Traducción: Laura Vallejo
SALT LAKE CITY — El 4 de septiembre más de 500 personas se reunieron en el hotel Grand América en Salt Lake City para la Bishop’s Dinner, un evento a beneficio de la Catedral de la Magdalena. Este fue un número de asistentes récord para el evento el cual celebró su 20 avo aniversario.
Durante sus comentarios iniciales el Reverendo Martin Diaz, rector de la Catedral reconoció que las personas reunidas provenían de varias formas de vida y de varias tradiciones de ge. “En un mundo dividido, celebramos nuestras diferencias,” dijo. “Entendemos nuestra diversidad. Vivimos en paz con todos, ya que somos compasivos y sabemos perdonar.”
El padre pidió la bendición de “los alimentos y de las amistades que esta noche compartimos,” y también para “quienes trabajaron y están trabajando para que los disfrutemos.”
Conforme el programa de la velada comenzó se presento un video en celebración del 20 avo aniversario de la cena; en este se presentaron imágenes antiguas del primer evento así como comentarios de varias personas que comentaron su apreciación por la catedral.”
“La iglesia del Obispo debe de seguir siendo un cielo de hospitalidad en donde todo el Pueblo de Dios tiene un lugar en la mesa,” dijo el Muy Reverendo Arthur Holquin en sus comentarios en esa primer cena, en uno de los varios clips que se presentaron en el video.
El 1ero de octubre del 2004 el Intermountain Catholic publicó el texto completo de la presentación de Monseñor Holquin, la cual llevo el titulo de ‘La Catedral como Sa-cramento.’ En este se notó que “una iglesia catedral puede ser una poderosa presencia de la santa, reveladora de la misericordia de Dios, de la justicia de Dios, del Señor de la belleza y de la hospitalidad de Dios en medio de una ciudad secular.”
El video mostró a monseñor Holquin diciendo “mis queridos amigos, lo que ustedes tienen es un tesoro. Cuídenlo. Aliméntenlo. Apóyenlo.”
El tema de gratitud fue continuado por monseñor Joseph M. Mayo, sacerdote dio-cesano jubilado quien comenzó las cenas cuando fue rector de la Catedral. La cena Bishop’s Dinner fue “una hermosa plataforma para el Obispo Niederauer, para el Obispo Wester, y para que el Obispo Solis expresen su gratitud a todos por su desinteresadas donaciones o a las personas que han contribuido a la presencia de la Catedral,” dijo en el video.
El reverendísimo George H. Niederauer [d. 2017], fue Obispo de Salt Lake City cuando la Bishop’s Dinner comenzó; si sucesor fue el Reverendísimo John C. Wester, Arzobispo de Santa Fe. El reverendísimo Oscar A. Solis es el 10mo Obispo de Salt Lake City.
Uno de los momentos de humor durante la cena llegó cuando el video mostró al Obispo Niederauer agradeciendo a quienes estaban en el evento inaugural “por su generosidad, si no fuesen generosos, el padre Mayo me ha dicho que les recuerde que las gárgolas de su Catedral están altamente entrenadas y saben en donde viven.”
El ponente de la cena de este año fue el Cardenal Robert W. McElroy de San Diego, quien también es miembro del Dicasterio para la Promoción Integral del Desarrollo Humano y el Dicasterio para el Laicado, y vida Familiar del Vaticano. Tiene un título de Harvard, una maestría y un doctorado de la universidad de Stanford y un doctorado en teología moral de la Universidad Gregoriana en Roma. Fue ordenado al sacerdocio en 1980; en el 2010 el Papa Benedicto lo nombro Obispo Auxiliar de San Francisco. Cinco años después el Papa Francisco lo asignó como Obispo de San Diego y lo elevó a cardenal el 27 de agosto del 2022.
El cardenal dijo que el arte de la Catedral de la Magdalena es testigo de la centralidad de los eventos de la Pasión, muerte y Resurrección de la fe de los creyentes. “Ellos verbalizaron la grandiosidad del sacrificio que Jesucristo hizo por nosotros y el entendimiento de que en esos eventos de salvación se nos perdonan los pecados y todo por Dios quien nos ama desde el primer instante en el vientre de nuestras mamás y quinen nos amará hasta el final de los tiempos.”
Entre la majestuosidad artística del edificio “la liturgia [en] la Magdalena toma la gracia angelical por la presencia del coro de la escuela de la catedral,” agregó. “Creemos que cuando celebramos la Eucaristía participamos en la vida celestial de manera única, no solo porque el Señor esta físicamente presente con nosotros. La belleza artística y música de la Magdalena nos da un sabor de esa realidad.”
El cardenal le pidió a los presentes imaginarse los retos con los que 3,000 católicos se enfrentaron en Utah en el último siglo conforme buscaban construir la Catedral de la Magdalena. “En medio de las batallas y luchas con las que se enfrentaron en esta nueva tierra, que valentía y fe fueron requeridas para visualizar, sin decir construir, una catedral tan sublime la cual nos brinda un hogar espiritual para que las generaciones venideras encuentren la presencia de Dios.”
Enfatizando que la Catedral es un lugar de reunión para todos, el Cardenal dijo que “en nuestra fe compartida personifica la gracia de Dios que nos une como testigos comunes del impulso religioso que radica en el corazón y alma humanos. Este es un lazo compartido de la humanidad religiosa y espiritual que nos brinda el terreno más fértil para cultivar un nuevo Edén para este mundo” y en el que “todos somos hijos de un solo Dios quien creo todas las bendiciones que conocemos para nosotros en este mundo.”
Haciendo hincapié en que todas las personas van por un camino de fe el Cardenal concluyó diciendo que “Que Dios nos guíe a todos por este maravilloso y exhilarante camino en la construcción de la gracia de Dios en nuestras vidas.”
El Obispo Solis ofreció a los comentarios de clausura de la cena; reconociendo a los presentes quienes “llegaron aquí como hermanos y hermanas, reconociendo que todos estamos aquí reunidos como una familia global, como personas unidas en una amistad social que trasciende las barreras de polarización y división, en donde el mundo se vuelve un mejor lugar; y en donde somos espejos de que el testimonio de Dios existe en el mundo- quien creó la maravilla de la creación, de la dignidad de la vida humana y de la belleza de la amistad social.”
El Obispo agradeció “a los benefactores y a quienes por 20 años han contribuido no solo ayudando en la Catedral de la Magdalena sino siendo la línea de luz y un faro de esperanza en la comunidad de Salt Lake City y todo el estado de Utah… Las puertas de la Catedral permanecen abiertas por lo que ustedes han hecho no solo en los últimos 20 años sino por todos los años de su existencia. Permanece como faro de luz y esperanza y su luz sigue brillando por ustedes.”
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