Diferentes puntos para un funeral Católico
Friday, Oct. 30, 2015
By Marie Mischel
Intermountain Catholic
SALT LAKE CITY — Durante los preparativos para el funeral de un ser querido “una de las cosas más importantes para los Católicos es el hermoso regalo de la Misa que se ofrece por el ser querido que falleció”, dijo el Padre Andrew Skrzpiec, párroco de la iglesia de Saint Ambrose. La Misa fúnebre es un regalo especial que refleja “la salvación de Cristo ofrecida en ese momento a esa persona y a todos los que los apoyamos con nuestro amor, nuestra presencia y nuestras oraciones”.
El padre Skrzpiec dijo que las lecturas y la música para una Misa fúnebre reflejan el carácter de oración del servicio; los panegíricos se deben de dar en la vigilia, a pesar de que la homilía del sacerdote o diácono puede incluir información acerca de la persona fallecida.
El padre Skrzpiec dijo que muchos Católicos no lo saben a pesar de que la Iglesia Católica permite la cremación, el rito llama a que el cuerpo este presente durante la Misa fúnebre. También la Iglesia requiere que las cenizas sean puestas en un lugar final de descanso, no dispersas o exhibidas sobe alguna repisa.
Otra idea equivocada común es que el Sacramento de Unción de los Enfermos debe de ser reservado hasta los últimos momentos de la persona en este mundo, pero “el Sacramento de la Unción es para los vivos”, dijo el padre Skrzpiec agregando que preferentemente este ritual debe de ser celebrado cuando la persona puede participar activamente.
De acuerdo con la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos, “El rito de la Unción de los Enfermos nos dice que no hay necesidad de esperar a que una persona este al borde de la muerte para recibir el Sacramento. Un juicio cuidadoso acerca de la severidad de la naturaleza de la enfermedad es suficiente… Para aquellos que están a punto de partir de esta vida, la Iglesia ofrece a la persona la Penitencia, la Unción de los Enfermos y la Eucaristía como Viaticum (comida para el viaje) que se da al final de la vida”.
Cuando una familia se encuentra preparando los arreglos para un funeral Católico, el personal de las funerarias puede ofrecer sugerencias acerca de los servicios que siguen los ritos pero se pueden personalizar dijo Travis Greenwood, gerente de la Funeraria Larkin en Salt Lake City.
Greenwood dijo que las opciones incluyen realizar los servicios en la funeraria, en la iglesia o en el cementerio, agregando que él está en constante comunicación con el sacerdote o diacono que celebrara los ritos, los cuales, si la familia lo solicita, incluyen el rosario durante la vigilia
“Queremos cumplir los deseos de la familia, pero a veces no saben lo que quie-ren, o no conocen los procesos legales de los funerales”, dijo Greenwood.
Greenwood dijo que, por ejemplo en Utah, si una persona desea ser cremada, ese deseo debe de ser claramente escrito en un documento legal. De otra manera el cónyuge del fallecido puede realizar los arreglos; si los que le sobreviven son solo los hijos, la mayoría de ellos deben de consentir la cremación a menos de que un poder legal claramente subraye la disposición de los restos.
Además de tomar las decisiones acerca de los servicios, las familias deben de escoger las flores, escribir un obituario y muchos otros detalles; todo esto es usualmente requerido unos días después de la muerte del ser querido
Greenwood dijo que tomar esas decisiones es un poco abrumador, por lo que él le sugiere a las personas realizar sus propios arreglos para sus funerales.
“Cuando uno está programando su funeral, uno puede claramente discutir acerca de lo que quiere que se haga. El beneficio de hacerlo antes, es una gran bendición. Cuando las familias llegan y todos esos arreglos ya están hechos, esto les quita un gran peso de encima, ya que ya saben los deseos de sus seres queridos”.
Por ejemplo “frecuentemente escucho a familias diciendo ‘Dios, ¿qué es lo que mamá o papá desearían?, querría un ataúd de metal? O ¿querrían uno de madera?”, dijo Greenwood.
Cuando se trabaja con el cementerio las familias deben de estar preparadas para mostrar la propiedad de la tumba que ya ha sido comprada, dijo John Curtice, director del Cementerio Católico Mount Calvary.
De otra forma, el prefiere una notificación de 24 horas antes de un funeral y le pide a los miembros de las familias que visiten el cementerio para que vean la tumba.
Durante el servicio fúnebre, el sacerdote o diácono debe consagrar la tumba ya que “es el lugar final de descanso”, aun en un cementerio Católico, el cual ya es un sitio sagrado”, dijo Curtice.
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