Por Rhina Guidos
LA HABANA — El cardenal Timothy M. Dolan se reunió privadamente con el presidente de la República de Cuba el 11 de febrero, última jornada de una visita de seis días a la nación isleña que estuvo en su mayor parte dedicada a visitas con los prelados cubanos, organizaciones humanitarias y locales donde los católicos de la isla llevan a cabo servicios de asistencia a pobres y ancianos.
“La reunión fue muy bien, lo que no es sorpresa, ya que él siempre es extraordinariamente cordial”, dijo el arzobispo de Nueva York en una entrevista con Catholic News Service después de la reunión con el presidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez en La Habana. “Yo le dije que no estoy aquí como político. Estoy aquí como pastor, señor presidente. Quiero que usted sepa cuánto admiro a mis hermanos obispos (en Cuba).
“Nos ha encantado reunirnos con sacerdotes y religiosas, líderes laicos y los fieles y están muy contentos, aman a Jesús y a su Iglesia. Estoy muy agradecido por la apertura de Cuba de permitir a sacerdotes, hermanas y líderes laicos católicos en Cuba para ayudar en la misión de la Iglesia”.
La reunión duró 50 minutos, dijo el cardenal Dolan, añadiendo que reiteraba el ardiente deseo de la Iglesia, “de ser colaborador en el área pública en cualquier proyecto que fomente la dignidad de la persona humana, la vida humana, la dignidad de la familia, la importancia del matrimonio, y la profunda y real herencia de fe que se encuentra en el pueblo cubano”.
Dijo que encontró al presidente “realista”, pero también “anhelante de ver si puede haber una buena relación”.
El cardenal Dolan dijo que se había encontrado con Díaz-Canel en dos ocasiones anteriores y la última fue en 2018, cuando reemplazó a Raúl Castro al frente del gobierno de Cuba. Díaz Canel visitó Nueva York más tarde en el otoño y habló ante las Naciones Unidas. Pidió una reunión con el cardenal Dolan en la Catedral de San Patricio y durante esa visita, entregó un regalo al prelado: una estatua de Nuestra Señora de la Caridad de El Cobre.
Aunque los miembros de la Iglesia, junto con otros grupos religiosos de la isla habían sufrido persecución después del triunfo de la revolución cubana, después de la visita de san Juan Pablo II a la isla, la Iglesia católica de Cuba pasó por una ola de apertura por parte de los líderes gubernamentales. Luego el papa Benedicto XVI la visitó en 2012, seguido por el papa Francisco en 2015—todos con mensajes de salvación.
El Vaticano, con ayuda del cardenal Cubano Jaime Ortega de La Habana, que murió en julio de 2019, jugó un importante papel en el acercamiento entre Cuba y Estados Unidos, y los dos países anunciaron el restablecimiento de relaciones diplomáticas al final de 2014, lo cual incluyó la reapertura de las embajadas en La Habana y Washington respectivamente.
La Iglesia católica siempre ha mantenido que es mejor dialogar con Cuba que aislarla, y los esfuerzos --desde el Vaticano hasta los obispos de Estados Unidos-- han enfatizado soluciones diplomáticas.
Sin embargo, con la presidencia de Donald Trump llegaron sanciones y nuevas restricciones de viajes a Cuba. El cardenal Dolan dijo que Díaz Canel dijo que apreciaba los esfuerzos del Vaticano y de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos, diciendo que siempre es mejor el diálogo que el antagonismo, y que los intercambios comerciales y culturales benefician el entendimiento entre los pueblos, “y yo afirmé eso”, dijo.
El cardenal Dolan dijo que estaba de acuerdo con el hecho de que quienes sufren las consecuencias de medidas como el embargo, no son los líderes gubernamentales, sino el pueblo llano de Cuba.
“Y cuando se ven enormes escaseces de alimentos y medicina, sí que parece injusto”, dijo.
A quienes criticarían su reunión con Díaz-Canel, dijo que tiene bastante que hacer, pero que, si se le invita a visitar un lugar y la visita puede hacer algún bien, ése es su interés principal como pastor.
“No estoy ahí sentado deseando hacer viajes. Tengo suficiente que hacer. Tengo un trabajo a tiempo completo”, dijo.
Dijo que durante la visita Díaz-Canel le dijo que Cuba era el único lugar en las Américas que habían visitado tres papas.
“Y yo dije, ´No, no´. Hay un lugar donde han estado cuatro papas: la Catedral de San Patricio. Y entonces le di un regalo”, de la catedral, dijo.
El cardenal dijo que otras personas pudieran hacer visitas como estas a la isla, incluyendo educadores, líderes empresariales, artistas, escritores y líderes de otras comunidades de fe, “Creo que las cosas se harían más cálidas”.
Stay Connected With Us