Kearstin Cantrell
Traducción: Laura Vallejo
SALT LAKE CITY — En una año marcado por la incertidumbre y cambios, Catholic Community Services de Utah trabajo intensamente para llevar la esperanza en nuestra comunidad durante la temporada festiva.
El Banco de alimentos Joyce Hansen Hall en Ogden, continuó sus distribuciones anuales de comida para la temporada festiva durante el Dia de Acción de Gracias y la Navidad, a las familias en Ogden.
Tradicionalmente, los clientes ingresaban al Banco de alimentos y seleccionaban los alimentos tal y como lo harían en un supermercado. Sin embargo, este año por la pandemia del COVID-19 la distribución fue diferente.
Este año las familias recibieron los alimentos en sus automóviles. Los empleados de CCS llenaron mesas para con todo lo que necesitarían pata una cena festiva- pan, alimentos enlatados, y pavos, frutas y vegetales, rellenos y postres. Los clientes llenaban sus vehículos con los alimentos y se iban a sus casas a preparar las comidas nutricionales para sus familias.
Mientras que la distribución puede haber sido diferente a la de años anteriores, CCS, este año. pudo apoyar a 2,687 familias.
En Salt Lake City el comedor de St. Vincent de Paul se unió a los esfuerzos con la defensora comunitaria Pamela Atkinson. El hotel Grand América, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y voluntarios entregaron 1,300 cenas navideñas a quienes viven en la indigencia
Cada persona también recibió una cobija, un abrigo, calcetines, ropa interior y artículos de higiene personal.
“Creo que es maravilloso el ver como nuestra comunidad se unió y adoptó una tradición tan maravillosa para nuestra comunidad y clientes a pesar de estar en medio de todas las pesadillas logísticas que el COVID nos trajo,” dijo Katie Zimmerman, gerente de las Operaciones de Necesidades Básicas de CCS. “Ha sido una tradición de 18 años para nosotros y para Pamela. L a consideramos parte de la familia de CCS y estamos muy agradecidos por haber podido seguir con esta tradición este año.”
CCS también trabajo para dar regalos navideños a niños dentro del programa de Reasentamiento para Refugiados y dentro del programa de Cuidados temporales para Refugiados a través del programa Gift of the Drummer.
Los gerentes de caso recaudaron la información de cada niño, incluyendo la edad, género, tamaño de ropa y necesidades, además de juguetes deseados. Esta información fue proporcionada a ceca de 45 personas que generosamente dieron los regalos para más de 200 niños.
Este año, las personas también tuvieron la oportunidad de crear un regalo anticipando la llegada de los niños que llegarán este año, así como paquetes de bienvenida para los refugiados. Estos, estuvieron llenos con artículos esenciales como cortinas de baño, y utensilios de cocina, los cuales serán dados a los clientes para ayudarlos a reasentarse en sus nuevos hogares.
“Con todo lo que este año ha ocurrido fue maravilloso el ver como todos se unieron para proveer para estos niños, cuando puede que ellos pueden estar también bata-llando,” dijo Brittany Moulton, generante de Relaciones Comunitarias y Voluntarios de CCS. “Fue muy lindo ver como todos se unieron.”
Aunque no solo en la época festiva, sino que en todo el año Catholic Community Services procura asistir y empoderar a la comunidad en necesidad, mientras que la comunidad se le une en este esfuerzo.
Kearstin Cantrell es la coordinadora de mercadotécnia de Catholic Community Services de Utah.
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