Ser voluntario en la Jornada Mundial de la Juventud 2013 es una experiencia muy especial

Elizabeth Balcazar.

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Elizabeth Balcazar, la tercera de izquierda a derecha participó como voluntaria de la JMJ 2013. Foto cortesía de Elizabeth Balcazar.

SALT LAKE CITY – Formar parte de la JMJ 2013 como voluntaria le dio a una feligrés de la parroquia de St. Ann la oportunidad de estar tan cerca del Papa Francisco, como ella nunca podría haberse imaginado.

Nacida en México y criada en Ogden bajo una familia Católica, Elizabeth Balcazar (Eli) fue bautizada en la iglesia Católica pero no recibió su Primera Comunión ni su confirmación hasta el 2010, después de haber escuchado el testimonio de un católico.

Balcazar dijo que desde ese entonces su vida nunca ha vuelta a ser la misma.

"Por la Gracia de Dios, el escuchar ese testimonio me inspiró para poder conocer la fe Católica mucho mejor", dijo Balcazar. Ella recuerda que cuando hablaba con Dios le decía… "‘Dios quiero conocer a tu hijo Jesús, pero no sé en cual iglesia o a cual religión pertenezco. Por favor ayúdame’ Fue entonces cuando el testimonio de un católico, me dirigió hacia la fe católica".

Poco después de eso Balcazar asistió a la JMJ 2010 en Madrid, España.

"Fui como peregrina. Fue una experiencia muy diferente… Dios me ha dado tantos dones! Regrese con un mayor amor por la Eucaristía", dijo Balcazar explicando que cuando regreso de Madrid sintió la necesidad de asistir a misa a diario y un hambre intensa por la Eucaristía y la Adoración. Así es que con la Gracia de Dios es septiembre van a ser dos años que asisto a misa a diario y todo gracias a JMJ 2010 en Madrid".

Después de esa experiencia, Balcazar decidió que era tiempo de regresar un poco de lo que recibió en la JMJ ’10. Solicito asistir a la JMJ ’13 en Rio de Janeiro como voluntaria, para entonces varios obstáculos parecían ensombrecer su viaje.

"Estaba muy enferma en junio asi es que pensé que no iba a poder realizar el viaje… inclusive una semana antes de la fecha de partida me sentía muy enferma y mi doctor me dijo que no podía ir", dijo Balcazar, quien padece de una enfermedad estomacal crónica.

"Recuerdo que el día que iba en el vuelo a Rio… estaba pensando… ‘Dios estoy en tus manos. Si estoy enferma, tú me cuidaras, y si no estoy enferma entonces tu también me cuidaras’".

La JMJ en Rio de Janeiro ayudo a que Balcazar incrementara su fe en la Divina Providencia "ya que realmente estaba enferma y … así es que para mí fue un regalo de Dios y casi un milagro que durante mi estancia en Rio estuve totalmente bien".

Balcazar aprendió que necesitaba dejar todo en las manos de Dios y él la cuidaría.

"En lugar de preocuparse, es maravilloso dejar y ofrecerlo todo a nuestro Señor", dijo Balcazar, quien sirvió como voluntaria en el centro de medios de información en el cual emitía las credenciales para los miembros de la prensa nacional e internacional que cubrieron la JMJ. Formó parte de cerca de 200 voluntarios quienes siempre estuvieron juntos y a veces dormían en el piso de una parroquia trabajando duro durante toda su estancia.

"Es muy importante que la juventud siga a Jesús", dijo Balcazar. "Jesús quiere guiarnos y ayudarnos".

Balcazar dijo que la JMJ fue sin lugar a duda el mejor viaje de su vida; inclusive estuvo a unos cuantos pasos del Papa Francisco.

"No me lo esperaba, pero un día mientras trabajábamos en el centro de medios los organizadores nos dijeron que necesitaban que formáramos una valla humana a lo largo del camino en donde el Papa se iba dirigir hacia la playa. El espíritu de amor salía de él … Su sonrisa era muy radiante", dijo Balcazar sonriendo y con un brillo de alegría en sus ojos al saber que estuvo tan cerca del Papa.