Celebración de Nuestra Seņora de Guadalupe en la Catedral de la Magdalena
SALT LAKE CITY — Conforme las temperaturas gélidas bajaban y las estrellas en el obscuro Cielo brillaban, cientos de fieles católicos inundaron la Catedral de la Magdalena para honrar a Nuestra Señora de Guadalupe.
Cada año parroquias y misiones diocesanas comienzan la celebración de Nuestra Señora de Guadalupe el 11 de diciembre, las cuales continúan hasta el término del 12 de diciembre, el cual es el día festivo.
Las celebraciones en la Catedral comenzarón con la recitación del Santo Rosario por los niños de las clases de catecismo, seguidas de Mariachi, una representación de las apariciones de la Virgen ante San Juan Diego, una procesión, más presentaciones musicales y la Santa Misa.
El Obispo Oscar A. Solis presidió la Misa. Concelebrando estuvie-ron el padre Martín Díaz, rector de la Catedral y el padre Jaya Kumar Penugonda, vicario parroquial. El diácono Guillermo Méndez fue el diácono para la celebración.
“Esta es una noche especial en la que nos reunimos en esta hermosa Catedral de la Magdalena para honrar a nuestra Santísima Madre que es la patrona no solo de México, sino de las Américas,” dijo el Obispo al comienzo de su Homilía.
Las personas reunidas esa noche estaban allí para celebrar a la Virgen con oraciones y cantos ... como hijos de la Madre de Dios,” dijo el Obispo agregando que “es muy agradable reunirse con alegría esta noche.”
El Obispo Solis dijo que el mundo de hoy en día está lleno de malas noticias, y las personas tienden a sentirse tristes y preocupadas. “Uno se siente tan triste y preocupado por lo que está sucediendo en todo el mundo, en nuestro país, en la vida persona, …hay tantas miserias, guerras, muertes de inocentes a causa de la violencia, la pobreza extrema, del desplazamiento de inmigrantes y refugiados así como los desastres naturales y varias formas de injusticias… Vemos a muchos hermanos y hermanas sin hogar deambulando por las calles hambrientos y con frío en este tiempo de frío.”
El Obispo agregó que algunas personas se enfrentan con problemas en sus matrimonios, así como con la pérdida de empleos, o han sido abandonados por sus seres queridos.
“Muchas personas viven con angustias y temores…se sienten desanimados y empiezan a perder la fe; Nuestra Señora de Guadalupe tiene un mensaje especial para todos, ‘Dios es nuestra esperanza y nuestra paz’,” dijo el Obispo.
Reflexionando sobre las lecturas del día sobre las apariciones de Nuestra Señora de Guadalupe, el Obispo dijo que “ella nos dio al Hijo del altísimo que reinará para siempre y cuyo reino no tendrá fin.”
La historia de Nuestra Señora de Guadalupe comenzó en 1531 cerca de lo que hoy se conoce como la ciudad de México. Un sábado por la mañana un indio pobre de nombre Cuauhtlatohuac, quien sería bautizado con el nombre de Juan Diego, estaba caminando desde su pequeña villa para ir a Misa. Al pasar por el cerro del Tepeyac, escuchó una hermosa música. Nuestra Señora se apareció ante él bajo una radiante nube. Ella le habló en su lenguaje y lo envió a ver al Obispo de México con la instrucción de construirle un templo en el mismo lugar de su aparición.
Al no creerle la historia que Juan Diego le dijo, el Obispo lo envió a pedir una señala a la Señora. Ya que el tío de Juan Diego cayó muy enfermo este trató de evitarla, pero ella lo encontró y le dijo que su tío se recuperaría, y le dio unas rosas para llevárselas al Obispo, Juan Diego colocó las rosas en su tilma.
El 12 de diciembre, cuando Juan Diego abrió su tilma ante el Obispo, al caer las rosas una imágen de María apareció en la tela exactamente como se había aparecido ante Juan Diego en el Tepeyac.
“Hermanos y Hermanas en 1531 el plan de Dios se reveló a San Juan Diego un sencillo campesino indio y cristiano converso… La aparición de Nuestra Señora de Guadalupe convirtió a millones a la fe católica y lo sigue haciendo hasta el día de hoy. Lo interesante es que ocurrió durante uno de los momentos más obscuros de la historia de México. Nuestra Señora de Guadalupe apareció como una madre amorosa ella nos recuerda que Dios nunca nos abandona, ella trajo esperanza y compartió su amor y misericordia ante nuestros sufrimientos.”
El Obispo Solis dijo que hoy en día los milagros siguen sucediendo a través de la intersección de Nuestra Señora de Guadalupe, y les pidió a los presentes a recordar que “hay esperanza… No nos olvidemos también que [Nuestra Señora] nos envía como envió a Juan Diego a ser embajadores de Dios en el mundo. Ella quiere que construyamos una Iglesia en nuestro corazón y en nuestros hogares para que podamos manifestar a los demás la presencia amorosa de Dios entre nosotros.”
El Papa Francisco en su mensaje para la celebración de Nuestra Señora de Guadalupe de este año dijo que, “celebrar a María es celebrar la cercanía y bondad de Dios quien se encuentra con Su pueblo, quien no lo abandona, quien nos ha dado a su Madre, quien nos cuida y acompaña.”
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