Traducción: Laura Vallejo
SALT LAKE CITY — Ray Salazar, feligrés de la parroquia de St, Olaf ha hecho a la caridad una manera de vida. El oficial de policía de las fuerzas aéreas retirado dedica varios días a la semana al servicio en el Departamento de Asuntos para Veteranos George E. Wahken en e Centro Médico en Salt Lake, Recientemente fue uno de los cuatro voluntarios reconocido en un poster en el hospital VA.
La posición de Salazar en el hospital VA nació de su servicio en los Caballeros de Colón. El Gran diputado de los Caballeros del consejo de St. Olaf ha ayudado con proyectos de servicio en su consejo realizados hace cinco años, cuando los Caballeros de Colón recibieron la peticion para llevar bolsas de agradecimeinto para la temporada festiva para el hospital VA. Salazar se impresionó por la dignidad y gran necesidad de asistencia para esas personas que han servido a su país, así que le fue muy fácil aceptar seguir con su servicio en el lugar.
Ahora Salazar dedica de tres a cuatro turnos cada semana en el hospital y frecuentemente más horas cuando es necesario. Junto a otros voluntarios, él mueve a los pacientes a sus sillas de ruedas, camas y alrededor del hospital , recogiendo y llevando sus exámenes de laboratorio.
Salazar, quien durante cinco años estuvo activo en las fuerzas aéreas, encuentra una gran alegría en atender a los demás quienes considera sus camaradas.
“Mi mayor arrepentimiento es no haber sabido de esto hasta que me retiré,” dijo Salazar.
A él se le encoje el corazón al saber que muchos de los pacientes son indigentes o han sido abandonados, o que sus familias se ha aprovechado de ellos. Muchas veces sus cuidadores son sus esposas.
“¿Qué le va a pasar a la esposa de 75 años de edad cuando el veterano fallezca? ¿Quién la va a cuidar” me preocupa mucho, dijo Salazar.
Los padres de Salazar siempre estuvieron progundamente activos en la comunidad y le enseñaron a ser caritativo. Su abuelo fue un veterano de la segunda guerra mundial y Salazar dijo que él está “pagando-regresando” con tiempo que le da al VA, agregando que a él le encanta estar cerca de los veteranos y escuchar las historias que comparten sobre los varios conflictos en los que han servido.
Cuando todos los servicios de voluntarios fueron suspendidos durante un año por la pandemia, y en febrero del 2021 Salazar recibió la vacuna y pudo regresar al VA estuvo muy contento.
Un padre divorciado de dos hijos mayores y abuelo de cinco, Salazar es activo en su concilio de los Caba-lleros de Colón, el cual también participa en el hospital VA.
Antes de la pandemia ellos regularmente ofrecían comidas en la Fish House la cual ofrece albergue para las familias y cuidadores de los veteranos y miembros el servicio quienes reciben tratamientos en el hospital. Conforme esperan para poder volver a hacer eso cuando la pandemia temine, ellos estan colectando fondos para comprar tarjetas de regalo y donarlas al programa.
Los miembros del consejo tambien están limpiando las lápidas de los veterenos enterrados en el cementerio Catolico Mount Calvary.
Junto a su posición como voluntario, Salazar sirve en el Comité diocesano de Scouts y oficia partidos de softball para niñas.
“Ray está dedicado a la fe Católica,” dijo Joe Nesi, Gran Caballero de Colón del consejo de St. Olaf. “Como Caballero él es mi mano derecha. Sé que puedo contar con Ray para lo que sea, Ray es también muy dedicado al softball y un gran fan del baseball.”
Salazar anima a los demás a que donen su tienpo en el VA en donde existe una gran necesidad de conductores de carritos de golf. Muchos de los voluntarios prepandemia eran ancianos y no han regresado.
“En el VA siempre se necesita ayuda.” dijo Salazar. “Yo puedo ser voluntario cinco días a la semana ocho horas diarias. Eso me hace sentir muy bien el poder dar algo.”
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