MILFORD — Esta Cuaresma, las comunidades Católicas del suroeste de Utah tendrán la oportunidad de celebrar el Viacrucis de una manera especial.
El padre Marco Tulio Lopez, párroco de la Iglesia de St. Bridget en Milford y sus misiones asociadas Holy Family en Fillmore, Our Lady of the Light en Beaver y St. John Bosco en Delta, este año decidió escribir algo especial para esta devoción de Cuaresma.
“Este Vía Crucis para las cuatro comunidades de mi parroquia Santa Brígida, es porque deseo que durante esta Cuaresma profundicemos en los misterios de la Pasión, Muerte, y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, desde una perspectiva teológica,” dijo el padre Lopez agregando que espera que este generar una mejor respuesta para las realidades sociales y eclesiásticas de la iglesia.
El padre basó cada narración de cada estación en la Sagrada Escritura, la Tradición, y el Magisterio de la Iglesia, también incluyendo una breve reflexión teológica.
Esta Cuaresma el padre Lopez les pide a los feligreses asistir al Viacrucis con una devoción mayor, “pero no como una piedad desencarnada de nuestra vida cotidia-na, sino que, desde la contemplación de los misterios de nuestra salvación podamos encontrar una luz de esperanza que ilumine la propia realidad en la cual vivimos, “ dijo el padre recordando la Exhortación Apostólica “la Alegría del Evangelio” del Papa Francisco “responder a la sed de Dios de mucha gente, para que no busquen apagarla en propuestas alienantes o en un Jesucristo sin carne y sin compromiso con el otro” (n. 89).
El padre dijo que “el mundo, desde el pecado original, siempre ha sido una realidad inestable, peligrosa, agresiva,” agregando que “todos los cristianos necesitamos asimilar concienzudamente el que “el Dios personal de la Biblia es capaz de comunicarse con el hombre, de bajar a vivir con él y de acompañarlo en el camino de la historia, manifestándose en el tiempo de la escucha y la respuesta” (Papa Francisco, Encíclica la Luz de la Fe, n. 33).
De manera que como hombres y mujeres de fe nos corresponde, en medio de todas las adversidades del mundo presente y futuro, mantener “fijos los ojos en Jesús” (Hb 12, 2), reconociendo que “Él es imagen de Dios invisible”(Col 1, 15), porque “si no conocemos a Dios en Cristo y con Cristo, toda la realidad se convierte en un enigma indescifrable; no hay camino y, al no haber camino, no hay vida ni verdad,” dijo el padre Lopez citando las palabras del discurso del Papa Benedicto XVI, en la inauguración de la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano, n. 3.
Via Crucis
En el nombre del Padre…
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, me pesa de todo corazón de haber pecado, porque te he ofendido a ti, que eres tan bueno y que tanto me amas, y a quien yo quiero amar sobre todas las cosas. Propongo firmemente, con tu gracia, enmendarme y alejarme de las ocasiones de pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta. Confío en que me perdona-rás por tu infinita misericordia y me has de llevar a la vida eterna. Amén.
VIACRUCIS
Antes de cada estación:
• L: Te adoramos oh Cristo y te bendecimos
• R: Que por tu santa cruz redimiste al mundo
Después de cada estación:
• Padre Nuestro, Ave Maria, Gloria.
• L: Jesucristo fue obediente hasta la muerte.
• R: Y muerte de cruz para salvarnos.
• Canto: PERDONA A TU PUEBLO.
Perdona a tu pueblo, Señor,
Perdona a tu pueblo, perdónale Señor.
1. No estés eternamente enojado, no estés eternamente enojado…
2. Por tus profundas llagas crueles -por tus afrentas y por tus hieles.
3. Por los tres clavos que te sangraron -y las espinas que te punzaron.
4. Por las heridas de pies y manos -por los azotes tan inhumanos.
5. Por los dolores que sufriría -junto a la cruz la Virgen María.
6. Por los ultrajes de los sayones -ten compasión y no lo abandones.
7. Por la abertura de tu costado no estés eternamente enojado.
8. Tu que no quieres el extravío sino la salvación del impío.
9. Por tu bondad y por tu ternura no tomes cuenta de su locura.
10. Por tu pesar y abatimiento quita del pueblo tu descontento
Introducción.
Líder: “Jesús decía a toda a toda la gente: “Si alguno quiere seguirme, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz de cada día y que me siga”(Lc 9, 23). El vía crucis es el resumen del precio que pagó por nuestra liberación Aquél que decidió “entregar su vida”(Jn 10,18), aceptando morir por nuestra salvación como un “maldito”(Gal 3,13). Jesús, siendo la Segunda Persona de la Santísima Trinidad, Dios y Hombre verdadero, ha muerto por la redención de toda la humanidad, y ninguno de nosotros puede agregar absolutamente nada a su obra redentora, sin embargo, podemos decidir asociarnos a los sufrimientos de su Pasión, o permanecer únicamente como simples espectadores ante el derroche de amor de quien lo ha dado todo por nosotros, por mí. Por eso, al meditar cada una de estas estaciones afirmamos con San Pablo: “para mi la vida es Cristo”(Fil 1, 21), “completo en mi carne lo que falta a los sufrimientos de Cristo para bien de su cuerpo, que es la Iglesia”(Col 1, 24).
Primera estación: Jesús es condenado a muerte.
“Pilato dijo: “¿Y qué es la verdad?” (Jn 18, 38). Jesús no es un profeta más que predicaba sobre la verdad, sino que Él mismo se define como: “el Camino, la Verdad, y la Vida” (Jn 10, 10). Esto definitivamente desestabilizó la visión religiosa y moral que por siglos habían atesorado las autoridades religiosas de Israel; por eso, decidieron “entregarlo a Pilato” (Mc 15, 1) para que lo juzgara y condenara a muerte, acusándolo de ser un “agitador, de oponerse a que se pagara los impuestos al César y de pretender ser el rey enviado por Dios” (cf. Lc 23, 2). Después de dos mil años, la Persona y enseñanzas de Nuestro Señor Jesucristo continúan siendo un escándalo para muchos, cada vez más se nos quiere hacer creer que la Verdad sobre Jesús y sus enseñanzas es algo pasado de moda, que existen otras verdades en las cuales debemos creer. Así se cumple la profecía del anciano Simeon: “Será una señal de contradicción”
(Lc 2, 34).
Por defender la verdad sobre Dios, por creer que Jesucristo es el Hijo de Dios, por denunciar el asesinato de los niños no nacidos, abogar por la dignidad de todas las personas, especialmente las más desprotegidas de nuestra sociedad, por defender la familia como la unión entre un hombre y una mujer, muchas personas son perseguidas, encarceladas, e incluso, condenadas a muerte en algunos lugares. Cada vez más los cristianos somos sometidos en todas partes por la cultura de la muerte mediante la tiranía de la mentira.
Pregunta para la reflexión personal: ¿Estoy dispuesto a seguir a Jesús, viviendo con fidelidad lo que Él nos ha enseñado en su Evangelio?
Para ver el Viacrucis completo acuda a www.icatholic.org
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