Por el Reverendísimo John C. Wester, Obispo de Salt Lake City
En el artículo anterior, escribí acerca de el permiso para trabajadores temporales que dio la legislación que a pesar de ser bien intencionado, cuenta con problemas tanto constitucionales como humanitarios.
La propuesta HB 469 acerca de las enmiendas relacionadas con la migración también crea un permiso nuevo específico para Utah el cual agrega oportunidades igualmente inconstitucionales que desorien-tan a la población de indocumentados en Utah.
El esta-tuto crea un programa piloto patrocinado por los residentes que comienza en el 2013. Los ciudadanos de Utah podrían "patrocinar" a un extranjero para que éste viviera y trabajara o estudiara en Utah. El extranjero recibirá un permiso de residen-te migratorio y el patrocinador se comprometerá responsabilidad financiera " la cual es equivalente a la que un padre de familia tiene sobre un hijo" durante la estancia del extranjero. Para que la persona califique durante la solicitud del permiso, el migrante debe de residir en el extranjero, debe pasar revisiones tanto de salud como de sus antecedentes y debe tener a un patrocinador. El patrocinador debe presentar un ingreso anual de por lo menos 125 por ciento arriba del nivel de pobreza federal.
El residente inmigrante no podrá viajar fuera del estado sin el permiso del departamento de seguridad pública.
Quizás una de las razones más obvias para oponerse a esta nueva ley sea la propia manera se su redacción. La declaración " equivalente a un padre por un hijo dependiente" sugiere una actitud hacia las eras menos inclusivas y de nostalgia de nacionales extranjeros dentro la historia Americana.
Cuestión de cambiar el lenguaje del inconstitucionalmente discutible, sobre la restricción de los viajes, y de la persona ciudadana como si fuera dueña del patrocinado, en lugar de que éste sea tratado como una persona merecedora de respeto y dignidad.
Tal como en el programa del trabajador temporal se encuentra también en violación de la ley migratoria federal y requerirá de una dispensa del gobierno federal antes de que pueda ser implementada. Más aún, el gobierno fe-deral ha demostrado muy poco interés en permitir que cada estado haga su propio camino para un estatus legal. Y en ningún lugar de este estatuto o del programa de trabajadores temporales.
Este permiso es también una violación de la ley de migración federal y requerirá de un estatuto de dispensa en donde la legislatura defina los derechos de los portadores del permiso, los cuales aún con la aprobación federal, no serán reconocidos como ciudadanos americanos.
Mientras tanto las mismas personas que ya se encuentran haciendo negocio bajo el acto del permiso de trabajadores temporales, también ofrecerán ayuda para obtener el permiso de residente por una costosa cuota. Esos inmigrantes podrían no saber que esos permisos no existen y que no son elegibles para ellos si al momento de solicitarlos viven en el estado de Utah. Todo esto conlleva al problema final de la legislación ; este no hace nada para aliviar las penas que actualmente ya viven los migrantes que vi-ven y trabajan en Utah. Mientras que nuevos caminos hacia la ciudadanía necesitan ser considerados en la reforma migratoria, esos caminos deben de ser construidos a nivel federal como una estrategia com-prensiva. Tal estrategia debe incluir camino hacia la obtención de la ciudadanía para los actuales trabajadores indocumentados expandiendo la posibilidades para futuros migrantes, y dando igualdad de protecciones para todos, a pesar de cual sea su camino hacia la ciudadanía. El gobierno federal tiene total autoridad para lograr todo esto, y debe hacerlo para aliviar los dolores tanto en los estados como en los residentes indocumentados que actualmente viven en todo el país.
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