Una mujer Católica, gran ejemplo de servicio y diversidad

Friday, Feb. 24, 2012
Una mujer Católica, gran ejemplo de servicio y diversidad + Enlarge
Ana María Delfinia Barela y su esposo Eddie
By Laura Vallejo
Intermountain Catholic

TREMONTON —En el mes de junio de este año Ana María Delfinia Barela cumplirá 82 años de edad, de los cuales 68 ha dedicado al servicio de la Iglesia.

A los 14 años de edad se convirtió en Auxiliar de su parroquia, a pesar de que no era precisamente ese el rol que ella quería.

"Mi papá era diácono y yo quería ser diácono, pero siempre me decían que era muy chica y que no podía", dijo Barela, la cual tiene una descendencia mezcla de indio, con Mexicano y español.

Su padre llegó de España y fue en un rodeo en la ciudad de Salt Lake City que conoció a la que sería la madre de Barela quien montaba un caballo vestida de india. "Inmediatamente se enamoraron", dijo Barela.

La familia vivió en una reservación Shoshone India localizada al sur de Portage en el Condado de Box Elder, todos los días realizaban viajes de la reservación hacia una Iglesia Católica.

"Ibamos a misa en un garaje", dijo Barela.

"Mi abuela no hablaba nada de inglés por siempre iba a Misa con nosotros, yo siempre me preguntaba por qué iba con nosotros si no entendía nada y un día le pregunté y ella me respondió ‘ ¿Ves a Dios en esa cruz?, yo le hablo y Él me escucha. Yo le pido que me ayude y Él lo hace. Yo le platico mis problemas y Él me los resuelve’".

Esas palabras han permanecido muy frescas en la memoria de Barela.

El amor por el servicio a la Iglesia ha sido siempre muy fuerte en ella y cada día le crecía más, pero todavía era muy joven por lo que su abuelo sugirió a sus padres que la dejaran ser auxiliar a lo que ellos aceptaron.

"Cada día me despertaba y me iba a la Iglesia, no me podía quedar mucho tiem-po porque todavía estaba muy chica, y me tenía que regresar a mi casa, pero al siguiente día después de levantarme me iba para la Iglesia", dijo Barela.

Como auxiliar ella aprendió mucho acerca de la Iglesia y lo más importante la Iglesia se convirtió en su hogar.

"Siempre he dicho que la Iglesia es mi casa, es allí en donde me siento más en paz, y puedo hablar con mi Padre y con María", dijo Barela agregando que está muy orgullosa de llamarse como la Vírgen, María.

Cada día se despierta a las 4 de la mañana y reza ya que para ella esa hora es la perfecta para orar ya que no hay ruidos [bulla] y porque "la mente está fresca y uno se puede concentrar en los misterios".

Barela es también maestra de catecismo y en el mes de enero acudió a la Conferencia Litúrgica del Suroeste.

La Conferencia Litúrgica es una sema-na anual de estudio para continuar con la preparación y aprendizaje. Este año se realizó en Dallas, Texas.

"Es muy importante que sigamos estudiando y aprendiendo acerca de la Iglesia para que podamos servir mejor a Dios", dijo Barela, quien junto a su esposo Eddie, están a cargo de abrir y cerrar todos los días, las puertas de la Misión de Santa Ana en Tremonton.

El Padre Jesuita Patrick Reuse, Pastor de la Misión de Santa Ana y de la Iglesia de Saint Henry en Brigham City, dijo que Barela es un gran ejemplo de la diversidad de la Iglesia y de lo que es ser un buen servidor en la misma.

"Su esposo y ella siempre están trabajando por la Iglesia", dijo el Padre Reuse.

Con 61 años de matrimonio y con 10 hijos, cuatro mujeres y seis hombres, Barela considera muy importante que los padres inculquen la religión en sus hijos.

"Compartir y enseñar nuestro Catolicismo a nuestros hijos es muy importante. Desde que ellos son pequeños debemos enseñarles a persignarse y a orar", dijo Barela. "Yo siempre invito a las personas a conocer a mi Dios, hablándoles de mis experiencias y compartiendo mi alegría por mi Dios".

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