Tengan la Palabra como un don precioso de Dios

Intermountain Catholic

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Jorge Martínez y Alejandro Camberos, seminaristas de la Diócesis Católica de Salt Lake City, junto con el Reverendísimo Tod Brown, Obispo de Orange. Foto cortesía del Pbro. Eleazar Silva

Por el Pbro. Eleazar Silva Galván

Especial para el Intermountain Catholic

En la celebración de las Vísperas solemnes en la capilla del Seminario de San Patricio, de la Ciudad de Menlo Park California, el Exmo. Sr. Don Tod Brown, Obispo de Orange, confirió el ministerio de Lectorado a Jorge Martínez y Alejandro Camberos, seminaristas de nuestra diócesis de Salt Lake City. La emotiva ceremonia, que incluyó a los alumnos del primer año de Teología de dicho Semina-rio, provenientes de varias diócesis California, tuvo lugar el jueves 23 de febrero.

Luego del canto de los salmos y de la proclamación de la Palabra de Dios, el Sr. Obispo Brown dirigió una breve alocución a los candidatos, en la que des-cribió las funciones del ministro Lector. Además de la proclamación de la Palabra de Dios en las celebraciones litúrgicas, el lector ha de educar en la fe a todo el pueblo de Dios, niños y adultos, preparar-los para la digna celebración de los sa-cramentos con la catequesis y anunciar la Buena Nueva de la salvación a aquellos que aún no la conocen. Aseveró que este oficio es una participación en la misión confiada a la Iglesia, a saber, ayudar a que todos los hombres conozcan a Dios, y a su enviado, Jesucristo nuestro Salvador. Desde su amplia experiencia como heraldo del Evangelio, el Obispo invitó a los candidatos a tener la Palabra como un don precioso de Dios, y a compartirla con los hermanos como tal.

En la oración de institución, la cual los candidatos escucharon de rodillas frente al Obispo, este los bendijo y le pidió a Dios Padre que les concediera que a través de la meditación de la Santa Palabra, estos fueran penetrados y transformados por ella. Que Jesús les concediera ser fieles anunciadores de su Palabra a todos los hombres. Luego, a manera de envío, les entregó un ejemplar de las Sagradas Escrituras, mismo que habrán de conservar como signo de su oficio de anunciadores da la Buena Nueva.

El Lectorado y el Acolitado son los ministerios que los candidatos reciben antes de ser ordenados diáconos y luego presbíteros (sacerdotes). Son la manera con la cual la Iglesia va preparando a sus futuros ministros como anunciadores de la Palabra de Dios y celebradores de los sacramentos. A través de estos servicios, ministerios, los seminaristas se van configurando con Cristo, Palabra Encarnada del Padre y Siervo Sacerdote de todos los hombres.