"El Señor ha sido muy bueno conmigo": Recordando la vida de Irene Sweeney, 1915-2011

Foto de Archivo

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Michael Courtney

Archivista de la Diócesis de Salt Lake City  

Traducción: Laura Vallejo

El 22 de julio el día de Santa Maria Magdalena, patrona de la Diócesis de Salt Lake City, la Catedral de la Magdalena dedicará su patio en honor a Irene Sweeney, quien antes de fallecer , por muchos años contribuyó con su tiempo, talentos y tesoros a la diócesis.

“Sé que mi fe Católica ha sido una gran influencia, una gran alegría, una gran fortaleza, un gran confort, una gran satisfacción y una gran inspiración para mí,” Sweeney escribió acerca de su fe.

Irene Sweeney nació el 2 de marzo de 1915 sus padres Daniel y Mary Sweeney’ formaron una familia irlandesa Católica en Green Isle, Minnesota. Cuando niña su familia se mudó a Arlington Minnesota, en donde Sweeney se graduó en 1932. Después asistió al Colegio para profesores Mankato en donde recibió su título en educación. Mientras estudiaba su carrera, Sweeney comenzó de voluntaria para la Liga de Voto para Mujeres, una organización dedicada al registro de votantes, defendiendo los derechos al voto y dando información sobre el mismo. Esa decisión transformó su vida.

A comienzos de 1930 la Liga de Voto para Mujeres contrató a Sweeney para su oficina em en condado de Ramsey en Minnesota. En 1941 se mudó a una posición a nivel estatal en el capítulo de la liga en Indiana. Después de servir en las Mujeres Auxiliares de la Armada durante la Segunda Guerra Mundial, Sweeney se volvió a unir a la Liga de Voto para Mujeres, esta vez como secretaria para la organización nacional. En esta posición viajo por el país, hablando con diferentes grupos,  resolviendo problemas, y recaudando fondos.

A comienzos de 1950 la Liga agregó un deber más a la posición de secretaria: establecer capítulos en los estados donde no había uno. En enero de 1951 Sweeney anunció que el Capítulo de la Liga de Voto para Mujeres en Salt Lake City había sido fundado. También abrió Capítulos en Ogden, Price, Provo, Cedar City y Bountiful.  

Además de construir esos capítulos Sweeney también urgió el apoyo a los esfuerzos de la liga nacional e internacional. Uno de tales esfuerzos fie el programa ‘People to People’ de la liga, en el cual se invitaba a grupos comunitarios de inmigrantes a estudiar la democracia americana y a ver como la Liga promovía los derechos al voto. 

A principios de 1960 Sweeney dejó la Liga de Voto para Mujeres pero continúo con su trabajo para otras organizaciones cívicas y comunitarias. En 1961 las ‘Girls Scouts’  de América en Utah enlistaron a Sweeney para crear un programa de membresía sostenible, así como para los programas de entrenamiento para voluntarios. Después la ciudad de Ogden reclutó a Sweeney para apoyar a los oficiales de la ciudad con un plan para atraer a más turistas al municipio En 1967, Sweeney ingresó al campo de cuidados de salud, en donde fue la coordinadora asistente y el enlace comunitario para el Programa del Intermountain Regional. Más adelante fue una consultora de planeación de salud. 

Cuando en 1972 se retiró de su trabajo, Sweeney siguió sirviendo , especialmente en la Iglesia. En su parroquia , la Catedral de la Magdalena, ella se comprometió totalmente con la vida parroquial: sirviendo en el Consejo parroquial y lidereando el comité de restauración de la Catedral a comienzos de 1990. Ella también participó con la organización ‘Big Brother/Sister’. A nivel diocesano  sirvió en el DDD, en el consejo pastoral diocesano en la tienda de saldos de Saint Vincent de Paul  y en el co-medor del mismo, en donde pusó sus habilidades como organizadora comunitaria y solicitando voluntarios. Para esto Sweeney contactó a cada parroquia en el valle de Salt Lake para preguntar quien quería ser el contacto para encontrar voluntarios. 

Sus esfuerzos rindieron frutos, aseguró suficientes voluntarios tanto para la tienda como para el comedor para todos los días. 

Sweeney continuó con su servicio hasta el 23 de junio del 2011 fecha en que falleció. 

En 1992 una entrevista con el Intermountain Catholic, Sweeney explicó la razón por la que daba su servicio: “Creo que mi lema personal es que el Señor ha sido muy bueno conmigo y está en mí,  poner en acción lo que Él me ha dado ayudando a sus demás criaturas.”