Lorena Needham
Traducción: Laura Vallejo
¿Quien recuerda el nombre del sacerdote que lo bautizó y de quien le dió la Primera Comunión? ¿Recuerda el nombre de la parroquia en dónde recibió dichos Sacramentos?
Yo fui bautizada, recibí mi Primera Comunión y Confirmación en un edificio de ladrillos rojos ubicado en una colina en el valle del Rio Mississippi. La parroquia recibió su nombre en honor de San Patricio, y todas las personas irlandesas de la ciudad asistían fielmente.
Los sacerdotes irlandeses fueron asignados a la parroquia y las Hermanas de la Misericordia se encargaban de la escuela parroquial. El padre Gerald Hoenig y el padre James Quinlan estuvieron allí cada sábado escuchando confesiones y cada domingo para ofrecer Misa. Ellos pasaron junto con nosotros por la transición del Concilio Vaticano II: volteando el altar y enseñándonos la Misa en inglés en lugar de en latín. Todavía puedo escuchar sus risas irlandesas y ver sus ojos mirándonos.
¿Por qué recuerdo tan bien a estos sacerdotes? Porque ellos me enseñaron el amor de Dios y me apoyaron a seguir mi sueño de ser una misionera para la Iglesia. Ellos perdonaron mis pecados (a nombre de la Iglesia) y me dieron la bienvenida a participar en la liturgia como ministro de música. Ellos me ayudaron a crecer en santidad.
Ya que la vocación única de nuestros sacerdotes es representar a Cristo en nuestras alabanzas, vale la pena preguntarse: ¿Qué tipo de hombre es quien sigue esa vocación?
La respuesta puede ser encontrada en nuestros encuentros con los sacerdotes. Por ejemplo, yo sé que tengo mucho por qué estar agradecida por el ministerio de los sacerdotes en el mundo y a lo largo de los años. Un sa-cerdote oró por mí para que mi fe creciera cuando a mí se me había olvidado creer en Dios y la importancia de seguir su voluntad. El no sabía mi nombre, pero conocía mi profunda necesidad y oró por mí. Un sacerdote escuchó mi confesión cuando me di cuenta de que necesitaba un nuevo comienzo en mi vida, y me dio la bienvenida incondicional a la Iglesia y a la relación con Dios. El resultado: me volví una catequista y aprendí a compartir la fe Católica. Un sacerdote me reprendió por un malentendido para después buscar mi perdón. El fue y aun es un ejemplo de perdonar 70 veces por 70, Uno de mis primos fue sacerdote- y es ahora sacerdote eterno. El fue de la parte irlandesa de nuestra familia. Hace varios años pude celebrar su 50 avo aniversario sacerdotal en la Basílica de Knock en Irlanda junto a cientos de familiares que nunca antes había conocido. Su ministerio nos unió y ciertamente nos ayudó al paso de los años. No tengo la menor duda de que el aun ora por nosotros, Gracias padre Eugene Nee.
Resulta retador encontrar formas de agradecer al Señor por el ministerio de sus sacerdotes, Pero me enorgullece informarles que la Iglesia está ofreciendo una oportunidad especial para agradecer y orar por nuestros sacerdotes. El viernes 7 de junio en la Solemnidad del Sagrado Corazón a las 4 de la tarde nuestra diócesis tiene programado participar en el Rosario global anual de re-levos para la santificación de los sacerdotes por 24 horas, una oración continua por nuestros sacerdotes.
El Obispo Solis ha programado una oración que se realizará en la Catedral de la Magdalena; sin embrago, si las personas no pueden asistir, estas pueden rezar el Rosario dese donde se encuentren. Sinceramente espero que todos nos unamos en oración. Rezando una década, orando todo el Rosario, o rezando solo una oración.
Y mientras reza, dé gracias por el firme ministerio de nuestros sacerdotes, por su ofrecimiento de Misas, por el perdón de nuestros pecados, por representar a Cristo ante nosotros, por su dirección espiritual, por sus bendiciones y ministerio, por ayudar a nuestras conciencias, por administrar los Sacramentos, y por mostrarnos como amar incondicionalmente, tal como Cristo lo hace.
El día mundial del sacerdote cada año se celebra en la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús. Este es el día Mundial de oración por la santificación de los sacerdotes. Para aprender más visite: www.worldpriest.com.
Lorena Needham es la directora de la Oficina de Alabanza y Culto Divino de la Diócesis de Salt Lake City.
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