Ejemplos inspiraciones de nuestro bautismo son un llamado de acción
Friday, Aug. 15, 2014
By The Most Rev. John C. Wester
Bishop of Salt Lake City
Traducido por: Laura Vallejo
¿Cuándo fuiste bautizado?
Estoy seguro de que podrían contestar sin pensarlo si les hubiera preguntado la fecha de su cumpleaños, pero la mayoría de las personas no sabe cuándo fueron bautizados, a pesar de que es a través del bautismo – el primero de los Sacramentos de iniciación de la Iglesia, el cual nos guía hacia la relación con Jesucristo – que somos uno con Cristo en su sufrimiento, muerte y resurrección. Por el bautismo somos parte de la Iglesia, del Cuerpo de Cristo y el bautismo nos asegura acerca de la vida eterna.
Aun así, a pesar del significado del sacramento, como el Papa Francisco mencionó durante la Audiencia General en el mes de septiembre, muy pocos Católicos saben la fecha de su bautizo.
Aun así el saber la fecha es mucho menos importante que el hecho de que fueron bautizados y de que vives las gracias que son tuyas a través de este sacramento. A través del bautismo cada uno de nosotros estamos llamados a vivir como miembros del Cuerpo de Cristo; llevando Cristo a los demás, sirviendo a los demás, perdonando a los demás, siendo presencia de unidad en nuestro mundo.
Jesús nos recuerda que seremos recordados por lo que hagamos; el himno familiar exhorta que “sabrán que somos Cristianos por nuestro amor”.
Los hombres y mujeres que el sábado pasado (vea historia en la pág. 1) fueron comisionados como ministros eclesiales laicos, son buenos ejemplos de lo que es vivir el llamado bautismal.
Ellos pasaron los últimos cuatro años estudiando y formándose en la fe, preparándose para servir a la Iglesia específicamente como ministro eclesiales laicos.
Esto no es algo que hicieron simplemente en su tiempo libre. En su lugar, ellos respondieron al llamado de Cristo a seguirlo a Él y a sus discípulos, un llamado que llegó a través de su bautismo.
Al seguir este llamado, ellos servirán a sus hermanos y hermanas llevándoles a Cristo a través de catequesis, visitando al enfermo, distribuyendo la comunión, liderando la celebración dominical en ausencia del sacerdote, aceptando papeles de liderazgo en sus parroquias y llevando una variedad de ministerios para los que han sido llamados y en donde serán llamados ministros eclesiales laicos.
Otro recordatorio de nuestro bautismo se realizará el 15 de agosto al celebrar la Asunción de la Santa Virgen María. La Asunción, de cuerpo y alma al cielo de Nuestra Santa Madre, nos recuerda nuestro propio llamado de Dios a ser uno mismo por siempre con y en Él.
De hecho, no disfrutamos de todos las ventajas de María, la Madre de Dios, la Madre de la Iglesia.
Sin embargo, como ella cada uno de nosotros tenemos el llamado de intimidad con su Hijo a través del bautismo y estamos llamados por su hijo a responder las necesidades de otros, tal y como los ministros eclesiales laicos lo hacen.
Este servicio puede ser de varias maneras. No todos seremos ministros eclesiales laicos, pero todos estamos llamados con nuestro tiempo y talentos al altar de Dios expresando nuestra voluntad de servicio al prójimo.
Para la mayoría de los católicos este servicio será en nuestra Iglesia local, en sus hogares criando a sus hijos – nutriendo sus espíritus, cuerpos y almas; creciendo cercanamente con su cónyuge a través de las gracias del matrimonio. A fuera de nuestros hogares, podrían confortar a un amigo que perdió su trabajo, consolar a un ser querido que enfrenta una grave enfermedad o ser serviciales los unos a los otros.
No debemos de olvidar que orar por nuestro prójimo es una manera muy importante de servicio.
Piensen en nuestras hermanas Carmelitas en Holladay y en nuestros hermanos de la Trapa en Huntsville quienes su vidas enteras están dedicadas a la oración. La oración por las necesidades de otros día y noche, y así lo debemos de hacer nosotros.
Esta es una manera muy poderosa y única de servicio.
Particularmente, mis hermanos obispos y yo estamos urgiendo a los fieles para que oren el domingo 17 de agosto por la paz en Irak en donde los Cristianos y otras personas enfrentan destrucción, quema y saqueo de iglesias, hogares negocios. Muchos amenazados de muerte por el estado islámico (ISIS) han huido de sus vidas; desde que comenzó la crisis el Papa Francisco frecuentemente ha llamado por la paz en esta trágica situación y sigue orando por esta intención.
El 17 de agosto, uniéndonos a la Iglesia orando por la paz, todos los católicos en especial aquellos que se encierran o que encuentran difícil dar voluntariamente su tiempo, podrían cumplir con su llamado bautismal de servicio.
Estoy profundamente agradecido a los hombres y mujeres que recientemente han sido comisionados como ministros eclesiales laicos y oro para que sirvan como ejemplo a todos para vivir una vida de servicio al prójimo y a nuestra Iglesia. También oro para que todos seamos eco de las palabras de María quien respondió a su prima Isabel al visitarla : “Proclama mi alma la grandeza del Señor; y mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador”.
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