Neocatecúmenos de Utah viajan para ver al Papa

Formada en Madrid en 1964 por Kiko Argüello y Carmen Hernández, el Camino Neocatecumenal se presenta como un itinerario de formación católica post-bautismal o fundación de bienes espirituales.

“Nuestros catequistas del neocatecumenado nos dijeron que podríamos ir a tener un encuentro con el Papa Francisco durante la Reunión Mundial de Familias 2015 en Filadelfia… estábamos muy sorprendidos”, dijo Méndez.

Desde ese momento todos comenzaron a trabajar arduamente para recolectar los fondos necesarios para po-der realizar el viaje.

“Mi sentir era como lo menciona la Biblia claramente el sucesor de Pedro es nuestro Santo Padre y yo quería verlo para hacer oración por toda mi familia yo necesitaba ese encuentro con mi Santo Padre,” dijo Méndez.

Su trabajo rindió frutos y Méndez junto con un pequeño grupo viajaron a Filadelfia por avión. 

Nosotros llegamos a una iglesia a hacer oración como comunidad y de ahí partimos para ir a ver al Santo Padre.

“Al llegar nos dijeron en donde nos teníamos que reunir para esperar que pasara el Santo padre y ahí fue en donde  no importo el tiempo que estuvimos ahí pues estábamos en un mismo espíritu esperando muy contentos y ahí lo esperamos a que pasara en el papa móvil,” dijo Méndez agregando que las lágrimas no dejaron de correr por su rostro y sintió que esa experiencia lo cambio para siempre.

“Me puse a reflexionar mucho en vi vida pues he sido una persona materia-lista que nada más he vivido como si fuera eterno en este mundo”.

El 26 y 27 de septiembre el grupo también tuvo la oportunidad de reunirse en el Parque 

Benjamín Franklin para participar en el Encuentro Mundial de las Familias en donde vieron y escucharon al Papa Francisco durante sus presentaciones y en la Misa de clausura.

Méndez dijo que después de haber sentido el amor que el Papa Francisco irradia en todo lo que hace y dice, el sintió la urgencia de compartir el Evangelio con todos sus Hermanos y Hermanas.

“Nos invitó a ser profetas,” dijo Méndez. “No tengan miedo dense la oportunidad para sentir el espíritu del Señor. Con Dios no hay barreras  el Señor siempre provee y si te propones hacer algo siempre lo logras con la ayuda de nuestro Señor”.

Otra parte del grup paso seis días viajando Por las carreteras del país para poder ser testigos de las palabras del Santo padre durante el Encuentro Mundial de Familias.

Entre ellos estaba Yuriri, una feligrés del Sagrado Corazón, quien ha sido parte del Camino Neocatecumenal por dos años. 

Ella nunca pensó que en su vida iba poder ver en persona al Papa Francisco.

“No puedo realmente expresar con palabras pues es algo que yo en verdad creía que no iba a pasar con tantísima gente verlo de cerca … en verdad no me esperaba pues yo veía en las noticias mucha gente y yo decía yo creo que no lo vamos a poder ver de cerquita pero me conformo con ver su sombra con escucharlo pero gracias a Dios tuvimos la bendición de verlo muy cerquita, fue algo muy  maravilloso desde el principio,” dijo Yuriria.

Su trayectoria para poder ver al Papa comenzó hace varios meses en un camino que ella describe como lleno de pruebas.

“Fueron  muchas pruebas desde el principio desde que nuestros catequistas nos dieron el aviso pasaron  muchas cosas y muchos desánimo… incluso cuando a mí me dijeron que yo iba a tener que manejar me sentí con mucho miedo pues yo la verdad no tengo documentos y tenía yo mucho miedo pues pensaba que tal si hay algún reten o si nos detiene la migra  entonces mi catequista me decía animo tu puedes encomiéndate a Dios,” dijo Yuriria quien además no dejaba de pensar que después del viaje se iba a quedar sin un centavo para pagar su renta .

“Yo sentía toda esa responsabilidad de todos mis hermanos pues fuimos 12 personas en cada Van. Llegamos a pensar que tal vez en lugar de regresar a Utah íbamos a acabar regresando a México y no dejábamos de preguntarnos ¿qué vamos a hacer, que le va a pa-sar a nuestras familias?”.

Pero a base de mucha oración y de ánimo de todos sus compañeros Yuriria decidio enfrentar sus miedos.

“Haciendo mucha oración y encomendando mi vida y la de mi familia diciéndole a Dios si quieres que yo vaya veme indicando por donde… Tuve fe y ahora sé que Dios esta con nosotros y nunca nos deja,” dijo Yuriria.

Durante el viaje muchas personas les abrieron las puertas de sus hogares y les ofrecieron comida, situación que lleno el corazón de Yuriria de alegría, esperanza y misericordia.

“Nos dieron posada en sus casas… gente que no nos conocía nos brindaron su casas su camas. Cuando llegábamos ya nos tenían comida lista para que comiéramos y  nos hacían comida para llevar… fue un viaje  bien bonito, el sentir todo esto es algo único me siento muy bendecida y muy contenta a pesar de todos los miedos que tenía antes de ir”.

Después de su travesía Yuriria pudo por fin ver y escuchar al Papa Francisco.

“Ahora yo sé que Dios provee que él nos pone los medios y siempre está conmigo… Ahora se que tener los papeles no me va a dar la felicidad  antes yo creía que solo teniéndolos era como iba a encontrar la felicidad pero ahora sé que Dios es mi felicidad y que con Dios en mi vida nada me falta”.