La cena anual 'Catholic Community Services Humanitarian Awards' honra a filántropos

Friday, Nov. 01, 2013
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Frank Layden, presidente retirado de los Jazz, llama a su esposa Bárbara como una de sus horoínas y le da crédito por sus éxitos.IC foto/Marie Mischel
By Marie Mischel
Intermountain Catholic

SALT LAKE CITY — De primera vista, Frank y Barbara Layden parecieran tener muy poco en común con Armani McFarland.

Los Laydens son abuelos. Frank Layden es conocido nacionalmente como un entrenador de basquetbol profesional y el presidente retirado de equipo NBA Jazz; su esposa ha pasado años aconsejando mujeres con problemas de adicciones. Por el otro lado, McFarland es una estudiante de primaria.

Lo que los une es su amor y deseo de ayudar a los menos afortunados.

Por eso, el 24 de octubre fueron honrados en la cena anual 2013 ‘CCS Humanitarian Awards. Los Layden fueron nombrados ‘2013 Humanitarian of the Year’ y McFarland recibió el premio ‘Unsung Hero’.

Los Layden "han dedicado sus vidas a ayudar a los pobres y vulnerables. Frank y Barbara han trabajado muy duro para que su comunidad sea un mejor lugar apoyando a numerosas causas caritativas", se lee en una parte del programa de la cena.

Aceptando el premio, Barbara Layden dijo que estaba agradecida por la ayuda que su familia recibió de las caridades católicas y de su iglesia después de que su padre falleciera cuando ella solo tenía 4 años de edad.

El discurso de 15 minutos de Frank Layden estuvo lleno de humos y la audiencia se mantuvo con sonrisas, desde que comenzó su primera línea. Sosteniendo el premio, una vasija de plata, dijo "es mi entendimiento que uno debe de ganar tres años consecutivos para poder quedarse con ella".

En su discurso le dio el crédito a su padre las enseñanzas su gratitud y servicio a los demás – su madre murió cuando él nació.

Como segunda generación de católicos irlandeses con una educación de 6to. Grado, Layton padre trabajo en los muelles pero "nos enseñó… no tengan miedo a servir a otros, y eso es lo que parece que el hacía todo el tiempo libre que tenía", dijo Frank Layden.

Frank Layden dijo que su esposa por 57 años "estamos bendecidos… Nuestra mesa está llena. Tenemos muchos privilegios – buena salud, buenos amigos, buenos trabajos y porque no querríamos compartirlo con otros?. Compartir no solo nuestras habilidades sino nuestro conocimiento de una forma en que ayudamos a los que son menos afortunados que nosotros".

Frank Layden dijo que estaba agradecido y era gratificante que él y su esposa hayan sido honrados con el premio, pero "hay muchas, muchas personas en la audiencia, que viven en esta comunidad, que se merecen este premio", dijo, "pero saben qué?, creo que nosotros no lo merecemos ya que Barbara y yo durante todo el tiempo que hemos estado casados… solo tratamos de hacer lo que correcto".

Tal vez, sin que fuera una sorpresa, tanto Frank Layden como McFarland evocaron a la Madre Teresa de Calcuta en sus comentarios.

McFarland de 10 años de edad durante los últimos dos años ha organizado 7 recaudaciones recolectando comida para los bancos de alimentos, mochilas para los estudiantes que las necesitan y animales de peluche para que las personas que atienden emergencias se los den a los niños que sufren una situación traumática.

Recordando a la descripción de la Madre Teresa sobre ella misma como un pincel en la mano de Dios McFarland dijo "no quiero nada más que un pequeño pincel de Dios".

La audiencia, tal y como lo hicieron con Frank y Barbara Layden, recibió calurosamente a McFarland en su discurso, en donde agradeció a todas las personas que la han ayudado en sus proyectos, comenzando con "agradezco a mi mamá y a mi papá, quienes me han ayudado a planear, organizar y me han llevado a todas mis recaudaciones, proyectos y servicios voluntarios".

Ella disfruta el involucrar a sus amigos y compañeros de escuela en su servicio voluntario. "Creo que es importante que las personas sepan que no importa que tan joven eres o que tan viejo seas, si sólo eres tu o si tienes a 100 amigos que quieren ayudarte. Todos podemos hacer la diferencia. Dios quiere que ayudemos a quienes no se pueden ayudar por ellos mismos… Creo que al dar solo un poco de tu tiempo uno pude logra una gran diferencia en las vidas de otros".

Durante el banquete también fueron honrados ‘The Presiding Bishopric’ de la Iglesia de los Santos de los Últimos Días, quien recibió el perio ‘Humanitarian’; el centro comunitario de servicio ‘Lowell Bennion’ de la Universidad de Utah, como ‘Partner of the Year; y el ‘Employee of the year’ fue Jeff Bailey.

Durante sus notas el Reverendísimo John C. Wester obispo de Salt Lake City, recordó a los presentes que "estamos llamados a proclamar la buena nueva de que Jesucristo ha resucitado de entre los muertos, y eso es precisamente lo que CCS hace, y lo que ustedes hacen a través de ellos en tantas formas proclamando la buena nueva en nuestra comunidad… Gracias, a cada uno de ustedes, por tomarse el tiempo sacrificándose para proclamar la Buena Nueva a través de su generosidad a CCS".

 

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