A partir del 12 de abril los clientes del comedor de St. Vincent de Paul podrán volver a recibir los alimentos dentro el comedor, aunque algunas restricciones seguirán en pie. Los clientes necesitarán portar una mascarilla cuando no estén comiendo, el personal y voluntariado también lo harán. Solo se servirán comida a grupos de 40 personas. Las familias se pueden sentar juntas, pero los demás tendrán que mantener el distanciamiento social. Cuando las personas se vayan, un voluntario desinfectará los espacios que hayan sido ocupados.
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