Diácono George Reade
“Sigo fascinado con las gracias que he recibido”
Nota del editor: Esto es el segundo artículo de una serie de historias personales sobre vocaciones de seminaristas, mujeres religiosas, diáconos y sacerdotes de la diócesis Católica de Salt Lake City.
Hace 20 años, a los 50 y tantos años de vida, mi esposa Mary y yo visitamos la Tierra Santa con el hermano de Mary, Bill y su esposa. Bill es diácono en la Iglesia Episcopal.
Años antes me había convertido para que así mi esposa Mary y yo nos pudiésemos casar en la Iglesia Católica y yo estaba con los ánimos altos. Lleno de espíritu y todavía ansioso por aprender.
Entre más hablábamos sobre el diaconado durante nuestro viaje y a nuestro regreso, mas creció el interés en la vocación. Así es que aproximadamente seis meses después de nuestro regreso, pedí informes y solicité mi ingreso a la siguiente clase de formación de diáconos, la cual iba a comenzar en el 2000.
En forma de broma me gusta platicar la historia de que Mary corrió y llenó mi solicitud al saber que, si ella moría después de mi ordenación, yo no me podría volver a casar. ¡A ella le gustó mucho saber esto!
Después de 14 años después de mi ordenación, sigo estando fascinado por las gracias que he recibido, la mayoría para el bien. Otras han estado llenas de retos, pero llevándome hacia el crecimiento y a lugares que nunca habría soñado. ¡De hecho, el Espíritu Santo está lleno de sorpresas!.
He servido en la parroquia de Saint Ambrose en Salt Lake City desde mi ordenación en el 20014. He asistido y tomado regularmente mi lugar predicando en las Misas del fin de semana y las de entre semana, y también he servido en el consejo parroquial y enseñando RICA. También realizo visitas a hospitales y con la ayuda de mi esposa Mary, realizo el ministerio de ir a los hogares. En mi servicio como Canciller en la diócesis, también he asistido al Obispo en los servicios en la Catedral de la Magdalena y en sus viajes a dedicaciones y visitas sacerdotales.
Es una gran alegría el asistir al Obispo Oscar A. Solis en los eventos de la Catedral y en las áreas de la periferia.
Le diría a quien estuviese discerniendo la vocación a la vida religiosa que abran sus mentes y escuchen atentos. Aunque la oración y la investigación son una parte muy importante en el proceso del discernimiento, yo he encontrado que el Buen Señor me habla a través de las demás personas.
Escuchen a sus familias, escuchen a sus amigos, vayan con quienes están involucrados en los ministerios de vocación, y realicen preguntas una y otra vez.
Más aún, sepan que algunos días serán mejores que otros mientras siguen discerniendo durante su camino, asegúrense de continuar estando enganchados con el Espíritu Santo y sean testigos de la Alegría del Evangelio.
El diácono George Reade es el Canciller para la Diócesis Católica de Salt Lake City.
Traducido por: Laura Vallejo
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