De Nueva York a El Salvador, oraciones por la paz en Misa de San Romero
Friday, Apr. 01, 2022
Por Rhina Guidos
Catholic News Service
NUEVA YORK (CNS) — Tras uno de los fines de semana más sangrientos en la historia de El Salvador, que resultó en encarcelamientos masivos y la suspensión de derechos constitucionales en la nación centroamericana, católicos salvadoreños se reunieron el 27 de marzo en la Catedral de San Patricio en Nueva York para honrar al santo del país, que defendió la vida y los derechos humanos.
“Estamos orando por el mejoramiento de la paz en El Salvador”, dijo Wanda Vázquez, directora de la Oficina del Ministerio Hispano de la Arquidiócesis de Nueva York, a Catholic News Service tras una Misa en honor a San Óscar Romero, días después del 42º aniversario de su martirio el 24 de marzo de 1980.
El Salvador vio un récord histórico de 62 homicidios el 26 de marzo, no incluyendo 14 asesinatos el día anterior en un país de más de 6 millones de personas. El gobierno respondió aprobando una ley de estado de emergencia, facilitando la detención de personas por períodos más prolongados, y suspendiendo por 30 días algunas libertades constitucionales, como la libertad de asociación y reunión y derecho de defensa. Las autoridades dijeron que era necesario para controlar la violencia.
Pero algunos de esos fueron derechos protegidos por San Romero y fueron recordados en una homilía por el obispo salvadoreño Oswaldo Escobar Aguilar de la Diócesis de Chalatenango, quien celebró la Misa de San Romero, la segunda celebración de este tipo, que también honra a otros mártires salvadoreños, en la icónica catedral de Nueva York.
Monseñor Escobar, en su homilía, recordó la defensa “inquebrantable de los derechos humanos” por parte de San Romero, “pero no como activista social, como muchos le quieren ver, sino como todo un Cristiano, un pastor”.
San Romero defendía con intensidad los derechos de los más pobres, los “excluidos de todo”, y por eso a menudo se le llama “la voz de los sin voz”, la voz de los que no tenían voz en las decisiones que les afectaban, dijo el obispo.
Y es una voz que ha sido difundida a través de décadas y distancia.
El padre Lorenzo Ato, director de comunicaciones del Ministerio Hispano arquidiocesano de Nueva York, quien concelebró la Misa, dijo ser “un seguidor” de San Romero, “desde que estaba en mi país, en Perú” estudiando teología. Dijo que el santo era uno de sus “favoritos”.
Está bien claro que San Romero fue afectado por su trabajo pastoral, su cercanía con los “pueblos sumergidos en la pobreza”, un hombre a quien “le dolía las penas de su pueblo, la miseria de la humanidad” que entonces se encontraba en muchos lugares de América Latina, dijo el padre Ato. Y sus escritos transmiten esas experiencias que pasaban por el prisma de una vida profunda de oración, dijo.
“Era un hombre sencillo, sencillo. Me quede asombrado cuando se ve donde escribía su reflexión, sobre una mesa sencillita para tan grande pensamiento que tenía para toda la iglesia. Y, wow, como es iluminado por el Espíritu Santo”, dijo el padre Ato. “Me dio mucha, mucha, fuerza para poder predicar la palabra de Dios aquí cuando llegué a este país”.
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