El 1ero de febrero el Reverendísimo Oscar A. Solis, Obispo de Salt Lake City, envió el siguiente memorándum dirigido al clero, seminaristas, escuelas Católicas de Utah, Directores de educación religiosa y personal diocesano:
Queridos feligreses y amigos de la Diócesis de Salt Lake City,
¡Saludos de paz y amor de Cristo! Desde el comienzo de la pandemia, nuestra diócesis ha implementado protocolos de seguridad de acuerdo con las directivas sanitarias locales para garantizar que nuestras iglesias puedan seguir celebrando la Santa Eucaristía y otros sacramentos vivificantes, para que nuestras escuelas católicas permanezcan abiertas, y para que los feligreses y todos los visitantes de nuestras iglesias y otras instituciones permanezcan seguros para nuestros niños y los más vulnerables.
La propagación altamente contagiosa de la variante Omicron ha infectado a muchas personas y sigue siendo un gran peligro para todos los vacunados o no vacunados. Las autoridades sanitarias esperan que los casos de Omicron alcancen su punto máximo y luego disminuyan pronto, aunque las hospitalizaciones y las muertes en Utah siguen siendo elevadas. Como se esperaba, hubo un fuerte aumento de casos después de las vacaciones de Navidad. Dado que las pruebas para la mayoría de las personas ya no son una opción, el principal indicador de la propagación en la comunidad es la tasa o el nivel de hospitalizaciones y, lamentablemente, las muertes. Hemos sufrido un número de hospitalizaciones y muertes entre nuestros fieles similar al que ha sufrido la comunidad en general.
Aunque la gran mayoría de nuestros sacerdotes estaban vacunados, el virus no perdonó a nuestro clero. Este mes de enero, tres se infectaron y otros cuatro estuvieron expuestos a personas que dieron positivo. Debido al limitado número de sacerdotes en nuestra diócesis, la necesidad de que incluso uno esté en cuarentena significa que las misas de fin de semana en esa parroquia tienen que ser suspendidas o sustituidas por el servicio de comunión o las celebraciones dominicales en ausencia de un sacerdote.
Tomamos muy en serio nuestra sagrada responsabilidad, como acto de caridad, de salvaguardar la salud y la santidad de toda vida humana. Después de consultar con el personal jerárquico, las decanaturas regionales y el consejo presbiteral, todas las parroquias, misiones, escuelas y otras instituciones de nuestra diócesis extenderán los actuales protocolos de seguridad, inclu-yendo el uso de mascarillas, por dos semanas adicionales, desde el 1 de febrero de 2022 hasta el 15 de febrero de 2022.
Oremos y confiemos en que, al cabo de dos semanas, el número de casos de COVID-19 y de hospitalizaciones empiece a disminuir, de modo que los párrocos, administradores, directores y otros directivos tengan más autonomía para aplicar las directrices de seguridad diocesanas. Seguiremos reuniéndonos regularmente con el personal jerárquico y los líderes diocesanos para revisar la situación y haremos los cambios o ajustes necesarios en nuestros protocolos de seguridad según corresponda.
Agradecido por su comprensión y con el deseo de que Dios les bendiga en estos tiempos difíciles, quedo
Sinceramente suyo en Cristo,
Obispo Oscar A. Solis
Stay Connected With Us