HYDE PARK — El Padre Clarence Sandoval tenía veintitantos años cuando comenzó su camino al sacerdocio. Graduado de la preparatoria de Tooele y de la Universidad Estatal de Utah, en ese entonces trabajaba como Ministro Católico en África. "En países subdesarrollados uno no tiene televisiones, radios y todo eso", dijo el Padre, "así es que pase mucho tiempo en silencio reflexionando acerca de lo que había hecho con mi vida la cual había sido muy bendecida, y acerca de lo que le había regresado a Dios. A su regreso de dos años en Lesoto, se acerco a Monseñor John J. Sullivan, quien entonces fungía como Pastor de la iglesia de Santa Margarita en Tooele. "Acudí al Padre Sullivan y le dije, ‘no quiero tener esto sobre mi conciencia, así es que déjeme entrar al seminario y ver si eso es lo que debo hacer y obviamente si lo fue". Asistió al seminario Mount Ángel en San Benedicto, Oregón obteniendo una maestría en divinidad. Fue ordenado sa-cerdote en la Diócesis de Salt Lake City el 21 de agosto de 1987 por el Reverendísimo William K. Weigand, entonces Obispo de Salt Lake City. Su primer asignación fue como Vicario Parroquial de la Iglesia de Notre Dame de Lourdes en Price. De 1989 a 1995 sirvió como Pastor de la i- glesia de Santa Elizabeth en Sevier County y de la misión de San Judas en Ephraim. En 1995 fue asignado a su actual parroquia Santo Tomas de Aquino en Logan. A partir del 3 de agosto será el Pastor de Santa Rosa de Lima en Layton. Uno de los problemas más difíciles que tuvo que lidiar como Pastor fue la redada migratoria que se realizó a la planta empacadora Swift & Co. en Hyrum el 12 de diciembre del 2006, en la cual 145 personas fueron arrestadas como inmigrantes ilegales. Algunos de los arrestados eran feligreses de la parroquia de Santo Tomás. "Fue muy difícil, no solo para nuestra comunidad de habla hispana sino para toda la parroquia. Todos somos una sola familia", dijo el Padre. Inmediatamente después de la redada el Padre Sandoval se puso a trabajar junto con otras personas para qué su parroquia pudiera solventar las necesidades de los que fueron arrestados y de sus familias, dijo el Padre; contrataron abogados y trataron de albergar a los niños de aquellos padres que fueron aprendidos en la redada. Esta causó que muchos feligreses hispanos perdieran su sentido de seguridad, dijo el sacerdote. "Después de la redada mucha gente nos llamaba pues tenían miedo de salir de sus casas. No iban ni siquiera a comprar sus despensas. Nosotros les llevábamos las cosas a sus casas. Y desde entonces los hemos estado apoyando, pues muchos de esos casos están todavía en las cortes. Es algo que sigue allí latente". También en el 2006 fue el año en que la iglesia de Santo Tomás fue dedicada. "En 1995 cuando llegué aquí de inme-diato vi la gran necesidad de construir una nueva parroquia debido a la creciente población", dijo el Padre Sandoval. Su nueva parroquia, Santa Rosa de Lima, esta también una parroquia relativamente nueva, y su visión para aquellas personas de Layton será la misma que para las de Logan. "Mi ministerio es acercar a las personas con Dios. Todo lo que hago es con ese fin", dijo el sacerdote. Dejar la parroquia de Santo Tomás fue muy difícil para el sacerdote ya que los feligreses se han convertido en su familia, pero se encuentra a la expectativa de construir nuevas amistades en Santa Rosa de Lima. "El Padre Sandoval es maravilloso, es muy trabajador, y ha demostrado ser muy eficiente como pastor de una parroquia bilingüe, así es que todo eso son grandes regalos para Santa Rosa de Lima", dijo Monseñor Colín F. Bircumshaw, Vicario General de la Diócesis de Salt Lake City.
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