SALT LAKE CITY — Las fiestas de las Posadas celebradas a lo largo y ancho de la Diócesis Católica de Salt Lake City ofrecieron mucha alegría para todos. Las posadas son tradiciones hispanas las cuales recrean el viaje de José y María en busca de una posada durante su cami-no a Belén. Las celebraciones de nueve días comenzaron el 16 de diciembre en la Catedral de la Magdalena y durante cada uno de los días siguientes diferentes pa-rroquias iban celebrando otras Posada. En la Catedral de la Magdalena el Re-verendísimo John C. Wester, Obispo de Salt Lake City dió un mensaje especial. "Hoy estuve con las personas que pi-dieron Posada. Muchos de nosotros preferimos estar siempre adentro y no afue-ra", dijo el Obispo Wester refiriéndose al hecho de que esa noche en particular hacía muchísimo frío mientras que en el interior el ambiente era muy confortable y algunas personas prefirieron quedarse en las comodidades sin importarles las otras que sufren o que tienen alguna necesidad. Durante las Posadas muchos niños fueron los encargados de representar a la Virgen María y a San José. Entre ellos estuvo María Guadalupe Gálvez, quien dijo estar muy orgullosa de representar a María en la Posda de la Catedral. "Estoy muy orgullosa y contenta, para mi es muy importante enseñarles nuestras tradiciones", dijo Clara Gálvez, mamá de María Guadalupe. El día 18 de diciembre para su Posada, la Iglesia Católica de Guadalupe realizó una gran celebración en el Centro Cívico Mexicano en el centro de Salt Lake City. "El Adviento es un tiempo de preparación, para una gran preparación de nuestros espíritus", dijo el Rev. Javier Vírgen, Vicario para los Hispanos de la Diócesis Católica de Salt Lake City quien funjió como maestro de ceremonias en la Posada de la Iglesia de Guadalupe. "Hemos pedido posada y se nos ha dado po-sada, pero más importante es que demos posada en nuestros corazones, siendo siempre compasivos, misericordiosos". Más de mil personas se reunieron para escuchar la música interpretada por dos coros uno anglo y uno hispano. "Dejamos de realizar esta celebración durante tres años, pero ya estamos otra vez aquí haciéndola en grande", dijo José Luis Palestino, feligrés de Nustra Señora de Guadalupe y uno de los organizadores del evento. Alrededor de 50 fueron los feligreses de esta parroquia los que participaron, cantando, bailando y haciendo una re-presentación de la peregrinación de José y María a Belén. "Tendremos muchas luces y varios efectos por los que estamos muy emocionados ya que es la primera vez que los vamos a usar", dijo Palestino antes de que comenzara el evento agregando que estaban listos para recibir a por lo menos mil quinientas personas. "Es importante que nuestros hijos participen para preservar nuestras tradiciones", dijo Himelda Soto, feligrés de nuestra Señora de Guadalupe y mamá de dos niños que participaron en las representaciones parte de esta Posada. En las Posadas tradicionalmente se reza el rosario y los cantos de música tradicional. Típicamente después de las oraciones se realiza un festejo. En la Ca-tedral las piñatas y los tamales fueron el deleite de los asistentes. En la Posada de Guadalupe la música, los aguinaldos, las representaciones que contaron con animales en vivo y las luces hicieron que esta celebración fuera muy memorable. En sí en las parroquias chicos y grandes, sin importar la cultura u origen se dieron cita para que todos juntos como Católicos celebraran el Adviento, esperando recibir un año más a El Señor Jesús en sus vidas. "Quiero agradecerles a todos por su fe y por su presencia en esta Diócesis", dijo el Obispo Wester. "Es un verdadero ho-nor ser su Pastor". Las posadas diocesanas fueron patrocinadas por la oficina del Ministerio Hispano de la Diócesis Católica de Salt Lake City y por cada una de las nueve pa-rroquias que participaron.
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