Cientos acuden a celebrar a la Morenita del Tepeyac

IC Foto/Laura Vallejo

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SALT LAKE CITY — La Catedral de la Magdalena abrió sus puertas a cuentos de personas que se reunieron para celebrar el Día de Nuestra Señora de Guadalupe.

La celebración comenzó con una representación de las apariciones de nuestra Señora ante San Juan Diego en el Tepeyac en 1531.

Durante una procesión por las calles aledañas de la Catedral sin importar las inclemencias del tiempo, las personas entonaron La Guadalupana y rezaron conforme alababan a la Madre de los cielos.

Durante la Misa celebrada pro el Obispo Oscar A. Solis, este agradeció la presencia de las personas en la Catedral, la cual estaba totalmente llena de familias que llevaban a sus hijos vestidos como la virgen o como San Juan Diego.

“Queridos hermanos y hermanas en Cristo, nos reunimos esta noche para honrar a Nuestra Señora de Guadalupe, la Madre de Jesús, que se apareció a un sencillo y devoto siervo de Dios, San Juan Diego en el Tepeyac, hace más de quinientos años. Su aparición es una de las muchas manifestaciones del infinito amor y misericordia de Dios no sólo hacia los mexicanos o latinos, sino hacia todo el mundo,” dijo el Obispo.

Narrando las apariciones de Nuestra Señora de Guadalupe ante San Juan Diego, el Obispo Solis dijo que ella “llevó el mensaje del amor, la esperanza y el consuelo de Dios a los pueblos indígenas de las Américas durante una época tumultuosa. Ella vino como una madre afectuosa para todos los hijos de Dios que les ayudó a descubrir Su misericordia y compasión en sus sufrimientos.”

La vida de la Virgen nos enseña la disposición de un corazón abierto a Dios, dijo el Obispo agregando que “durante este tiempo de Adviento, estamos llamados a prepararnos para celebrar el nacimiento de nuestro Salvador en Navidad, no materialmente, sino espiritualmente… Mientras celebramos la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, permítanme hacerles algunas preguntas. Por Favor, respondan con sinceridad.   ¿Somos mejores personas que el año pasado?  ¿Somos verdaderos católicos en palabras y obras?.”

“Si tu respuesta es no, aún hay esperanza. Dios nunca se cansa de amarnos, perdonarnos y salvarnos,” dijo el Obispo .

“¡Viva Cristo Rey!   ¡Viva San Juan Diego!    ¡Viva La Virgen de Guadalupe!”, concluyó el Obispo.