Traducción: Laura Vallejo
SALT LAKE CITY — El 3 de junio, el Obispo Oscar A. Solis, celebró el Rito de Admisión a la Candidatura para las Santas Ordenes, en la Catedral de la Magdalena a nueve hombres quienes se encuentran en estudios para el diaconado.
“Este es un momento muy especial y significativo para nuestra Iglesia local que necesita hombres y mujeres que ayuden a llevar la misión de la evangelización de nuestra Iglesia,” dijo el Obispo durante su homilía.
En la Iglesia Católica, los diáconos son ordenados a una vida de servicio a través de los ministerios de caridad, de la Palabra y de la Liturgia. El diácono proclama el Evangelio, predica homilías, y asiste en el altar durante las Misas. Ellos también realizan bautismo, son testigos de matrimonio y presiden funerales.
El Rito de Candidatura es el primer paso formal hacia la ordenación de esos hombres. También “su admisión a la candidatura es el primer reconocimiento oficial de los símbolos positivos de la vocación al diaconado perma-nente,” dijo el obispo Solis.
El rito fue la conclusión de 18 meses de discernimiento, “para los aspirantes, sus esposas y para la Iglesia,” dijo el diácono Scott Dodge, director de la Oficina dio-cesana del Diaconado.
El diácono Dodge dijo que el final del periodo aspiracional, y antes del Rito de Admisión. la Admisión al Diaconado & Comité de Escrutinio condujó una revisión comprensiva de cada aspirante e hizo sus recomendaciones al Obispo. Además cada aspirante le solicita al Obispo el ser aceptado para la candidatura para las Santas Órdenes. Se requiere un consentimiento por escrito de las esposas de cada aspirante antes de que el esposo sea aceptado a la candidatura.
Durante su homilía el Obispo Solis hizo hincapié en las lecturas del día (Sir 39:1b, 5-8; 1 Cor 12:4-11 y Juan 1:35-42) las cuales presentarón “conocimientos que les ayudan a entender el significado de su decisión.”
La lectura de Sirach “nos recuerda la búsqueda de la sabiduría de Dios,” dijo el Obispo, mientras que San Pablo “nos ayuda a entender [la necesidad] de abrir nuestros corazones para recibir la presencia del Espíritu Santo y los dones espirituales de Dios,” El Obispo dijo que la lectura del Evangelio enfatizó la importancia de la humildad.
“El ministerio de servicio no es sólo acerca del orgullo y del valor personal,” dijo el Obispo Solis. “Es muy fácil enredarse en uno mismo, pero debemos saber que los demás están primero, y Dios también lo sabe. En esta etapa inicial de su formación, deben aprender y prepararse para ir a donde Dios los llame con humildad y con un corazón abierto.”
El diaconado “es un llamado a la santidad y la misión, de compromiso al servicio y sacrificio siguen- do como modelo la vida de Cristo, quien llegó para servir y no para ser servido,” dijo el Obispo.
Al haber sido aceptados como candidatos, ahora los hombres comenzarán con cuatro años de formación. “Estudiaran las Escrituras, el dogma, la moralidad, y teología sacramental, las leyes canónicas, el cuidado pastoral, y otros temas que los prepararan para realizar ministerio como miembros del clero,” dijo el diácono Dodge; a cada hombre se le ha asignado un Mentor. También se requiere que tengan un director espiritual.
Los candidatos son Patrick (Eugenia) Bondad, de la parroquia de St. George; Michael (Melissa) Corcoran, de la parroquia de St. Thomas More; Kevin (Catherine) Cummings, de la parroquia de Santa Rosa de Lima; Michael (Rachel) Edwards de la parroquia de St. Mary, West Haven; Evan (Maria) Fisher, de la parroquia de St. Olaf; Alex (Lourdes) Guzman de la parroquia de St. Mary, West Haven; John (Jessica) Jurkowski, de la parroquia de St. Mary, West Haven; Daniel (Deidre ) Schoenfeld de la parroquia de St. Thomas More P; Gerardo (Juliana) Villa, de la parroquia de Sacred Heart
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