Respondiendo al llamado de Dios/Seminarista Dominic Sternhagen

Friday, Aug. 03, 2018

No todas las personas pueden recordar el momento exacto en que escucharon su llamado. En mi caso comenzó como una experiencia única. Estaba orando frente al Santuario de mi parroquia. Tenía 19 años de edad. En ese entonces temía el estar llamado a dedicar mi vida a Dios, pero me encontraba luchando con el renunciar a la oportunidad de tener una familia y una carrera. Conforme seguía rezando puse esos pensamientos en palabras pidiendo casi de manera defensiva, ¿qué hombre verdadero seria sacerdote? Entonces alcé la mirada y vi un crucifijo de gran tamaño viendo directamente hacia mí, y lo entendí. Y más que entenderlo, me llené de una alegría y paz que nunca antes había sentido.

Las inspiraciones suceden en un momento, pero una vocación es el proyecto de una vida, y la experiencia que ese día tuve en mi parroquia sucedió hace 15 años. Busqué seguir ese llamado, por un tiempo estudié en el extranjero con una congregación de religiosos y después fui transferido a la Diócesis de Salt Lake City. Durante estos años he tratado de entender este llamado mas plenamente.  A veces las personas se sorprenden al escuchar que he estado estudiando durante todo este tiempo y que todavía me faltan dos años para mi ordenación, pero una vocación religiosa o al sacerdocio es una vida dedicada a Dios y yo he encontrado mi verdad viviendo esta vida. Si solo me toma dos años o 10 años para ser ordenado, tal y como el don maravilloso que esto es, este es solo un paso en este camino en el que Dios trabaja de  diferentes maneras a través de mí. El don de mi consagración a Dios me permite vivir plenamente, dedicar toda mi energía a amar a Dios y al prójimo. El destino que todos compartimos como cristianos al vivir una vida eterna en la perfecta y completa comunión en el Cielo, y la vida consagrada a Dios no es nada más que vivir esto en la tierra.

La primera pregunta a todos quienes estén interesados en la vida consagrada o al sacerdocio es ¿sientes que estás llamado a la total dedicación del amor que es la vida en celibato? Esto debe de ser el corazón de toda vocación religiosa o sacerdotal. Cada Cristiano tiene una vocación a una misión indispensable y particular en la Iglesia, pero solo unos cuentos tienen el llamado a esta total dedicación. Mientras que resulta cierto que una vida sacerdotal o religiosa implica una serie de deberes específicos la identidad de la persona consagrada no es lo que ella o el hace, sino lo que es. Una mejor palabra que el celibato es la total consagración a Dios. Esto no es una renuncia negativa, sino algo que llena de amor a quien lo decide. Si sientes el llamado, no tengas miedo, es un camino de gran sufrimiento, pero por lo mismo es de mayor alegría!

Dominic Sternhagen esta asignado a la parroquia de St. Andrew en Riverton para su año pastoral. En el otoño regresará al Seminario Mount Angel para su tercer año de teología.

Traducido por: Laura Vallejo

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