El Obispo consagra a la recién ampliada Misión San Isidro

Intermountain Catholic

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Dos mujeres llegan a la Misión San Isidro para presenciar la consagración del edificio en Elberta, el 28 de septiembre. fotos de IC por Barbara Stinson Lee

ELBERTA — Cada asiento estaba ocupado, incluyendo las sillas extras; y aún así, habían personas de pié contra las paredes y en el pasillo trasero cuando el reverendo obispo John C. Wester llegó para consagrar el recién ampliado Centro de Misión San Isidro en Elberta, el 28 de septiembre.

La necesidad de extender la misión localizada en el centro de Utah es evidencia del aumento de población en el área, especialmente de la población hispana.

El obispo Wester celebró Misa completamente en español. La Misa fue concelebrada por el Monseñor J. Terrance Fitzgerald, vicario general de la Diócesis de Salt Lake; el padre Joseph M. Mayo, pastor de la Catedral de la Magdalena en la Ciudad de Salt Lake; el padre David Bittmenn, pastor de la parroquia de San Francisco de Asís en Provo, la cual atiende a la Misión San Isidro; y el padre José Rausseo, vicario parroquial de la parroquia de San Francisco de Asís.

Las nuevas adiciones a la misión fueron diseñadas por el arquitecto John Sparano de Arquitectos Sparano y Mooney. El contratista general fue Tom Stevens de Contrataciones Tom Stevens, y el proyecto fue supervisado por Michael Lee en nombre de la diócesis.

"El estilo de Dios no es como el nuestro", dijo el Obispo en su homilía explicando la primera lectura del día.

"Somos creados con una añoranza a Dios y con una determinación de fe. Tenemos que aprender el estilo de Dios. Hacemos esto por medio de la oración, los sacramentos y la participación con humildad y perdón en la Iglesia viviente".

El Obispo dijo que Cristo nos dio un ejemplo de humildad conmovedor en el Evangelio del día:

"(Jesús), apesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, la muerte en la cruz. Por eso Dios le exaltó hasta lo sumo, y le dio el nombre sobre todo nombre, para que al nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre". (Flp. 2: 1-11).

Nosotros, por otro lado, "guardamos rencores y nos involucramos en guerras, crímenes de odio y venganza. Existen ataques en las calles de la ciudad por pandillas tratando de mantener su reputación. Todo esto lleva a la violencia y a la muerte.

"Pero Cristo predicaba el perdón. En una parábola en el Evangelio de Mateo, una persona interesada en seguir a Jesús se arrepintió y comenzó una nueva vida.

"¿Cuál es la esencia del perdón?", preguntó el Obispo. "Es dejar tu egoísmo al lado tomando el camino de Dios como Jesús lo hizo cuando tomó la forma de siervo".

Dijo que el punto se resumía en la palabra misión. "La Iglesia es llamada a una misión: nos reunimos para convertirnos en el Cuerpo de Cristo; siempre al servicio , al alcance y a la evangelización de otros; hoy, esta nueva misión resalta, meramente con su nombre, la importancia de la misión en todos nosotros.

"La misión es para nuestra comunidad, pero somos una comunidad llamada a seguir y a proclamar la Buena Nueva de Jesucristo. Nos despojamos en el servicio a otros. Este despojo toma muchas formas: vivimos nuestra fe diariamente; damos un servicio específico cuando se necesita; hacemos trabajos de misericordia corporales y espirituales; y estamos listos en pensar en los demás antes que en nosotros mismos en nombre de Dios".

El obispo Wester dijo que la Eucaristía es la manera principal en la que servimos a nuestra comunidad – la comunidad parroquial y la comunidad en general. "En cada celebración eucarística, somos mandados a servir nuestras misiones en el nombre de los demás.

"Como la inmigrante que espera la luz verde para cruzar la calle, esta es nuestra luz verde. Ya es la hora de irnos. Es hora de servir".

El Obispo felicitó a la gente de la Misión San Isidro por su paciencia en lo que las nuevas adiciones fueron terminadas.

El monseñor Fitzgerald agradeció a la Sociedad para la Extensión de la Iglesia Católica (Catholic Church Extension Society) y a Misiones Hogar Católico (Catholic Home Missions) por su continuo apoyo a la misión de alcance de la Diócesis de Salt Lake.