SALT LAKE CITY - Una batalla espiritual dará comienzo por el término de las muertes de los No natos en Salt Lake CIty.
Personas de todas las religiones están invitadas a participar en los servicios pro vida que serán realizados en tres lugares diferentes: en el cementerio Católico Mount Calvary ubicado en Salt Lake City, la Iglesia Católica de Santa María ubicada en West Haven y la iglesia Católica de San José ubicada en Ogden.
"Es muy importante que todos los católicos defiendan la dignidad humana", dijo el Padre Gustavo Vidal, pastor de la iglesia Católica de San José, en dónde 70 o más personas se reunirán el viernes 21 de enero después de la misa de las 5 p.m. para realizar un rosario viviente, para el cual se formará un gran círculo dentro de la iglesia y cada uno de las personas rezara una parte del rosario.
"Vamos a unir a todas las personas participantes con un lazo para simbolizar la unidad", dijo el Padre Vidal.
De acuerdo al Padre Vidal lo que se quiere conseguir en la iglesia Católica de Santa María es que las personas se den cuenta de que todos podemos rezar en unidad; no importa ni el origen, ni la cultura, ni el idioma, ni la edad, todos y cada uno estarán unidos rezando por los No Natos.
El fin de semana pasado se realizó una práctica del rosario y los participantes fueron muy entusiastas y con demostraron un gran interés en estar unidos en la oración.
Más de millón y medio de abortos suceden en los Estados Unidos cada año; hay más de 100 mil abortos a nivel mundial cada día.
"Las personas ven el aborto como un derecho", dijo Veola Burchett, directora de la oficina de la Familia de la Diócesis Católica de Salt Lake City. Sin embargo, "la Iglesia ha dicho que si no se defiende la vida en el vientre, muy pronto la vida tampoco va a ser defendida fuera de este y es lo que hoy en día esta sucediendo, tenemos a personas enfermas, discapacitadas, ancianos y gente que no es considerada 'perfecta' que según las personas no merecen vivir", dijo Burchett agregando que inclusive algunas mujeres deciden abortar a sus hijos pues estos son diagnosticados con síndrome Down.
"La realidad es que el aborto también sucede en familias Pro vida", dijo Burchett. "Nos estamos acostumbrando al hecho del número de un millón y medio de abortos cada año que ya ni nos sorprende. Eso es como decir que vamos a juntar a toda la población del Wasacht y van a morir en un año".
Burchett señaló que el respeto por la vida necesita ser promovido en todos los aspectos de cada una de las personas ya que hoy en día no sólo se mata a los indefensos, "Todos estamos en peligro cada vez que escuchamos hablar de reducción de presupuestos, cuando se habla de reformas de salud... es por eso que necesitamos poner atención no sólo por las vidas en el vientre sino por la vida misma".
Burchett extendió una invitación a todos para que participen en los servicios Pro vida. "La oración es el arma más poderosa que tenemos", dijo Burchett.
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