Por Carol Glatz
Catholic News Service
CIUDAD DEL VATICANO (CNS) -- Todas las personas tienen el derecho a profesar libremente sus creencias religiosas sin miedo a coerción, dijo el Papa Francisco haciendo un llamado a la comunidad mundial a hacer más para proteger a la minoría yazidí.
“Es inaceptable que los seres humanos sean perseguidos y asesinados debido a su religión”, él le dijo a un grupo de yazidíes durante una audiencia privada en el Vaticano el 24 de enero.
Los yazidíes son una minoría religiosa monoteísta, indígena de ciertas regiones en Irak, Irán, Siria y Turquía. Ellos han sido especialmente perseguidos por los militantes del grupo Estado Islámico, quienes, como a los cristianos, los han obligado a convertirse o ser asesinados.
Él le dijo a los representantes, que ahora viven en Alemania, que este encuentro con ellos también era una señal de su solidaridad y preocupación por todos los yazidíes, particularmente los de Irak y Siria.
Sus pensamientos y oraciones fueron dirigidos a todas “las víctimas inocentes de la barbarie sin sentido e inhumana”, enfatizando que todas las personas tienen el derecho “a profesar libremente sus creencias religiosas sin coerción”.
El Papa dijo que la riqueza espiritual y la historia cultural de los yazidíes ha sido rasgada por las “violaciones indescriptibles de los derechos humanos fundamenta-les: secuestros, esclavitud, tortura, conversiones forzosas y asesinatos”.
“Sus santuarios y lugares de oración han sido destruidos”, él dijo, y los que han sido suficientemente afortunados de poder huir han tenido que dejar atrás tanto, incluyendo aquello que consideraban lo más sagrado y querido.
Consciente de esta tragedia, “la comunidad internacional no puede permanecer como una espectadora muda e inerte”.
Él exhortó a organizaciones y “personas de buena voluntad” a ayudar a reconstruir casas y lugares de culto que han sido destruidos y a buscar maneras concretas de crear las condiciones apropiadas para que la gente regrese a sus patrias.
Él también dijo que tiene la esperanza de que se hará todo lo posible para ayudar a salvar a los que todavía están en manos de terroristas, encontrar a los desaparecidos e identificar y sepultar apropiadamente a los asesinados.
Él dijo que en todo el mundo hay minorías religiosas y étnicas, incluyendo los cristianos, que son perseguidos debido a su credo.
“La Santa Sede nunca se cansará de intervenir denunciando estas situaciones, pidiendo reconocimiento, protección y respeto” por las minorías, así como llamando al diálogo y la reconciliación, él dijo.
“Una vez más hablo a favor de los derechos de los yazidíes, sobre todo su derecho a existir como una comunidad religiosa. Nadie puede darse a sí mismo el poder de eliminar un grupo religioso porque no esté entre los (que son) ‘tolerados’”, él dijo.
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