El 28 de julio 10 sacerdotes de la Diócesis Católica de Salt Lake City asumirán sus nuevas asignaciones como párrocos , administradores o capellanes, en las parroquias designadas. Aquí una breve presentación de cinco de ellos y de sus vidas; los cinco restantes fueron publicados en la edición del 9 de julio del Intermountain Catholic:
Padre José Barrera Cruz
El padre José Barrera Cruz nació en El Salvador en donde curso la preparatoria en la ciudad de San Vicente. Ingresó al seminario de Nuestra Señora del Camino en Solola, Guatemala, recibiendo títulos en filosofía y teología. Fue ordenado al sacerdocio el 2 de diciembre del 2002 para la Diócesis San Vicente, en donde tuvo varias asignaciones. En el 2008 llegó a la Diócesis de Salt Lake City, en donde fue asignado como vicario parroquial de la Iglesia de Santa Teresita del Niño Jesús. Durante dos años tuvo que salir de la diócesis por papeles migratorios, pero regresó en el 2010 para ser asignado a las parroquias de Santa Rosa de Lima, Cristo Rey y Nuestra Señora de Guadalupe.
A partir del 28 de julio el padre será el administrador de St. Elizabeth y de sus misiones aledañas -: St. Jude, St. Anthony of the Desert, San Juan Diego y de la capilla en la correccional del Centro de Utah.
¿Qué le gustaría que sus nuevos feligreses supieran de usted?
Quiero que sepan quién soy… que he estado por 10 años en la Diócesis de Salt Lake City, y 8 años en Nuestra Señora de Guadalupe.
¿Qué espera de esta nueva asignación?
Espero poder conocer a las personas y compartir con ellas lo que soy. Compartir mis talentos y ellos compartir sus talentos conmigo. Quiero que juntos crezcamos como comunidad.
Espero poder hacer crecer su fe y compartir como una familia, como una sola comunidad.
Como sacerdote, ¿cuál ha sido su mayor reto?
Mi reto más grande ha sido el ver a las personas celebrar la Eucaristía, el lograr que las personas amen la Eucaristía y que las personas reconozcan al verdadero salvador y que tabmbién reconozcan a Nuestra Señora.
Como sacerdote ¿cuál ha sido su experiencia más satisfactoria?
El celebrar los últimos Sacramento con las personas. El poder ayudarlos a la conversión. El compartir con la comunidad como familia en los buenos tiempos y en los malos tiempos.
Traducción: Laura Vallejo
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