Eventos Pro Vida en la Diócesis de Salt Lake City reúnen a cientos

Friday, Jan. 26, 2018
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Después de la Misa participantes del Ministerio de Jóvenes de la Catedral de la Magdalena llevaron velas, las cuales representaban las vidas de los niņos muertos por el aborto, al exterior de la Catedral de la Magdalena en donde tanto el clero, ministros y asistentes a la Misa se reunieron por un momento.
By Marie Mischel
Intermountain Catholic

Traducido por: Laura Vallejo

Intermountain Catholic

SALT LAKE CITY — Oraciones y personas defendiendo la protección de los no natos, los Católicos de la Diócesis de Salt Lake City marcaron el pasado fin de semana mismo que presidió al aniversario de la legalización del aborto en los Estados Unidos.

“Cada una y todas las vidas humanas tienen gran valor y dignidad, son merecedoras de respeto, protección y seguridad,” dijo el Reverendísimo Oscar A. Solis, Obispo de Salt Lake City al comienzo de la Misa por los no natos realizada el 18 de enero en la Catedral de la Magdalena. “Cualquier amenaza para la dignidad y para la vida debe de ser sentida duramente en el corazón de la Iglesia. Así es que, esta noche nos reunimos para orar y dedicar nuestras vidas una vez más a promover el Evangelio de la vida proclamado por nuestro salvador, especialmente entre los más indefensos y vulnerables.”

Concelebrando la Misa estuvieron el padre Martin Diaz, rector de la Catedral de la Magdalena, el padre Hernando Diaz, sacerdote diocesano retirado; el padre John Evans, párroco de la iglesia de St. Thomas More ; el padre Joseph Delka, vicario parroquial de la parroquia de St. Joseph (Ogden); el padre J.J. Schwall, párroco de la Iglesia de of Our Lady of Lourdes (Salt Lake City; y el padre Lukasz Misko, capellán de  St. Catherine of Siena Newman Center. Varios diáconos diocesanos asistieron durante la Misa.

En su homilía el Obispo Solis dijo que aque-llas personas reunidas en la Catedral estaban allí para orar por los millones de bebes que han sido abortados, y también para reparar el pecado.

“Esto es muy triste y una tragedia horrible que cimbra nuestras consciencias y nos obliga a reflexionar en el don preciso de Dios de la vida, así como para hacer luto por las muchas vidas perdidas,” dijo el Obispo.

El Obispo Solis dijo que la Misa fue un recordatorio de la creencia fundamental de la Iglesia en la santidad de la vida y en la dignidad de cada vida humana, lo cual forma las bases de la Enseñaza Social Católica así como de la ley natural.

Más de 50 millones de abortos han ocurrido en los Estados Unidos desde 1973, cuando la Corte Suprema de los Estados Unidos decidió en Roe vs Wade, lo cual legalizó el aborto, y “no podemos permanecer indiferentes e insensibles al mal del aborto, ya que es moralmente malo y radicalmente incompatible con el amor de Dios y con la dignidad de cada vida humana - la persona fue creada a imagen y semejanza de Dios,” dijo el Obispo. “No podemos permitir una cultura que desecha y pasa por alto la vida como si esta fuera basura.”

Como personas con conciencia, “tenemos que hacer algo para salvar las vidas inocentes y preciosas,” dijo el Obispo. Conforme la Misa llego a su término, el obispo agradeció a los asistentes y les pidió que oraren “para continuar siendo la luz para todas las personas, para que seamos testigos de Dios en la sombra que trae el aborto.”

Entre las personas que asistieron a la Misa estaban Jared y Lindsay Burge, quienes llevaron con ellos a su bebe de 20 meses de edad. Miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, los Burges son pro vida y asistieron a la Catedral “para apoyar la causa en que creemos,” dijo Lindsay.

“Nos gusta mucho que la Iglesia Católica sea un fuerte aliado en la protección de la vida,” dijo Jared.

La Misa por los no natos va a ser un evento anual, comentó el Obispo Solis.

“Tenemos que enfatizar y enseñar y compartir el hermoso principio de las enseñanzas católicas sobre la dignidad y santidad de la vida ya que está siendo atacada por diferentes frentes,” dijo el Obispo. “Sabemos que existen amenazas generalizadas en todas las secciones y en todos los frentes- aborto, eutanasia, suicidio asistido, ingeniería genética, y toda clase de cosas locas que de alguna manera subestiman la dignidad y santidad de la vida humana que Dios nos ha dado. Es nuestra responsabilidad dejar saber al mundo sobre las enseñanzas de Cristo para que así puedan valorar la vida en todas sus etapas.”

Al siguiente sábado, docenas de Católicos se unieron a los cientos de personas de Utah que fueron del  Washington square al capitolio estatal  para participar en la Marcha por la Vida. Entre ellos estuvo Salvador Ceja-Monroy feligrés de la parroquia de St. Joseph quien es el presidente de la ‘Catholic Association for Social Action’ de la Universidad aWeber State.

Para él, el mensaje pro vida incluye no solo la oposición al aborto sino la oposición a a la eutanasia y a la pena de muerte. “El aborto no es realmente libertad, es quitarle la vida a alguien,” dijo agregando que también cree que aquellos quienes promueven la posición pro aborto tienen como blanco a las minorías. El participó en la marcha porque “hace cuarenta años no tenía una voz [en contra] de las tensiones raciales en este país, y hubo quienes me dieron la voz y pelearon por los derechos civiles, y ahora es mi turno, ahora que tengo voz, de luchar por quienes están indefensos y por aquellos a quienes la sociedad los tacha de no humanos o no les da un trato humano.”

Cerca de 15 personas del movimiento Cursillo recitaron el Rosario durante la marcha ya que “necesitamos que Nuestra Santa Madre nos ayude a hacer este trabajo,” dijo Connie Gallegos, feligrés de la parroquia de St. James the Just.

“Quisimos orar el Rosario por los no natos y por quienes tienen que tomar la decisión de no abortar,” agrego Rita Stelmach, feligrés de la parroquia de St. Patrick quien organizó a los marchantes del cursillo.

La nieve que cayó la noche anterior hizo que Teri Muller, feligrés de la parroquia de Santa Teresita del Niño Jesus pensara en no acudir a la marcha, pero decidió hacerlo porque “estamos muy cerca de un cambio en este país y necesitamos estar visibles, necesitamos demostrar que esto es importante, que todas estas vidas importan, y que no hay lugar para el aborto.”

El 21 de enero, cerca de 50 personas se reunieron en el cementerio Católico Mount Calvary para el rosario diocesano anual por la vida. El Obispo Solis dio la bienvenida a los presentes,

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