Salt Lake City.

“Una noche comí allí,” récord durante la cena humanitaria de CCS celebrada el 4 de noviembre, allí ella fue honrada por su trabajo defendiendo a las víctimas del tráfico humano y de crímenes sexuales violentos.

Smart dijo que, sin esa cena, ella hubiera pasado ese día con hambre, agregando que no fue, sino que hasta que vio un video del comedor, mostrado en la cena, que se acordó de haber comido allí. “Fue una gran bendición poder recibir esa comida durante esa atapa de mi vida.”

Otros actos de bondad de desconocidos han hecho que su definición de familia haya cambiado; ahora ella piensa que “la familia es alguien que se preocupa por tí, alguien que quiere lo mejor para tí, alguien que te quiere, y yo tengo muchas bendiciones por eso; estoy rodeada de personas así cada día de mi vida.”

Después de haber visto el video de los servicios que CCS brinda a los refugiados, a los indigentes y a los hambrientos, Smart dijo que ella siente que el personal y los voluntarios de CCS son la familia de aquellos en necesidad.

Smart-Gilmour, junto a Russell M. Nelson, Presidente del Quórum de los Doce Apóstoles de la Iglesia de los Santos de los Últimos Días y el Arzobispo John C. Wester de Santa Fe, fueron honrados en la cena humanitaria de CC, la cual atrajo a más de 700 personas al hotel Little América.

El comedor de St. Vincent de Paul sirve cerca de 1,000 comidas diariamente y tal vez sea una de las operaciones más conocidas de CCS, pero la organización también brinda servicios de consultoría laboral y otros servicios para los indigentes en el Centro de Recursos Weigand.

Otros programas sirven a los refugiados e inmigrantes, dependiendo también de las donaciones de la comunidad.

“Estamos rodeados por ciento de personas, vecinos que se ven como uno mismo, quienes trabajan para que esta comunidad sea más fuerte. CCS ha estado trabajando con y en la comunidad por 71 años, y ustedes has estado juntos a nosotros, nuestros vecinos, nuestros amigos, cada paso del camino, sin rendirse y sin parar sirviendo a quienes más lo necesitan,” dijo Peter Corroon, presidente de la Cámara de Consejeros de CCS, conforme daba la bienvenida a los asistentes a la cena, los cuales describió como “personas que viven su fe sirviendo a los más vulnerables.”

Entre los asistentes a la cena estuvieron Monseñor Colin F. Bircumshaw, administrador diocesano y presidente interino de la cámara de consejeros de CCS; Monseñor J. Terrence Fitzgerald, vicario general emérito; el Rev. Scott B. Hayashi, Obispo de la diócesis Episcopal de Utah; el presidente Henry B. Eyring y el presidente Dieter F. Uchtdorf de la Iglesia de los Santos de los Últimos Días; el gobernador de Utah Gary Herbert y el vice gobernador Spencer Cox; así como un gran número de legisladores y clero; el padre Anthony Savas de la iglesia griega ortodoxa St. Anna fue el encargado de la invocación; el padre Andrezej Skrzypiec de la iglesia Católica de  Saint Ambrose dió la bendición.

Durante sus comentarios al recibir el premio ‘Humanitario del Año’, el presiente Nelson, cirujano y médico investigador de renombre internacional, expresó sus respetos y admiración por el ‘excelente trabajo’ de CCS.

CCS reubica a más de 600 refugiados cada año y “ciertamente es un acto de bondad cristiana para nosotros el brindar hospitalidad y compasión a quienes han llegado como extranjeros entre nosotros,” dijo el presidente agregando que el año pasado en respuesta a la crisis mundial de refugiados, la presidencia Primaria de la iglesia LDS publicó una carta invitando a la unión de las iglesias, familias e individuos a participar en los proyectos locales para ayuda a refugiados.

“La respuesta a la invitación ha sido grandiosa,” dijo el presidente. “Literalmente miles de anfitriones han buscado maneras en que puedan ayudar. Muchas de estas buenas intenciones solo han podido ser posibles gracias al gran trabajo que nuestros amigos de CCS, el Comité Internacional para refugiados y otras organizaciones para refugiados, han realizado aquí y a lo largo de la nación.”

Conforme el presidente concluía sus comentarios dijo “rezo para que sigamos caminando juntos como socios en esta gloriosa causa mientras se salvan y se engrandece vidas, y así podremos llegar a disfrutar de una vida significativa.”

El Arzobispo Wester, quien fue el noveno obispo de la Diócesis Católica de Salt Lake City, y quien sirve como presidente de la Cámara Directiva de CCS, dijo que estaba contento por la oportunidad de regresar a Utah ya que “este es realmente mi hogar.”

Utah es un maravilloso modelo para nuestro país ya que las personas de diversas creencias, políticos y comunidad “se unen para el bien común,” dijo el arzobispo agradeciendo a los presentes. “Ustedes sin una iglesia vibrante, de respuesta y amorosa y una comunidad de fe. Ustedes trabajan bien juntos – todos ustedes,” dijo el arzobispo agregando que “CCS es más que solo una organización o un grupo defensor o una especia de red de seguridad social, es una comunidad de personas de fe dedicadas a responder el llamado de Jesucristo de ver el rosto del Señor en todas las personas… particularmente es los ojos de los pobres, de quienes viven marginados, de quienes se han quedado sin suerte.”