"Jesús reemplazó ley de la revancha por ley del amor"

Friday, May. 03, 2019
By Catholic News Service

Por Carol Glatz

Catholic News Service

CIUDAD DEL VATICANO — La balanza de la justicia no puede resolverlo todo, especialmente cuando se trata de detener un ciclo de venganza diabólica, dijo el Papa Francisco.

“El diablo sabe de revancha y si no es detenida, se corre el riesgo de que sea propagada y sofoque al mundo entero”, dijo el 24 de abril durante su audiencia general semanal.

Los cristianos deben perdonar y amar a los demás, incluso más allá de lo que es justo a fin de detener el ciclo del diablo y empezar las cosas de nuevo, les dijo a miles de personas reunidas en la Plaza de San Pedro, todavía decorada con relucientes flores rojas, amarillas y de otros colores por las celebraciones de Pascua.

El Papa Francisco siguió hablándole a su audiencia sobre el Padre Nuestro, analizando cómo la gente le pide a Dios: “perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden”.

El uso de la palabra “ofensas” en la lengua griega del Evangelio significa “ser deudor”, así que esta parte de la oración reconoce cuánta gente está en deuda con Dios, especialmente por el don de la vida y su infinito amor y misericordia, dijo el Papa.

El denominado “’hombre que se ha hecho a sí mismo’ no existe en la iglesia”, dijo, porque los cristianos reconocen las gracias y dones divinos concedidos a ellos y “las condiciones beneficiosas en la vida” que recibieron de los demás.

“Aquellos que rezan, aprenden a decir ‘gracias’. Muchas veces, nos olvidamos de dar las ‘gracias’. Somos egoístas”.

Aquellos que desean vivir una vida cristiana también se dan cuenta de que “siempre habrá algo” por lo cual van a tener que pedir el perdón de Dios, por ejemplo, ser demasiado holgazán o permitir que el rencor domine nuestro corazón --dijo.

Habría sido maravilloso, dijo el Papa, si la oración solo pidiera a Dios el perdón por las ofensas cometidas, sin embargo, Dios pide más.

“La tan abundante gracia de Dios siempre es un reto” porque Dios le pide a la gente hacer por los demás, lo que él ha hecho por ellos. “Dios, que es bueno, nos invita a todos nosotros a ser buenos”, agregó el pontífice.

“Quienquiera que haya recibido mucho, debe aprender a dar mucho y no quedárselo todo para uno mismo”, según el Papa Francisco. Dios siempre brinda su infinito amor, misericordia y perdón “verticalmente”, del cielo a la tierra, y espera que sea redistribuido y dado de nuevo “horizontalmente”, entre sus hijos.

Estamos llamados a reflejar ese amor y perdón divinos en los demás, y crear “una nueva relación con nuestros hermanos y hermanas”, con nuestros amigos, familiares, vecinos e incluso con aquellos “que han hecho algo que no es maravilloso”.

El Papa explicó cómo podemos encontrar esto en la parábola del sirviente que no quiso perdonar (Mt. 18:21-35), en la cual un rey perdonó la enorme deuda de su sirviente, pero ese mismo sirviente no quiso perdonar una deuda muy inferior que otro le debía. El rey castigó al sirviente por no tener la misma piedad y compasión que él había recibido.

Según el Papa, la parábola muestra que “si no te presionas a ti mismo a perdonar, no serás perdonado; si no te presionas a amar, no serás amado” en el juicio final.

Jesús muestra el poder del perdón, dijo el Papa.

“No todo en la vida se resuelve con justicia. No. Especialmente donde debe dársele un contrapeso al diablo, alguien debe amar más allá de lo que es justo, para reiniciar una historia de gracia”.

Jesús reemplaza la ley de la revancha con la ley del amor: “Lo que Dios ha hecho por mí, te lo devuelvo a ti”, dijo.

En los días después de Pascua, el Papa les pidió a los fieles que reflexionen si son capaces de perdonar o si sienten que no pueden hacerlo “le pidan al Señor esta gracia – porque es una gracia –” de ser capaz de perdonar.

“Con una palabra, un abrazo, una sonrisa, podemos compartir con los demás lo que hemos recibido” – incluso el más precioso regalo del perdón de Dios, dijo el Papa.

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