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Friday, Apr. 11, 2025
Contrato cancelado con el gobierno federal hace que CCS recorte su programa de asistencia para refugiados
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By Linda Petersen
Intermountain Catholic

Traducción: Laura Vallejo

SALT LAKE CITY — Catholic Community Services de Utah, quien desde hace cinco décadas ha estado ayudando a reasentar refugiados en el estado de la Colmena, rescindirá su programa de asistencia para refugiados. La agencia, la cual ayuda a 300 familias de refugiados, tiene la intención de seguir apoyándolos pero no podrá servir a nuevas familias de refugiados. La ayuda legal para más de 125 menores sin compañía ayudados por CCS también está siendo terminada.

Antes de este año, los fondos para estos servicios, estaban otorgados por el gobierno federal a través de un contrato con CCS; muchas agencias a lo largo del país también habían sido contratadas para brindar servicios a los refugiados. Sin embargo, desde el mes de enero, CCS ha dependido de sus reservas económicas para sacar el millón necesario para la vivienda, asistencia de empleos, servicios de salud y manejo de casos para los refugiados ya en el país.

Esto llega en respuesta a una orden ejecutiva firmada el 20 de enero por el presidente Donald J. Trump con la cual se ha suspendido el Programa para Refugiados de los Estados Unidos cancelando todos los contratos relacionados. De acuerdo con la orden ejecutiva, los Estados Unidos han “sido inundados con niveles récord de inmigración,” que los estados y las localidades no estaban preparadas para manejar. La orden ejecutiva dice que el Congreso de más refugiados, “sería un detrimento para los intereses de los Estados Unidos.”

“Los Estados Unidos no tiene la habilidad de absorber números grandes de inmigrantes, y en particular, refugiados, en sus comunidades de manera que no comprometa la habilidad de dar recursos a los Americanos, que protegen su seguridad, y que asegura la asimilación adecuada de refugiados,” se lee en la orden.

Aden Batar, director de servicios migratorios y para refugiados de CCS dijo que sin embargo, los programas de asistencia para refugiados en Utah han siempre estado bien organizados y no poseen ningún peligro para los Americanos.

Los refugiados que han sido reasentados en Utah, “no llegaron aquí para solo vivir de limosnas,” dijo. “Ellos desean trabajar y proveer para sus familias. Ellos también ayudan a sus familiares que dejaron atrás en los campos para refugiados en sus países de origen. Esto es una situación de ganar-ganar.”

CCS es una de las varias organizaciones de ayuda en el país que han sido severamente impactados por la orden ejecutiva. Además de cancelar los contratos del gobierno federal. La Casa Blanca ha congelado los pagos de las cuentas pendientes de servicios ya realizados. En respuesta, la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos ha puesto una demanda a nombre de las agencias de ayuda Católica, reclamando cerca de 13 millones de dólares en trabajos ya realizados a través de los contratos con el gobierno federal. El 11 de marzo el Juez Distrital  Trevor McFadden negó la demanda, diciendo que la corte federal no tiene la autoridad de ordenar al gobierno honrar sus contratos recientemente terminados. La USCCB se encuentra apelando la decisión.

“Nunca había visto algo como esto,” dijo Batar sobre las acciones de la administración. “Esperamos que las cortes determinen que la administración debe de seguir este programa, ya que el Congreso desea que este programa continue.”

“Creo que esto esta mal,” dijo Batar, “Esto no es lo que somos como Americanos. Y creo que esto daña nuestra reputación en el mundo.”

Batar dijo que los fondos para la representación legal de los menores que llegan solos también ha sido recortado. Por el momento fondos federales mínimos han sido desembolsados a través del estado y no han tenido efecto, pero el futuro de esos fondos es incierto.

CCS está tratando de seguir brindando servicios base solo a través de las donaciones privadas, pero esto es solo un 30 por ciento del presupuesto de la agencia. Batar y otros oficiales esperan que las personas en Utah, especialmente los Católicos, ayudarán durante esta crisis. Las donaciones monetarias son algo desesperadamente necesario. También le piden a las personas en Utah a ofrecerse como voluntarios para sus servicios ayudando al personal con el manejo de casos, siendo mentores para las familias de refugiados, enseñando inglés, ayudando a la búsqueda de empleos y a ser hogares temporales para los menores que aún están llegando de la custodia federal.

“So no ayudamos a estas familias y personas, perderán sus hogares, se convertirán en indigentes, y estarán en crisis,” dijo Batar. Para ayudar acuda a: CCS.org.

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