Asignaciones Sacerdotales: Padre Showri Kalva
Friday, Jul. 28, 2023
El 2 de Agosto, ocho sacerdotes de la Diócesis de Salt Lake City comenzarán sus nuevas asignaciones como párrocos o como administradores de una nueva parroquia. El Intermountain Catholic le realizó cuatro preguntas a cada uno para presentarlos con sus nuevos feligreses. Aquí sus respuestas y una breve biografía de los mismos.
El padre Showri Rayalu Kalva nació en Kethepally, India. Tiene dos hermanos y tres hermanas. Estudió filosofía en el Seminario de St. John en Kondadhaba, para después estudiar Teología en el semanario Regional de St. John en Hyderabad. El 10 de marzo de 1995 fue ordenado al sacerdocio por el Reverendísimo Innaiah Addagatla para la Diócesis de Nalgonda. Sirvió en varias posiciones en Nalgonda y Kurnool, incluyendo vicario parroquial. Del 2005 al 2007 realizó ministerio en Camden N.J. En el 2013 llegó a la Diócesis de Salt Lake City quedándose por tres meses en la parroquia de St. Patrick para después ir a Roosevelt en donde sirvió como administrador de la parroquia de St. Helen. Fue nombrado como párroco de St. James the Greater en Vernal. El 2 de agosto comenzará su ministerio como párroco de la Iglesia Immaculate Conception y capellán de las Carmelitas así como de Saint Joseph Villa.
¿Qué desea que sus nuevos feligreses sepan de usted?
Ser sacerdote no es una carrera, es un servicio. Humildemente sirvo al Pueblo de Dios, ofreciéndoles los Sacramentos y tratando de ser una constante presencia de cariño para todos los feligreses.
En una nota personal, nací en la India y crecí y me crié en un convento en la India. El 10 de marzo de 1995 fue ordenado al sacerdocio en el cual ha servido por 28 años. Mi color favorito es el negro y mi flor favorita es la rosa. Para mí es importante que cada día le dedique tiempo al cuidado de mi cuerpo y de mi espíritu a través del ejercicio diario, adoración y recitando el Rosario.
¿Qué es lo que más espera de su nueva asignación?
Me honra y me llena de humildad el ser párroco de la Iglesia de Immaculate Conception y servir como capellán para las Carmelitas y la Villa de St. Joseph. Espero poder ser un pastor para todos. Citando al Papa Francisco, “Como Jesús, los pastores van con el Pueblo de Dios- a veces enfrente del rebaño, a veces en medio del rebaño y a veces detrás, pero lo importante es que siempre estaré allí para el Pueblo de Dios.”
Para mí, mi vocación es una gran aventura. He tenido el privilegio de conocer gente nueva y trabajar junto con todos ustedes para compartir la Palabra de Dios. Trabajaré duramente para llevar a Jesús y a Dios a las vidas de las personas. Anhelo vivir nuevas experiencias, así como aprender nuevas cosas pero sobre todo ofrecer cuidados pastorales y guía espiritual a las personas.
Poco después de saber sobre mi nueva asignación, me dí cuenta de que mi vida ha completado un círculo. Como mencioné, fui criado por monjas en un convento y ahora tengo la gran fortuna de servir como capellán para las Carmelitas.
Como sacerdote, ¿Cuál ha sido su reto más grande?
Siento que mi más grande reto ha sido tratar de reconectar con la persona promedio. Hoy en día existe una gran competencia por la atención de las personas con los medios y con el bombardeo sin fin de noticias. Quiero que las personas sepan que nuestra fe ofrece mucho más a las personas que el mundo virtual.
El mismo principio aplica a nivel local cuando uno tiene esos puntos de vista diferentes esperando que todos piensen lo mismo. Frecuentemente no es lo mejor tratar de complacer a todos. Debemos luchar pata construir nuestras vidas alrededor de Jesús, poniéndolo a Él al centro, buscándolo y confiando en Él para la satisfacción de nuestro corazón.
Como sacerdote, ¿Cuál ha sido su experiencia más satisfactoria?
Primero, es la celebración de los Sacramentos. Me gusta mucho celebrar la Misa ya que comparto a Cristo con los demás. Simplemente no hay mejor forma de compartir a Cristo que físicamente dárselo a las personas. No existe nada mejor en todo el universo como el pronunciar las palabras de la consagración y sostener la pieza de pan en las manos conforme se transforma en el Cuerpo de Cristo.
En Segundo lugar, es el trabajar con tantas personas. En cada lugar en donde he servido he aprendido mucho. He querido mucho a las personas que he servido en St. Helen y en St. James the Greater en los últimos diez años. Ellos me han dado muchas alegrías, y los voy a extrañar a todos.
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