Fallece el Diácono Quintana, un hombre de ejemplo

LAYTON — "El Diácono Robert Joseph Quintana fue un hombre muy bondadoso, paciente y con un gran sentido del humor", dijo Monseñor Bonnell párraco de Santa Rosa de Lima en Layton durante la misa de su entierro cristiano. "Fue un Diácono muy leal y dedicado al servicio".

El Diácono Quintana, falleció a los 84 años de edad en su casa el 18 de enero del 2011. Nació el 27 de abril de 1926 en Montrose, Colorado. Sus padres Frank y Jacobita María Maestas Quintana. Se casó con SinforosaCordova el 23 de mayo del 1948 en Rock Springs Wyomyng. Fue ordenado Diácono en la Diócesis de Salt Lake City el 18 de diciembre de 1977 y sirvió en la Iglesia Católica de Santa Rosa de Lima por 31 años. Fue miembro de los Caballeros de Colón.

"El Diácono Quintana fue un hombre muy gracioso y gentil a quien todos querían", dijo Monseñor Bonnell. "Nunca lo escuché decir algo malo de nadie. La iglesia es más fuerte como resultado de su servicio y de que la comunidad es mejor gracias a su generosidad. Fue un hombre de familia con parientes en Utah, california, Colorado y Nuevo México, los cuales los visitaban frecuentemente, y él disfrutaba mucho de esto. Su familia deberá recordar siempre su buen ejemplo, esta separación es solamente temporal".

El Diácono Manuel Trujillo, quien ha sido amigo del Diácono Quintana por más de 40 años, dijo que su amigo fue un gran hombre que va a ser extrañado. "Influenció a mucha gente a que regresaran a la Iglesia, entre ellos a mí", dijo el Diácono Trujillo. "Fue uno de los más grandes oradores que he conocido, predicaba con sus acciones tal cual lo hiciera San Francisco de Asís sin palabras. Siempre predicó la palabra con su forma de vida. Fue un gran Cursillista y fue mi padrino en el movimiento Cursillo hace muchos años. Trabajamos juntos en la Base Area Hill hasta que se retiró. Comíamos el almuerzo juntos y compartíamos las lecturas. Lo seguí viendo después de su retiro. Fue una gran bendición para la Iglesia y para todos los que lo conocieron".

El Diácono Quintana fue el director laico del movimiento Cursillista durante la época de los 70’s y fue así como Fermín Martínez, feligrés de Santa Rosa de Lima lo conoció. "Nos hicimos buenos amigos, el me apadrinó en el movimiento Cursillo. Realmente llegué a conocerlo bien y recuerdo cuando fue ordenado Diácono. Siempre estaba contento y era muy fácil platicar con él, siempre tuvo una mentalidad abierta y alegra para todo. También trabajamos juntos como ministros extraordinarios de la Comunión para los enfermos".

El Diácono Quintana se retiró después de 28 años de servicio en la Naval, incluyendo el servicio de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos. Trabajó como minero, granjero y trabajador del campo, trabajó para el ferrocarril del cual fue empleado por 34 años, trabajando como inspector, y durante 15 años fue custodio de la primaria E.G. King.