Obispos católicos se unen a esfuerzos para apoyar ayuda humanitaria en los Estados Unidos

Friday, Mar. 24, 2017

Por Dennis Sadowski

Catholic News Service

WASHINGTON (CNS) — Cinco prelados católicos estuvieron entre 106 líderes religiosos que expresaron su apoyo para ayuda humanitaria internacional en el presupuesto de Estados Unidos en una carta a líderes congresionales.

La carta, enviada el 16 de marzo, discutió la importancia de dar apoyo a los programas humanitarios y de desarrollo que a través del Departamento de Estado “capacitan incontables personas para levantarse de la pobreza y vivir la vida con dignidad”.

La carta fue enviada horas después que la Casa Blanca emitiera una versión de su presupuesto para el año fiscal 2018 que propone recortes severos en los gastos federales en programas discrecionales de los departamentos de Estado, Salud y Servicios Humanos, y Vivienda y Desarrollo Humano, así como en la Agencia de Protección Ambiental.

Llamado el “presupuesto flaco”, la propuesta del presidente Donald Trump incluye un aumento de $54,000 millones en gastos discrecionales para la defensa militar con recortes correspondientes de gastos discrecionales en programas no militares.

El presupuesto propone un recorte del 28 por ciento a los programas señalados en la carta de los líderes religiosos.

Aumentos menores fueron incluidos para seguridad nacional – particularmente $2,600 millones para construir el muro fronterizo entre Estados Unidos y México e implementar tecnología de seguridad fronteriza – y $1,400 millones para libre elección de escuelas.

Los signatarios de la carta incluyen el obispo maronita Gregory J. Mansour de Brooklyn, Nueva York, presidente de la junta directiva de Servicios Católicos de Socorro (CRS), y el cardenal Timothy M. Dolan de Nueva York, quien ofreció una oración durante la ceremonia de juramentación de Trump.

La carta cita el capítulo 25 del Evangelio según san Mateo, que instruye a los fieles a servirle a los pobres y marginados como si le estuviesen sirviendo a Dios.

“Como un pueblo de fe no podemos darle la espalda a los que están en necesidad desesperada”, decía la carta. “Estamos agradecidos por el desarrollo global y los programas diplomáticos de (los Estados Unidos) que han sido fundamentales para salvar vidas, salvaguardar las libertades religiosas y mantener” el país a salvo y seguro.

El mensaje le recordó a Trump que la ayuda humanitaria y de desarrollo es el 1 por ciento del presupuesto federal y que esta ha ayudado a reducir mundialmente a la mitad la extrema pobreza, ha detenido la propagación de enfermedades infecciosas incluso el SIDA y Ébola y ha protegido la libertad religiosa de millones de personas en todo el mundo.

Los funcionarios de CRS también se opusieron a los recortes propuestos a la ayuda humanitaria y de desarrollo.

Bill O’Keefe, vicepresidente de relaciones gubernamentales y apoyo de la agencia de socorro y desarrollo en el extranjero de los obispos estadounidenses, dijo que recortes tan severos en la ayuda “nos retrocederían décadas”.

O’Keefe dijo en un comunicado que vidas humanas dependen de la ayuda.

“Y el futuro de nuestro país también depende de esta”, él dijo. “Podemos ayudar a los pobres y vulnerables a desarrollarse y gobernarse a sí mismos, como lo hemos estado haciendo exitosamente, o nos veremos obligados a enfrentar estos problemas cuando lleguen a nuestras (fronteras), bien sea en forma de enfermedades, violencia o inmigración”.