Los inmigrantes dan beneficios substanciales a la economía de los Estados Unidos

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El cardenal de Los Angeles Cardinal Roger M. Mahony habla durante un rally a favor de la reforma migratoria en o Washington.

Recientemente la legislatura aprobó una propuesta que dará oportunidades a los individuos de Nuevo León, México el llegar a Utah y poder trabajar. A través de los debates en este y otros temas migratorios, varias preguntas se han hecho acerca del efecto de trabajadores inmigrantes en los Estados Unidos. Siendo la tasa de desempleo de casi el 10 por ciento en la nación, no será que los inmigrantes indocumentados nos están quitando lo trabajos? A esto frecuentemente sigue la preocupación de que los inmigrantes indocumentados no contribuyen a la economía pagando impuestos.

La realidad es un poco más compleja. Un estudio realizado por el Centro de Políticas Migratorias en el 2009, encontró que los inmigrante que tienen tiempo de haber llegado al país son muy pocos en cuanto al porcentaje de la población en condados en donde la tasa de desempleo está arriba del 13 por ciento. Los condados con la menores tasas de desempleo, por debajo del 4.8 por ciento, cuentan con una gran población de inmigrantes de nuevo arribo. El estudio también demuestra que los inmigrantes tienden a ser empleados en industrias con menos buscadores de empleos. Además no existe evidencia que sugie-ra que los inmigrantes se están quedando con los trabajos de otras personas.

Insolitamente los inmigrantes contribuyen con substanciales beneficios económicos, en donde el seguro social recibe aproximadamente 7 billones de dólares de los inmigrantes indocumentados. Esos mismos contribu-yentes no son elegibles para los beneficios del Seguro Social resultando en una red de beneficios para el Seguro Social y sus beneficiarios.

Los inmigrantes indocumentados también pagan los impuestos de toda sus compras, impuestos directos o indirectos de propiedades dependiendo si tienen una casa o rentan. De hecho el Instituto de Consejeros y Economistas del presidente (CATO por sus siglas en inglés) reporta que un inmigrante paga ochenta mil dólares más en impuestos en servicios de gobierno. En pocas palabras, los inmigrantes indocumentados subsidian beneficios tales como el Seguro Social el cual solo está disponible para los ciudadanos.

La historia nos demuestra como las condiciones de trabajo de las reformas migratorias son para todos los empleados. De acuerdo a una encuesta realizada en 1992 por el Departamento de Trabajo de los Estados Unidos, la legalización antes de la reforma migratoria y acto de control resultó en un 15 por ciento de incremento en los salarios para los trabajadores legales y aun más incremento para todos los trabajadores de los Estados Unidos. Otra vez, la inclusión legal de los individuos indocumentados en la fuerza de trabajo resultó en una ganancia neta para todos los trabajadores.

En Utah, los trabajadores inmigrantes indocumentados son participantes vitales en nuestra comunidad. La población de inmigrantes ha comenzado a multiplicar los negocios a lo largo del estado para un total de $227 millones de dolares en ventas anuales. La mayoría de esos negocios pertenecen a la industria del servicio. Es así como la población en Utah perderían no sólo a los que les hacen el jardín, los que trabajan en sus casas y negocios sino también a los consumidores que compran servicios y bienes en servicios de los negocios locales. De hecho el centro de investigaciones Pew estima que Utah perdería 2.3 billones de dólares al año sin la participación de la población de indo-cumentados dentro de la economía.

Un camino federal para legalizar la inmigración daría beneficios para todos. La lega-lización generaría más billones en impuestos y animaría a mayores empresarios; y aún más importante, reconoce que la dignidad humana de los inmigrantes y la imperativa moral de tratar a todos con una igualdad y respeto. El empleo de trabajadores indocumentados es una violación a la ley, quen ofrece salarios más abajo que los mínimos y que la mayoría de las veces, se piden horas horrendas de trabajo, esto no puede y no debe de ser condonado por una nación civilizada. Como Católicos, creemos que todas las personas tienen derecho a una vida digna y con ello el derecho a inmigrar cuando sea necesario para poder conseguir esa vida.