Traducción: Laura Vallejo
SALT LAKE CITY — El diácono George Reade, quien durante 11 añor sirvió como canciller diocesano se jubiló el 10 de marzo.
“Él ha sido un fiel y buen amigo y ministro para muchos,” dijo el padre John Evans vicario general, en una carta anunciando la jubilación del diácono Reade. “Esperamos que durante su jubilación él y su esposa Mary, tendrán mucha paz, alegrías y buena salud. Realmente lo apreciamos y sinceramente lo extrañaremos en su oficina y por toda la diócesis.”
El 4 de marzo se realizó un almuerzo en el Centro Pastoral celebrando la jubilación del diácono Reade.
“George no es realmente una leyenda; es más que una leyenda,” por su servicio en la diócesis en varias capacidades, dijo el Obispo Oscar A. Solis durante el almuerzo.
Los dos se han hecho buenos amigos y compañeros de golf durante los ocho años en que el Obispo ha estado realizando ministerio en la diócesis. “Hemos tenido grandes momentos jugando golf, pero hemos discutido muchos temas importantes.- la decisión que hace que las cosas sucedan, las grandes responsabilidades de un canciller de la diócesis se discuten de varias maneras, no sólo durante un juego de golf, sino después de un juego de golf.”
El Obispo alabó la ética laboral del diácono. “La mayoría de los días el estaba aquí entre las 4:30 y 5 de la mañana,” dijo el obispo. “Es un ministro muy consciente de la Iglesia. Ha dedicado su vida como diácono en total servicio de Dios y de la Iglesia que fiel y religiosamente ha servido. Y es así que estamos muy contentos y orgullosos de que el diácono George ha dado y dedicado su vida en tantas maneras. Trabajar con él ha sido una gran alegría.”
Fue así que le presentó varios regalos como muestra de la estimación que el personal diocesano le tiene.
“Me gustaría extender a nombre del Pueblo de Dios de la Diócesis de Salt Lake City y de todo el personal de la diócesis y del centro pastoral nuestra profunda gratitud a ti diácono George, por pasar tiempo con nosotros.,” dijo el obispo.
El Obispo Solis ofreció una bendición especial para el diácono Reade durante la cual le pidió a Dios “derramar la bondad y bendiciones entre el diácono George y su esposa Mary, Katie y Robert presentes y a todos los miembros de su familia. Ellos han contribuido más que las palabras pueden decir. Ellos hoy se jubilan así es que oramos para que les permitas ponderar todo lo que han hecho y para que les otorges un sentimiento de satisfacción y de cumplimiento por su trabajo y su sacrificio, como lo hiciste en el séptimo día cuando viste que todo lo creado era bueno.”
Después el diácono Reade expresó su agradecimiento por el reconocimiento y recordó algunos momentos de su camino al conocer y casarse con su esposa Mary, siendo bautizado en la Iglesia, al ingresar al diaconado y servir como canciller.
“Gracias a todos y cada uno; solo alabó a Dios por esta maravillosa bendición y por tantos años,” dijo. “Estos 11 años han sido una gran alegría al trabajar aquí, y eso es gracias a ustedes. Una vez alguien me dijo que sería exitoso a través de las relaciones que construyera y me encantó poder construir relaciones con todos, ya que todos me apoyaron mucho. Los quiero, muchas gracias y gracias por este almuerzo que Dios los acompañe siempre.”
Originalmente Episcopal nativo de Riverside California, el diácono Reade ingresó al catolicismo hace 30 años después de asistir al programa de RICA en la parroquia de St. Ambrose. El 24 de enero del 2004 fue ordenado al diaconado y fue asignado a esa parroquia en donde sirvió por varios años. Antes de ser nombrado canciller sirvió como gerente de manejo de propiedades diocesanas. Trabajó como agente de bienes raíces.
Su nombramiento como canciller vino de parte de Monseñor Colin F. Bircumshaw, quien en ese entonces era el Vicario general, cuando este le preguntó al diácono Reade si tenia sugerencias o si conocía a alguien que podría llenar la posición de canciller.
“Alce mi mano y dije si yo estoy interesado,” recordó el diácono.
Durante su jubilación el diácono Reade y su familia planean pasar tiempo con sus hijos y nietos y asistir a juegos de fútbol de su nieto Noah Flores quien juega para la Universidad Utah State, cuando les sea posible.
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