El DDD apoya al Ministerio de Jóvenes

Friday, Sep. 05, 2025
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Sofía Arriaga
By Special to the Intermountain Catholic

¡Buenas tardes! Mi nombre es  Sofía Arriaga. Pertenezco a la parroquia de San José Obrero y sirvo en el Departamento de Finanzas en la Diócesis de Salt Lake City.
He estado muy involucrada en la pastoral juvenil durante los últimos años, lo que ha sido fundamental para forjar mi fe y mi conexión con la Iglesia. 
He tenido la increíble oportunidad de asistir a varios encuentros de Carlo Acutis que han fortalecido mi devoción a la Eucaristía, participar en la conferencia SEEK25 y atender a muchas peregrinaciones, incluyendo la inolvidable experiencia de la Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa, Portugal, en 2023. Estas experiencias me han ayudado a crecer tanto espiritual como personalmente, y me apasiona seguir compartiendo esa alegría con los demás.
La Campaña del Desarrollo Diocesano, o como muchos de ustedes la conocen, no es solo una recaudación de fondos. Es una misión. Es la forma en que nosotros, como Cuerpo de Cristo aquí en Utah, nos unimos para apoyar los ministerios y programas vitales de la Iglesia. Es la forma en que decimos “sí” a la cons-trucción de un futuro lleno de fe, servicio y amor, especialmente para nuestra comunidad hispana y nuestra juventud.
Déjenme preguntarles algo: ¿Han mirado alguna vez a los ojos de un joven que acaba de encontrarse con Jesús en la Eucaristía por primera vez, no solo en la misa, sino en lo más profundo de su alma? ¿Han visto lo que sucede cuando un joven encuentra sanación a través del ejemplo de una santa como María Goretti o se siente llamado a una fe más profunda por la vida del beato Carlo Acutis? ¡Yo sí! Tengo el privilegio de conocer a un amigo que está en proceso de discernir su vocación y asistir al seminario.
Esto es lo que hace posible la Campaña del Desarrollo Diocesano. Gracias a esta Campaña, más de 2000 jóvenes de 20 parroquias han sido alcanzados tan solo el año pasado. No son solo cifras– son vidas. Vidas transformadas, corazones tocados y futuros redirigidos hacia Cristo. 
A través de la Campaña del Desarrollo Diocesano, nuestro Ministerio Juvenil ha podido promover la belleza de la Eucaristía, el don de la fe y el poder del perdón, destacando las historias de jóvenes santos, santos que no son mucho mayores que algunos de los niños y jóvenes adultos que hoy nos acompañan. Carlo Acutis, un adolescente que usó la tecnología para difundir el amor de Jesús en la Eucaristía. Maria Goretti, una joven que eligió el perdón en lugar del odio. José Sánchez del Río, un valiente adolescente que defendió su fe durante la persecución en México. Estos santos nos recuerdan que la santidad no es para los perfectos, sino para los dispuestos. 
Y gracias a la DDD, podemos llevar ese mensaje a los jóvenes de todo Utah. Pero la DDD no se detiene ahí. También ayuda a formar programas y consejos para jóvenes adultos, apoya la capacitación intencional de ministros y amplía los recursos que permiten que nuestra Iglesia crezca, no solo en número, sino también en fuerza, profundidad y amor. Para nuestra comunidad hispana, esto significa ministerios con mayor relevancia cultural, más oportunidades de liderazgo y más oportunidades para que nuestras voces se escuchen y se eleven en la Iglesia. Esta es nuestra Iglesia. Y si queremos una Iglesia viva, vibrante y lista para servir a la próxima generación, debemos apoyarla, juntos. Por eso los invito hoy a formar parte de esta misión. Ya sea que puedan contribuir poco o mucho, su donación a la Campaña del Desarrollo Diocesano es una limosna. Es un acto de amor. 
Es una forma de decir: «Aquí estoy, Señor, envíame». Así que, por favor, oren al respecto. Reflexionen sobre lo que la Iglesia ha hecho por ustedes y sus familias. Y si pueden, donen generosamente. Porque, como dijo San Francisco de Asís, «dando recibimos»
Gracias, y que Dios los bendiga a ustedes y a sus familias.

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