Cuando una adolescente queda embarazada...

Friday, Oct. 24, 2008

SALT LAKE CITY — El 15 de febrero de 1997, el padre Kenneth Vialpando, en aquel entonces pastor de la parroquia San Pío X en Moab y ahora pastor de la parroquia de San José en Ogden, fue sorprendido con un regalo de San Valentín al salir hacia su carro por algo que necesitaba. Notó que en los escalones de la rectoría había un bulto envuelto con una toalla de motel y, al lado, una bolsa de plástico. Sin darle mucha importancia, pensó en recogerlo a la mañana siguiente pues la gente ocasionalmente dejaba ropa y comida en las escaleras. Pero la curiosidad lo venció a pesar que ya era noche y hacía frío. Primero abrió la bolsa de plástico y descubrió que tenía un biberón y leche para bebé. Sus sospechas fueron confirmadas al desenvolver la toalla del motel y encontrar a un niño de un día de nacido desnudo y con el cordón umbilical cortado y hecho nudo.

El padre Vialpaldo cariñosamente le puso el sobrenombre "Valentino," por haber nacido en el Día de San Valentín. Y dijo pensar que los padres del niño eran adolescentes debido a un reporte policial de un doctor local que recibió una llamada telefónica de un joven diciendo que su novia había dado a luz en un cuarto de motel.

Aunque el caso de "Valentino" es inusual, el embarazo entre los adolescentes no es algo poco común. Según Reportes de estadísticas vitales nacionales, un tercio de las jóvenes en los Estados Unidos tienen su primer embarazo antes de los 20 años de edad.

La taza de jóvenes embarazadas entre los 15 y 19 años de edad había estado disminuyendo desde 1991, pero incrementó en 2006. Aún no se sabe si este incremento es el comienzo de una nueva tendencia o si fue tan solo una anomalía, lo cierto es que centros de ayuda para la mujer han notado un cambio recientemente. "El número de pruebas de embarazo positivas parece haber aumentado en el último mes," dijo Sherry Harris, tesorera de Birthright, una organización que provee ayuda y apoyo a mujeres con embarazos no planeados.

Harris dijo que alrededor del 75 por ciento de las mujeres que Birthright atiende son hispanas y que aproximadamente el 40 por ciento de ellas son indocumentadas. Añadió que la organización trata de persuadir a las mujeres de no optar por el aborto y que ofrece la adopción como alternativa. Sin embargo, "la mayoría de las jóvenes se los quedan".

Además Harris dijo que algo que encontraba extraño es que muchas de las adolescentes tienen miedo de hablar con sus padres. "Les decimos, ‘tráelos aquí y nosotros mediaremos (la discusión)’". Pero casi ninguna recurre a esa ayuda.

Para Aidaluz Carreño, quien a sus 20 años es madre de una niña y un niño de 4 y 2 años de edad respectivamente, fue aterrador tenerles que dar la noticia de su embarazo a sus padres, especialmente a su padre pues "siempre he sido su consentida". Carreño todavía no cumplía los 16 años de edad cuando ya llevaba dos meses con otro ser en su vientre y no pudo ocultarlo ante su madre que sospechosamente le preguntó si había tenido su menstruación. "Le dije que no con la cabeza y empecé a llorar", dijo. Para entonces, Carreño se había hecho tres pruebas de embarazo, todas con resultados positivos. "No lo podía creer".

También dijo que fue muy difícil acercarse a ellos con preguntas acerca del sexo y que no los culpa de las decisiones que tomó, pero piensa que las cosas tal vez serían distintas si hubiesen sido más abiertos sobre el tema. "Yo sé que … pude averiguar, haberle preguntado a alguien mayor", dijo.

Christopher Long, asistente del director y decano de estudiantes de la escuela preparatoria Católica Juan Diego, dijo que "una persona mejor educada toma mejores decisiones" y que contrario a la percepción de muchos, la educación sexual en las escuelas Católicas "probablemente sea más abierta y profunda que en las escuelas públicas porque no están atadas a estatutos y leyes estatales".

Los estudiantes en Juan Diego reciben educación acerca de las infecciones transmitidas sexualmente, la procreación y los daños psicológicos y emocionales en (los jóvenes) involucrados en el sexo prematrimonial. Aún así, añadió que "el saber es poder, pero no cambia el comportamiento", y que la mejor arma que un joven puede tener es "una relación sana con un adulto que sea un buen modelo".

La religión también resulta ser una herramienta poderosa en dilatar las relaciones sexuales entre adolescentes. En 2003, un estudio mostró que aquellos -– particularmente las jóvenes – que hacen oración, creen que la religión es importante, asisten a la iglesia con regularidad y participan en grupos de jóvenes, tienen menos tendencia a tener relaciones prematrimoniales que los adolescentes menos religiosos.

"Cuando el joven, o cualquier persona de cualquier edad, tiene una formación espiritual, le ayuda a tener un proyecto de vida más claro, y es más conciente y responsable de sus acciones", dijo al respecto el padre Omar Ontiveros, Vicario parroquial de la Catedral de la Magdalena.

Esperar para el matrimonio es posible pero existen "muchas presiones e influencias, y es mucha la tentación en las escuelas, la televisión" dijo Carreño.

Por eso el padre Ontiveros recomienda "valorar el regalo de la sexualidad que viene de Dios y … poner sus energías e ideales en algo más trascendental".

La Iglesia promueve la abstinencia pero de ninguna manera condena el embarazo fuera del matrimonio. "Desde el momento de la concepción, hay vida", dijo el padre Ontiveros. Añadió que quienes enfrentan un embarazo no planeado tienen más opciones que el aborto, que está, por ejemplo, dar el bebé en adopción, "un paso que se debe tomar con mucha responsabilidad moral".

Los doctores que atendieron a "Valentino", después que el padre Vialpando lo dejara en el hospital, temieron que el niño necesitara transfusiones de sangre ya que había sangrado mucho por el cordón umbilical. Afortunadamente, "Valentino" se recuperó y fue dado en adopción a una pareja que había estado en la lista de espera por diez años.

Para evitar que los padres arriesguen las vidas de sus recién nacidos abandonándolos en cualquier lugar, el gobierno del Estado aprobó la llamada Ley de refugio seguro que tomó vigencia en mayo de 2001. Bajo esta ley, el padre o la madre puede llevar a su hijo ileso y de tres días de nacido o menos a cualquier hospital de Utah y entregarlo a un trabajador, renunciando así a la custodia del recién nacido sin que se le haga pregunta alguna.

Sin embargo, para Carreño lo mejor que pudo haber hecho fue quedarse con sus hijos aunque acepta que la situación sería mucho más dura sin el apoyo de sus padres, sus suegros y su ahora esposo. "Me encanta estar con mis hijos. Me siento orgullosa de ver que sí pude con la responsabilidad, que puedo mantenerlos sin que les falte nada. Tratar que funcionen las cosas no es algo que hace cualquiera".

También dijo que a pesar que le hubiese gustado haber tenido a sus hijos a una mayor edad, "Ahora me arrepiento de haberme arrepentido".

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