Diócesis celebra Ordenaciones

Friday, Jul. 07, 2023
Diócesis celebra Ordenaciones + Enlarge
By Linda Petersen
Intermountain Catholic

Traducción: Laura Vallejo

SALT LAKE CITY — La tarde del 30 de junio los diáconos Oscar Marquina y André Sicard fueron ordenados como sacerdotes y el seminarista Anthony Shumway fue ordenado como diácono transitorio por el Obispo Oscar A. Solis en la Catedral de la Magdalena frente a una comunidad que inundó las bancas de la catedral incluyendo a feligreses de toda la diócesis, así como amigos y familiares de los tres ordenados.

El Obispo Solis presidió la Misa la cual fue en inglés y en español. Entre los con celebrantes estuvieron monseñor  Colin F. Bircumshaw, vicario general; monseñor J. Terrence Fitzgerald, vicario general emérito; el padre Martin Diaz, rector de la catedral; el padre David Hulshof, representante del Colegio Pontifico de Norte América en Roma en donde el padre  Marquina  está estudiando; y el padre  Jim Froelich, OFM Cap., representando al Seminario Nacional  de la Universidad Católica de América en donde el padre Sicard es estudiante. Concelebrando estuvieron varios sacerdotes diocesanos, así como sacerdotes invitados.

“Mis hermanos y hermanas, hoy la Iglesia de Salt Lake City se une a la Iglesia en el mundo con alegría en la celebración del Sacramento de las Santas Ordenes,” dijo el Obispo Solis en su presentación de los candidatos. “En el Sacramento de las Ordenes, los diáconos tienen como su ministerio al pueblo de Dios en la Liturgia, la proclamación de la Palabra y en los actos de caridad. Los presbíteros son parte de la imagen de Cristo, el eterno sacerdote máximo, para predicar el Evangelio. Para ser pastores de los fieles y para celebrar la divina alabanza como verdaderos sacerdotes del Nuevo Testamento. Conforme la Iglesia local les da la bienvenida a estos candidatos, así como a los asistentes a esta celebración, le damos gracias a Cristo como la base de sus vocaciones.”

El diácono Guillermo Mendez proclamo el Evangelio. Varios diáconos diocesanos, incluyendo al Diácono  George Reade, canciller y sus esposas estuvieron entre los asistentes. Los Caballeros de Colon de Utah brindaron la guardia de honor.

Después de la Liturgia de la palabra el padre  Joseph Delka, director diocesano de vocaciones, presento, primero a Shumway y despues a Marquina y a  Sicard ante el Obispo Solis, declarandolos valiosos para la ordenación.

“Basándonos en la ayuda de nuestro Señor Dios y de nuestro Salvador, Jesucristo, elegimos a nuestros hermanos para la orden del sacerdocio,” respondió el Obispo Solis más adelante.

“Después de esas ceremonias el Obispo Solis ofreció su homilía en inglés y en español.

“Nos reunimos en este día especial, para dar gracias  a Dios por el precioso don de dos sacerdotes y un diácono quienes recibirán las Santas Ordenes para el servicio de nuestra Iglesia,” dijo el obispo Solis. “Su ordenación es una manifestación concreta de las bendiciones de Dios y de su amor eterno por nosotros y por el mundo.”

Describiendo la ocasión como ‘un momento de confirmación’ ya que dos sacerdotes y un diácono de la Iglesia local estaban siendo confirmados el obispo dijo que, “no sucede cada año que podemos disfrutar este tipo de celebración en esta hermosa catedral.”

El Obispo compartió unas palabras con cada uno de los ordenados, comenzando con el diácono Shumway (vea historia anexa).

Después de llamarlos como sus hermanos a los dos ordenados al sacerdocio, el Obispo Solis les agradeció  su dedicación por su vocación como sacerdotes. “Cristo ins-tituyó al sacerdocio como un Sacramento de su amorosa y salvadora presencia en el mundo,” dijo el Obispo. “A través de la imposición de las manos y de la unción del Santo Crisma, se les confía el poder del Espíritu Santo y la autoridad para compartir en el Sacerdocio de Cristo.”

El Obispo Solis animó a los ordenados a reflexionar sobre la dignidad de su vocación. “Dios prometió que estar con ustedes siempre y el quien habla, pondrá sus palabras en su boca,” dijo el Obispo. “Están recibiendo un honor especial como sacerdotes de acuerdo con la orden de Melchizedek para ofrecer dones y sacrificios por los pecados. Ustedes serán pastores, a los que se les confían las almas del Pueblo de Dios.”

“Los sacerdotes no pueden reclamar ningún honor por lo que hacen: ustedes simplemente han sido llamados por Dios,” dijo el Obispo. “Ustedes son instrumentos y conductores de sus bendiciones para el mundo. Es Cristo quien sana, perdona y salva, no los sacerdotes. Así es que tengan presente de las tentaciones del egocentrismo, de la ambición, del clericalismo y del confort. Cristo es el Mesías y nosotros sus siervos. Permanezcan conectados con el amor de Dios para que así sean fieles a su ministerio y a su llamado. Sean humildes e imiten a Dios Pastor quien da su vida pro sus amigos.”

Posterior a la Homilía,  se celebraron los ritos de Promesa para los Electos para el Diaconado y la Promesa de los Electos al Sacerdocio. Luego los ordenados se postraron en frente del altar mientras la Súplica Letánica era recitada.

El diácono Shumway recibió sus vestimentas de su oficina de manos del diácono Tom Tosti.

Después de la oración al Diaconado el Obispo Solis le otorgó el Libro del Evangelio al diácono Shumway.

Le siguió la ordenación al sacerdocio. El padre Marquina recibió sus vestimentas por parte del padre Francisco Pires, párroco de St. Henry en Brigham City y el padre Sicard las recibió del padre Diaz y del padre Jose Barrera, párroco de la Iglesia de Santa Teresita del Niño Jesús en Midvale.

Al concluir con la oración de Ordenación al Sacerdocio el Obispo Solis ungió las manos de ambos con el Oleo Crismal. Los recién ordenados sacerdotes concelebraron la Liturgia de la Eucaristía, asistidos por el diácono Shumway así como por otros diáconos.

Al finalizar la Misa  y la procesión de salida, los nuevos sacerdotes ofrecieron bendiciones a sus familiares y amigos.

El padre Marquina es feligrés de la parroquia de St. Thomas Aquinas y los últimos años ha asistido al Colegio Pontificio de Norteamérica en Roma Italia, a donde regresara en otoño para cursar dos años más de su licenciatura en ley canónica.

El momento que más lo conmovió de su ordenación fue casi al final, antes de la procesión, donde todos los asistentes se volvieron hacia la imágen de Nuestra Señora de Guadalupe para cantar el Salve Regina.

“Vi el rosto de Maria lleno de alegría, irradiándola al ver a dos nuevos sacerdotes,” dijo el padre Marquina.

El padre Sicard feligrés de la parroquia de Santa Teresita del Niño Jesús, recientemente se graduó de la Universidad Católica de América en Washington D.C. con un título en Teología Sacra, lugar a donde regresará para perseguir un título en ley canónica.

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