Traducción: Laura Vallejo
VERNAL —Este año Leylahni Munguia Ayon re-cientemente celebró su 21 cumpleaños de una manera muy especial: fue honrada por el Consejo Nacional de Mujeres Católicas con el premio‘Golden Rose’ durante la convención nacional celebrada en Oklahoma City. Anteriormente Munguia Ayon, quien es feligrés de la parroquia de St. James the Greater en Vernal, recibió el permio ‘Golden Rose por parte del Consejo de Mujeres Católicas de la Diócesis de Salt Lake City. Munguia Ayon supo de su premio nacional a semanas de la convención nacional.
“El recibir el premio fue algo increíble,” dijo. “Pensé ‘cómo es posible que yo reciba este premio de entre todas las personas nominadas, realmente es algo increíble.”
“El ser reconocida pro tantas mujeres Católicas es un gran honor, por esas mujeres que han trabajado tanto tiempo en el CCW y que lo han visto todo y quienes han trabajado de tantas maneras ayudando a las personas pro tantos años, y me encontraron a mi una pequeña chica de pueblo. El ser reconocida por lo que hago me dejo anonadada.”
Ella ve este premio como un honor por tan solo vivir su vida. “Para mí todo lo que hago simplemente son actos de vida, así es que todo eso sea considerado como una representación de una mujer joven y de virtudes Católicas. Por eso me dije ‘wow, ese es un gran título para alguien que solo vive día a día, siguiendo los pasos de Dios.”
La co presidente de CCW de St. James the Greater Ann Foster quien fue quien nominó a Munguia Ayon lo ve de otra manera.
“Ella es alguien quien sobresale,” dijo. “Uno la ve como lectora en la Misa. Siempre ha participado en el coro y cantando el Salmo Responsorial. Ella es una dama joven muy madura y muy competente. Creo que ella es una increíble joven mujer cristiana.”
“Nos encantó que decidiera formar parte de nuestro capítulo del CCW y así quizá alcanzar a más mujeres jóvenes que piensan ‘Oh eso es solo para mujeres adultas mayores,” agregó,
La vida de Munguia Ayon esta llena de servicio desde que cuando niña se mudó con su familia a Vernal de Arizona. Asistió a escuelas públicas del área antes de ir a la universidad a Wyoming y ahora es estudiante de la Universidad Utah State en el campus en Vernal.
Durante ese tiempo participó en Misa y en actividades parroquiales junto con su familia. Tal alabanza fue parte de su vida diaria y la ayudó a mantener sus pies firmes en la fe. “Se ha convertido en una gran parte de mi vida el poder ir domingo a domingo a Misa, o en ocasiones especiales. Ir a Misa diaría, es como un bono para mi vida. Creo que el buscan constantemente ese sentimiento de gracia, tal vez por Dios, es lo que me mantiene.”
Ella es la más grande de cinco hermanos y la única mujer. Trabaja como terapista de comportamiento en una clínica local para niños autistas. Sirve como directora del coro en su parroquia y hasta hace poco fue la secretaria de la parroquia.
La mamá de Munguia Ayon no pudo asistir a la entrega del premio, pero dijo estar muy contenta por que su hija fue reconocida por el NCCW. “Ella me apoya mucho y me ha enseñado que ‘Dios nos elije por algo. Ella ve algo en las personas que tal vez ellas no vean, pero lo vio en ella, así como muchas mujeres en el país y por eso estoy muy contenta.”
Munguia Ayon dijo estar inspirada por las muchas mujeres que conoció en la conferencia, particularmente por ValLimar Jansen quien la animó a usar este honor para propagar la fe y el mensaje de que en el NCCW hay un lugar para las jóvenes.
“CCW ofrece una especia de amorosa familia y pue-de mostrar que las mujeres también se pue-den divertir, pero también podemos compartir la fe juntas, y la expresamos de manera verdadera, ya que aquí no nos limitamos,” dijo. “Todas están abiertas, y todas están dispuestas a escuchar y a platicar contigo.”
“Creo que el estar en un salón lleno de mujeres en donde todas comparten el mismo rostro de Cristo, a las que tal vez uno no conozca, pero que siempre son muy lindas, muy gentiles y a quienes uno les importa te levanta ya que uno se siente parte de una milicia de mujeres que sirven al Señor.”
La parroquia de St. James the Greater es una parroquia pequeña en donde muchas jóvenes no asisten regularmente a los servicios, pero Munguia Ayon desea cambiar eso. Aunque actualmente se encuentra estudiando psicología, Munguia Ayon se siente llamada al servicio misionera para su vida. Varias de las mujeres que conoció en la convención la han apoyado en ese discerni-miento y se han comprometido a apoyarla.
Mientras que Munguia Ayon se siente honrada por el premio, este no la define ni la hace más importante. “Había personas nominadas en nuestra diócesis que también hacen cosas muy bien, Así es que este premio no significa que lo que hacen no es grandioso que cada uno tiene su propio camino. Un premio pone el ejemplo para quienes piensan que tal vez una vida sencilla no los va a llevar a ningún lado.”
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